Desde el Equipo Técnico de Infancias y Adolescencias convocamos a marchar acompañando a familiares y amigos de Luciano a 13 años de su muerte y desaparición este domingo 30 de enero a las 18hs, en Gral. Paz y Mosconi, Lomas del Mirador. La cita es en las calles, porque solo con organización se puede pelear porque no haya más pibes muertos por la policía.
Viernes 28 de enero de 2022 20:27
Los casos de gatillo fácil, de muertes en manos de las fuerzas represivas (sea cual fuese) no son números en una estadísticas. Santiago Maldonado en manos de la Gendarmería Nacional, Facundo Astudillo Castro por la bonaerense, Luciano Olivera en Miramar, Lucas González por la policía de la Ciudad; demuestran el accionar asesino y cómplice de los estados.
Luciano era un pibe de 16 años que la Policía Bonaerense persiguió, encarceló, torturó y hostigó, por negarse a “trabajar” para ellos. Fue desaparecido por la misma policía el 31 de enero de 2009, en Lomas del Mirador (La Matanza), durante la intendencia de Espinoza y siendo Scioli el gobernador. Familiares y amigos de Luciano salieron a luchar inmediatamente ante su desaparición, junto a referentes de derechos humanos y agrupaciones políticas; mientras con amparo político-judicial, la Policía se dedicó a amenazar a los testigos que la comprometían.
En octubre de 2014, su cuerpo apareció como NN en el cementerio de La Chacarita. Había sido enterrado el 11 de mayo de 2009 en una tumba en ese lugar.
En un contexto con más del 40% de pobreza, con un nuevo acuerdo para pagar al FMI una deuda ilegitima, ilegal y fraudulenta, aumenta la criminalización de la juventud. En momentos de mayor crisis social como la actual, la policía cobra mucho más peso en las políticas de represión y control social a la población, lo que implica un envalentonamiento de su accionar cotidiano.
Se agitan discursos de rabia racista y clasista, buscando en sectores de la población pobre al enemigo; discursos punitivistas, baja de edad de imputabilidad, proyectos "Blumberg", que intenta delinear una agenda de la derecha, legitimando el accionar de los Bernis, Bullrich, la mano dura, las balas para los pibes de los barrios pobres; mientras se niega descaradamente la complicidad de la Policía como actor protagónico del gran delito y el crimen organizado en todo el país.
Mientras en las principales ciudades del país, arrasa la precariedad extrema superando el 70 % de los jóvenes que trabajan, la cifra asciende por arriba del 74 % en las mujeres jóvenes trabajadoras. Entre los jóvenes entre 14 y 29 años el desempleo alcanzó el 19 %. Los gobiernos de Kicilof, Larreta y Alberto Fernández se dedican a reprimir a todo aquel que pelee por una vida digna. Bastan los ejemplos de lo sucedido en la Villa 31, en Guernica, y en Rafael Castillo.
Salía de un boliche en Morón y la Policía lo reventó a golpes
Sucedió el 15 de enero, la familia recién se atreve a hacer la denuncia al tener la filmación xq en el parte de la comisaría donde estuvo 6hs detenido informaron que hizo destrozos
Basta de perseguir a la juventud! pic.twitter.com/vLmgJFa0WD— Jorgelina Esteche (@EstecheJor) January 28, 2022
Sin ir más lejos, el área del Ministro de Seguridad Sergio Berni contará con nada menos que $261.816.673.000 según el presupuesto bonaerense; es la proyección más grande en la inversión del Ministerio, un 6,1% más que el año anterior. Lo mismo la Ciudad de Buenos Aires. Se destina más fondos a infraestructura de represión que a infraestructura escolar, a salud o vivienda. Hay más plata para construir cárceles que para construir escuelas.
La deuda no es con los especuladores financieros, ni con el FMI, es con los pibes y las familias trabajadoras. Mientras el gobierno nacional hace demagogia en el no pago, cierra un acuerdo millonario con el ente, alegando constantemente que es una deuda que ellos no contrajeron. El acuerdo al pago no distingue entre oficialismo y oposición.
Pero la juventud no se resigna, ni se siente derrotada ante la intención de vender su futuro, se organiza contra la precarización laboral, toma en sus manos la lucha en defensa del medio ambiente, se manifiesta ante la violencia policial; alza su voz en todo el mundo en una pelea por defender sus derechos y su futuro.
A pesar del entramado policial, político y judicial que alimenta la impunidad ante la desaparición y muerte de Luciano, hoy la familia sigue reclamando juicio y castigo a todos los culpables.