Desde La Izquierda Diario entrevistamos a Silvia Braslavsky, docente exiliada luego de la intervención, en la actividad convocada por la UBA a 50 años de los bastones largos.
Miércoles 3 de agosto de 2016
LID: ¿Qué recordás sobre la Noche de Los Bastones Largos?
Yo no estuve adentro… estaba adentro pero en el momento en el que se previó que venía la policía yo salí porque mi marido era secretario de la asociación docente y tenía las listas de docentes y en esa época la cuestión era que no cayeran en manos de la policía. Entonces, salimos y vimos todo lo que ocurrió desde la esquina de Diagonal Sur y Perú. Y vimos como llevaban presos a colegas nuestros y, entonces, nos fuimos a dormir y a avisarle a la esposa de uno de esos colegas y, luego, salimos a buscar los a la mañana siguiente. Los encontramos porque los liberaron enseguida pero esa es la noche digamos. Pero lo más importante, creo, es la perspectiva de lo que significó ¿cierto? El análisis que se está haciendo en este simposio… pero la noche misma fue una noche muy brutal.
Algunos la esperábamos, teníamos memoria política y militancia política. Otros no, otros se sorprendieron de que haya sido tan brutal de frente a científicos, entonces, fue en realidad un determinante de las renuncias… la brutalidad de esa misma noche. Aunque creemos que ya habíamos casi asumido un compromiso de renunciar después del golpe de estado mismo.
