Al cumplirse un mes de la desaparición de Guadalupe Lucero Cialone, una gran movilización copó las calles céntricas de la Ciudad de San Luis, exigiendo su aparición con vida y haciendo responsables al Gobierno local, a la Policía y a la Justicia puntanas de que ello se concrete.
Viernes 16 de julio de 2021 18:36
El pasado miércoles 14 de julio se llevó a cabo una enorme movilización por la aparición con vida de Guadalupe Lucero Cialone, la nena de 5 años que fue secuestrada hace treinta días atrás, mientras jugaba en la puerta de su casa.
La comunidad de San Luis, organizaciones políticas, sociales, sindicales y culturales acompañaron a la familia de Guadalupe, exigiéndole al Gobierno provincial de Alberto Rodríguez que no cese en su búsqueda, que ponga todos los recursos que haya que poner hasta encontrarla sana y salva, y reclamando a la Justicia y Policía puntanas respuestas concretas sobre el caso.
El faltazo a esta importante convocatoria estuvo en cabeza de las autoridades gubernamentales locales (incluidas las que forman parte de la Secretaría de la Mujer) y de las y los referentes de los Partidos políticos del régimen puntano. Es que a la hora de la concentración y posterior movilización, esta casta política (tanto del oficialismo de Rodríguez Saá como de la oposición de Poggi y compañía) estaban haciendo las presentaciones de sus Alianzas electorales ante la Justicia Federal y la Justicia Provincial.
La falta de apoyo y solidaridad de estos sectores para con la familia de Guadalupe se hizo sentir y escuchar en las palabras de Yamila Cialone, madre de la nena: "Un San Luis sin mi hija, vergüenza les tendría que dar salir a presentar un partido político a la misma hora de la marcha".
Mantener la organización, seguir en alerta permanente, continuar con las movilizaciones, sumar solidaridad activa y extender el grito de "aparición con vida ya de Guadalupe" en todo el país; es fundamental para que el Estado, los Gobiernos y sus instituciones pongan todos los recursos y todas las herramientas necesarias para encontrar a la nena sana y salva, sin cesar ni un instante en su búsqueda.