Estudiantes exigen la rebaja del arancel estudiantil mensual a media cuota durante lo que dure la cuarentena. Plantean que es elemental para continuar sus estudios ante esta crisis sanitaria
Sábado 28 de marzo de 2020 22:23
En la última semana estudiantes de la Universidad de Congreso, Universidad de Mendoza, Universidad Mazza, UCA, Champagnat, entre otras, iniciaron un reclamo exigiendo que el arancel de las cuotas se rebaje a la mitad, ya que no están haciendo uso de las estructuras, la cantidad de materias cursadas de modo virtual son menos de las que deberían cursar acorde al programa y, en muchos casos,en esas cursadas virtuales no se dictan clases sino que se limitan a la entrega de material y proyectos que deben enviar.
Muchos de las y los estudiantes tienen que trabajar para poder pagar las exorbitantes cuotas que deben pagar para estudiar carreras que no ofrecen las universidades públicas. La cuarentena obligatoria que decretó Alberto Fernández tuvo un gran impacto en las economías familiares y abre una nueva limitación para acceder y finalizar los estudios. Esto se expresa en que les estudiantes no pueden trabajar por respetar la cuarentena, por lo tanto, se retrasan con el pago y como consecuencia con la carrera. Así funciona la empresa de la educación paga.
Rol social de las universidades frente a la pandemia
El coronavirus no solo abrió una crisis sanitaria, también profundizó la crisis económica. Ante esta situación les estudiantes exigen que se rebaje la cuota a la mitad y que se otorguen becas a quienes no puedan pagar, cancelando los meses que deban para evitar el endeudamiento. Hay que tener en cuenta que en la mayoría de estas universidades gran parte de las carreras están relacionadas a la salud y la educación, importantísimas por su rol social en este momento, como es el caso de Medicina en la Universidad de Mendoza.
Si bien ahora estamos cumpliendo una cuarentena, si se destinaran los fondos que actualmente han sido destinados al pago de la deuda ilegal e ilegítima, se podrían abrir todas las carreras en la universidad pública, con turnos de cursado accesibles para que las y los trabajadores puedan estudiar de manera gratuita.
Cada universidad podría estar a disposición, en la medida de lo posible teniendo en cuenta la prevención de la salud, de las necesidades que se abren para enfrentar esta crisis. Presentando informes con todos los recursos que cuenta (infraestructura, laboratorios, impresoras 3D, centros de investigación, además de docentes y estudiantes capacitados para colaborar). Esto ya ha sido demostrado en distintas universidades del país, donde se pusieron recursos y conocimientos al servicio de las necesidades de las mayorías para combatir la pandemia frente a la incapacidad del sistema de salud, producto del desfinanciamiento gobierno tras gobierno.