En el evento por los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) los ricos hablaron sin pelos en la lengua de su programa para ponerse el país de sombrero. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite los jueves de 22 a 24 h por Radio Con Vos, 89.9.
Fernando Rosso @RossoFer
Jueves 9 de junio de 2022 23:24
- Esta semana tuvo lugar el evento de celebración de los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (la AEA) en el Hotel Sheraton. La AEA es una corporación gremial que agrupa a los principales dueños del país. Hubo dos paneles: el primero contó con la participación de los empresarios Héctor Magnetto (Grupo Clarín), Luis Pagani (Grupo Arcor) y Alberto Hojman (BGH); falto, aunque estaba anunciado, Alfredo Coto (Coto). El segundo panel estuvo integrado por Paolo Rocca (Grupo Techint), Federico Braun (La Anónima), Martín Migoya (Globant) y Carlos Miguens (Grupo homónimo).
- La Asociación Empresaria Argentina fue fundada en mayo de 2002 por los titulares de las empresas más importantes del país y decían que tenían el objetivo de "promover el desarrollo económico y social de la Argentina desde la perspectiva empresaria privada". En realidad (rescato esto de algunas definiciones de Ale Bercovich), en ese momento de crisis (recordemos 2002) se unieron para pedir ayuda y salvatajes al Estado, excepciones a las reglas del juego capitalista. ¿Por qué?, bueno porque había crisis, sus acciones se habían derrumbado y estaban amenazados por otros pulpos internacionales que se los podían devorar. Fueron los años en los que Clarín logró la “ley de bienes culturales”, una ley que decía que determinados productos culturales (justo los que coincidían con los de Clarín) no se podían vender y había que rescatarlos; en esos años lograron también la pesificación asimétrica de sus deudas etc.
- ¿Qué se escuchó en el Sheraton? Bueno, no fueron muy creativos; hay que decirlo. Magnetto afirmó que “necesitamos producir y para eso se requiere ante todo inversión privada y rentable, estabilidad macroeconómica y jurídica, respeto de la propiedad y una decisión política clara y tenaz para llevar adelante los acuerdos necesarios”; Martín Migoya, de Globant reclamó que no se haga nada para que se puedan seguir haciendo negocios; algún otro exigió las clásicas reformas: laboral, fiscal y previsional.
- Lo que más rebotó fueron los exabruptos que evidenciaban un desprecio al pueblo y que en realidad expresan la verdadera forma de pensar de estos empresarios. La que más repercusión tuvo fue la de Federico Braun de La Anónima reconoció cuando dijo entre risas e ironía que sus comercios “remarcan precios todos los días” y que es una “pequeña mentira” que los supermercados no son formadores de precios: “de una parte de los precios sí, trasladamos cuando podemos trasladar”.
- Otra rebotó menos, pero es igualmente significativa: Carlos Miguens dijo que a los proyectos megamineros en Chubut y Mendoza los pararon los disturbios de "cuatro ambientalistas". Recordemos, hubo puebladas masivas en esos lugares que obligaron a legislaturas a dar marcha atrás con esos proyectos.
- Se analizó bastante estos días el impacto de los discursos escuchados en el evento, por eso me voy a centrar en discutir con algunas interpretaciones que circularon en el ámbito periodístico.
- Por un lado, sobre la mención de varios de los empresarios al cuestión del “comunismo”. El dueño de La Anónima —por ejemplo— afirmó que en Argentina "hay una mezcla entre capitalismo y comunismo", algún otro lo puso en una filmina; Héctor Magnetto acentuaba que la democracia argentina es una “democracia capitalista” etc. Ante afirmaciones como estas escuché gente que decía que “no puede ser”, que “atrasan un siglo” o que —la más repetida— “viven en la Guerra Fría”. Puede haber algo de eso, pero no creo que esencialmente sea eso. El agite del fantasma del comunismo no es sólo por nostalgia por la Guerra Fría. Es porque —con todas sus distorsiones, algunas aberrantes— el “comunismo” fue una especie de herida narcisista sobre la modernidad capitalista que incluso con sus deformaciones demostró la superioridad de la organización racional de la economía frente a la anarquía de la sociedad de mercado. Allí está el itinerario de Cuba, de la Unión Soviética y hasta de China si quieren. Ojo hablo de los cambios en la organización económica y no de los regímenes políticos totalitarios que, precisamente, fueron una degeneración del socialismo. Pero, además el agite de este fantasma va estrechamente ligado a la reafirmación del carácter capitalista de este régimen social. Y una clase que tiene que justificar tanto su sistema, que tiene que reafirmarse todos los días, es una clase insegura, que también en el fondo tiene miedo porque sabe de las consecuencias que este régimen social genera. Es decir, no hablan del pasado (o no hablan sólo del pasado), hablan del presente y, sobre todo, del futuro.
- Por otra parte, también escuché que se decía “no puede ser que hablen así, que digan esas cosas tan brutales etc.” Y a decir verdad, a mí me parece bien que planteen su programa y su proyecto de país sin pelos en la lengua, de contenido y de forma, que muestren lo que son. Sus discursos, por ejemplos, contrastaron con los mensajes conciliadores de Alberto Fernández o Martín Guzmán que hablaron en el evento y dejan claro la utopía de pretender “convencerlos” de distribuir mejor, repartir etc. Si hoy, con la situación que vive el país, siguen pidieron más, quiere decir que buscan todo.
- Quizá ese sinceramiento de honestidad brutal que vimos en el Sheraton sirva para saber a qué le temen, qué objetivos buscan, permita saber quién es quién, para liberarse de ilusiones vanas que pretenden apiadar a los multimillonarios, moralizar a los ricos, humanizar al capital. Y permita pensar un proyecto político que se le oponga por el vértice, que también luche con la misma consciencia de clase y decisión política de ir por todo, pero no en provecho de una minoría, sino en beneficio de las grandes mayorías.
Fernando Rosso
Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.