Vecinos y vecinas de Villa Itatí se concentraron hoy en la estación de Quilmes y marcharon hasta el edificio del Poder Judicial en reclamo de justicia por la muerte de Néstor Romero Sanabria que apareció ahorcado en su celda en la comisaría 2da de Bernal.
Miércoles 2 de diciembre de 2020 14:58
Néstor Romero Sanabria de 30 años había sido aprehendido en la madrugada del 14 de noviembre y trasladado a la comisaría 2da de Bernal, una dependencia policial que estaba clausurada por orden judicial desde el año 2017. A las dos horas de su aprehensión el joven fue hallado sin vida y colgado en un calabozo, por lo que su familia pide esclarecer el hecho ya que dudan de que se haya quitado la vida, como también son dudosas las circunstancias de su detención.
La Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) desafectó al oficial que estaba de servicio esa noche en la comisaría, lo que demuestra que hay una responsabilidad de hecho. Sin embargo, la titular de la UFI Nº 6 de Quilmes, Mariana Curra Zamaniego, sostiene la hipótesis del suicidio argumentando que hay pruebas; la autopsia confirmó que la muerte fue producto de un ahorcamiento y, según la fiscal, Néstor tenía antecedentes de autolesiones.
“Hay antecedentes de maltrato a jóvenes en esa comisaría y, ahora, nos enteramos también que estaba clausurada. Néstor nunca tendría que haber estado alojado allí. Por eso vamos a marchar para pedir justicia y para acompañar a la familia”, declaró Cecilia Lee, referente de la Cooperativa de Cartoneros de Villa Itatí.
Al mismo tiempo que se realizó la manifestación en las puertas de la sede judicial, la fiscal Mariana Curra Zamaniego recibió por primera vez a familiares del joven. Según declararon al terminar la reunión la fiscal se puso a disposición y al mencionarse por la familia la existencia de cámaras que pudieron haber registrado los hechos, también manifestó que serán solicitadas las imágenes de las mismas como pruebas. La familia de Nestor se deberá afrontar la búsqueda de pruebas y testigos.
En las presentaciones realizadas a la fiscalía, la AGAI y la Procuración General, la CPM hicieron hincapié en que la comisaría 2da de Bernal estaba clausurada por orden del TOC Nº 2 de Quilmes desde el 2017 y que, sin embargo, según el último parte oficial al 30 de octubre había siete personas detenidas.
Durante estos tres años, la dependencia siguió alojando personas y no es la única ya que en las últimas dos semanas de noviembre, dos personas murieron en comisarías bonaerenses clausuradas: Néstor Romero Sanabria en la 2da de Bernal y un joven más en la comisaría 1ra de Lanús
El jueves 30 de septiembre del 2010 el TOC 4 de Quilmes condenó a 11 años de prisión al policía de la bonaerense Norberto González que mató de un balazo al joven Víctor Balza de 18 años. El hecho sucedió en la madrugada del 7 de noviembre de 2003 en Villa Itatí, de Don Bosco, partido de Quilmes, cuando Víctor volvía a su casa después de haber ido a bailar. González baleó al muchacho que fue llevado gravemente herido a la Comisaría 2° de Bernal en la que murió dos días más tarde. Hay que aclarar que gracias a los mecanismos de impunidad que garantiza la justicia ni el médico que lo revisó, ni el fiscal que lo interrogó, ni los policías que lo dejaron morir, fueron imputados. Esto es una clara muestra de los graves antecedentes de esta dependencia. Durante todo un año se realizaron marchas y distintas actividades por el pedido de justicia para Víctor Balza; el CEPRODH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) acompañó para poder conseguir la condena del Policía que le disparó a Víctor junto a Carla Lacorte dirigente del PTS-FIT Unidad de Quilmes, víctima de gatillo fácil, militante por los DDHH e integrante del CEPRODH.
Durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio hubo cien víctimas de violencia policial entre casos de gatillo fácil y muertes en comisarias. Esto es el resultado de una orientación política del gobierno de Alberto Fernández y Axel Kicillof que empoderó este accionar represivo, que se cobra la vida de los hijos del pueblo trabajador, con total impunidad. Sergio Berni ha comenzado una su campaña política alrededor de la criminalización de la juventud y del pueblo trabajador como se ha visto en Guernica, donde la represión y la violencia policial son moneda corriente; sobre todo en momentos de crisis y ajuste donde también serán el mecanismo de defensa de los intereses que están lejos de las grandes mayorías y el pedido de justicia de los pibes como Nestor y Víctor que viven en las barriadas de la zona sur del conurbano.