×
×
Red Internacional
lid bot

25N. Mariposas: una historia con alas

Un día como hoy, 25 de noviembre, pero del año 1960 las hermanas Minerva (1926-1960), María Teresa (1935-1960) y Patria Mirabal (1924-1960), conocidas como las mariposas fueron asesinadas en República Dominicana por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

Miércoles 25 de noviembre de 2020 10:54

En 1981 durante el 1° Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que llevó adelante en Bogotá, se propuso que el 25 de noviembre fuera el día de lucha contra la violencia hacia las mujeres. Luego de esa propuesta las latinoamericanas no abandonaron las calles y cada año se manifestaron contra cualquier tipo de violencia ejercida contra las mujeres, y por esa lucha -en 1999- la ONU declaró el 25 de noviembre como el “Día Internacional de la No violencia hacia las mujeres”. Hoy reivindicamos a esas tres mariposas dominicanas que lucharon hasta su muerte contra el régimen de Trujillo.

El 16 de agosto de 1930 Trujillo inició en República Dominicana una dictadura que iba a durar hasta el 30 de mayo de 1961: ¡31 años!

En 1960 Centroamérica estaba políticamente muy convulsionada, ya habían caído las dictaduras en Colombia, Venezuela, y en Cuba la revolución había triunfado. En República Dominicana un movimiento clandestino de izquierda se organizó contra la dictadura: el grupo revolucionario 14 de junio. Allí las hermanas Mirabal eran conocidas como Las Mariposas, porque ese era el nombre con que se identificaban: mariposa 1, mariposa 2 y mariposa 3.

Junto a sus esposos, el hijo mayor de Patria y demás compañeros, fueron torturadas y encarceladas más de una vez. El 9 de agosto de 1960, estaban condenadas y presas, pero sorpresivamente Trujillo les concedió el arresto domiciliario, que les permitía salir para visitar a sus esposos e ir a misa. Solo pasaron unas semanas con esta libertad, y el régimen ya contaba con informes sobre reuniones secretas encabezadas por las Mirabal. Fue entonces cuando el dictador ordenó eliminar a las mariposas.

El 25 de noviembre de 1960 volvían de la cárcel luego de visitar a sus compañeros, y el jeep en el que viajaban fue interceptado en el camino por fuerzas militares. Las tres hermanas y el chofer fueron brutalmente asesinadas a golpes, y lanzadas a un barranco para simular un accidente.

Trujillo supuso que con la desaparición de las hermanas terminaba también con cualquier intención de vuelo. Todo lo contrario. La muerte de las mariposas batió las alas de un pueblo que apoyó sus ideales y se levantó contra la dictadura, que finalmente cayó y culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.

Tomar el cielo por asalto para volar en libertad

¿Cómo reivindicamos hoy la lucha de las mariposas?

Minerva, Patria y María Teresa se organizaron para enfrentar junto a su familia, compañeros y compañeras a la dictadura de Trujillo, una de las más sangrientas y más largas, amparada y protegida por el imperialismo yanqui. ¡Fueron mariposas antiimperialistas!

Su legado está hoy junto a las miles de mujeres que se organizan y saldrán a las calles en Argentina como en Guatemala, Perú, Chile y otros países del mundo contra la violencia hacia las mujeres y gritando más fuerte que nunca que sin aborto legal y con ajuste del FMI no hay #NiUnaMenos.

Miles de mariposas decididas a no callarse más, a exigir Educación Sexual Integral en todos los niveles, separación ya de la iglesia del estado, justicia por las que ya no están, a exigir en las calles jujeñas justicia por Iara, Cesia, Gabriela, Nahir, Roxana y todas las víctimas de violencia machista. Miles de mariposas convencidas de luchar contra todas las formas de opresión y violencia contra nosotras, cadena que tiene como último eslabón el femicidio.

Cadena de violencia garantizada principalmente por el Estado, los gobiernos y sus instituciones. Ellos son los responsables de sostener, reproducir y legitimar la violencia de género.

Por eso hoy la lucha por los derechos de las mujeres es una lucha política, como la de las Mirabal. Por eso el batir de alas feministas tiene que unirse a las mujeres sin techo de Ledesma, de Guernica, de todo el país. Agitar las alas contra un presupuesto de miseria hecho a la medida del FMI. Agitar las alas junto a los y las trabajadores que salen a pelear, apoyar a los trabajadores de mina El Aguilar en la defensa de sus puestos de trabajo, así como de los recursos naturales, junto a la incansable lucha de nuestras comunidades originarias.

Para tomar el cielo por asalto no alcanza un vuelo bajito y solitario. Tenemos que volar todes. Quienes no tenemos nada que perder, pero tenemos un cielo por ganar ¡A prepararse! A batir las alas y alzar un sueño revolucionario. Por ese cielo por el que pelearon las mariposas, por ese cielo rojo que pidió Lemebel en su manifiesto. Por un mundo donde ser mariposa no sea difícil, porque ya no será -NUNCA MÁS- más un mundo de gusanos capitalistas.


Nadia Ruge

Artista

X