Enterate cómo fue campaña contra los aranceles que generó la reacción de las autoridades de la EAS.
Viernes 1ro de marzo de 2019
El Centro de Estudiantes del EAS (Escuela de Agricultura y Sacarotécnia) compartió hace unos días su campaña con respecto a las inscripciones correspondientes a este año. En letras grandes tenía el monto a abonar ($3000), en pequeñas anunciaba “aquellas personas que estén complicadas para pagar en este momento, comunicarse con…”, y un contacto.
No fueron pocos los padres y madres se comunicaron con el centro. Considerando que los tarifazos y la inflación suben a máxima velocidad mientras los sueldos avanzan a paso de tortuga, el poder adquisitivo es cada vez menor y el arancel propuesto desmedido.
“A mí lo que me dijeron en el Centro de Estudiantes es que no era realmente obligatoria la inscripción, y me preguntaron si podía pagar 700 pesos del seguro”, nos llegó como comentario a la redacción de izquierda diario.
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Es que les pibes de los secundarios sienten los efectos de la crisis en la casa propia o de algún amigo o amiga. Una campaña de pura empatía para que nadie se quede afuera de la educación secundaria. Una campaña para que no haya estudiantes de primera clase y de segunda, donde sólo los primeros puedan elegir la orientación.
Según datos de febrero de 2018 el salario promedio en el sector privado en Tucumán es desde $17.612, unos $7346 menos que el salario promedio de Argentina según lo detalla el informe de la consultora Economía & Regiones. En ese marco poner un arancel de 3.000 es cerrarle las puertas de la educación a la mayoría de las familias trabajadoras.
¿Quién podría haberse molestado con esta campaña que circuló por Instagram?. Ni más ni menos que los directivos, que decidieron decirle a les estudiantes del Centro que “no se metan”.
Quienes dicen bregar por la educación priorizaron su interés de “casta” que le pone precio a la enseñanza de les pibes. Es que las “cajas” no tan chicas son un recurso importante para las autoridades, pese a que no es público el ingreso de dinero y en qué se gasta.
Desde La Izquierda Diario venimos haciendo una cobertura sobre los aranceles que pesan sobre las distintas unidades académicas de la UNT, pero esta es la primera vez que un centro de estudiantes se propone hacer una campaña contra el arancelamiento.
Las autoridades saben que si les pibes del EAS ganan puede dar fuerzas a les estudiantes universitaries para defender la gratuidad de la educación.
Si te cobran, no es gratuita
El EAS es un secundario que depende de la UNT y por lo tanto sus fondos son públicos. No se le puede negar el derecho a estudiar a nadie por el hecho de no poder pagar algo que debería ser gratis! Incluso el seguro debería estar contemplado dentro del presupuesto educativo que se vota en ambas cámaras (diputados y senadores).
La impostura tomada por las autoridades se da en el marco del constante desfinanciamiento de la educación pública, que se exacerbó con los planes de ajuste del FMI que los gobiernos implementan. Como decíamos en una nota anterior, "podemos mencionar el recorte presupuestario en Ciencia y Educación, donde se pasará de un 7,1% al 5,5% en este año. Para las universidades si bien se habló de un “aumento del 30%” con respecto al anterior presupuesto, en realidad se trata de una pérdida de casi 15 puntos si tenemos en cuenta a una inflación anual superior al 45%".
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¿Cómo hacer para defender la gratuidad?
El ejemplo secundario da cuenta de que la caída de los aranceles no va a ser sin resistencia de quienes hacen negocios con la educación. Por eso, es importante poder coordinar entre los centros de estudiantes secundarios y universitarios una gran campaña contra el arancelamiento, que pueda organizar a les estudiantes de todas las unidades académicas.
Impulsar en cada lugar de estudio una campaña por la gratuidad puede permitir que sean muches compañeres las que se sumen en el marco de una situación de profundización de crisis económica.
Eso puede permitir poner en discusión el presupuesto nacional y que les estudiantes (docentes y no docentes) puedan discutir a dónde va la plata. Al presupuesto educativo lo vota el congreso y ahí deciden bajarle las retenciones a los oligarcas, subsidiar a los industriales y bajar el ingreso para la educación y la salud. Por esto, les estudiantes tenemos que “meternos” en la política y desde el Frente de Izquierda nos opusimos al presupuesto.
Las “interestudiantiles” (coordinadoras de estudiantes universitarios y secundarios) pueden ser una buena herramienta para coordinar la fuerza y no pelear “por separado”. Estas asambleas de coordinación se dieron en los últimos procesos de movilización estudiantil y docente. De ahí se podrán definir acciones coordinadas en defensa de la educación pública, gratuita, laica, científica y de calidad.