El libertario buscó mostrarse ganador y repitió su discurso contra la "casta política chorra", en defensa de la propiedad privada y el liberalismo. A lo “gatito mimoso” evitó volver sobre sus definiciones más polémicas y confrontativas buscando ampliar su auditorio. No faltaron referencias negacionistas del genocidio entre tanto ruido para profundizar el ajuste.
Diego Iung @IungDiego
Jueves 19 de octubre de 2023 01:15
Menos de una semana después de que los dichos de Javier Milei, desde la financiera de su candidato a Jefe de Gobierno Ramiro Marra, acerca de que el peso argentino era “excremento”, colaboraron con la fuerte corrida del dólar blue, en la puerta del estadio Movistar Arena militantes libertarios repartían “dólares de Milei”. Así empezaba el acto del candidato que apuesta por profundizar la degradación de la soberanía nacional, ajustando “mucho más” de lo que pide el Fondo Monetario Internacional.
Después de haber salido en primer lugar en las PASO de agosto, aunque por estrecha diferencia, Milei y los principales candidatos de La Libertad Avanza buscaron montar un show en toda la línea. Mientras el acto se demoraba en comenzar, Ramiro Marra, conocido por su defensa de la pornografía en vez de la educación sexual y por sus ganas de vender Paka Paka, entre otras, jugó a hacer de estrella de rock y fue subido en andas en un par de ocasiones. Todo acompañado de la melodía de “Provocamé”, pero con la letra un poco distinta, esta vez proponiendo “votá Milei y que dolaricé”. Un público joven y en un ochenta por ciento masculino coreaba con ganas agitando vuvuzelas de “Milei Presidente”.
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La palabra la tomó en primer lugar Alberto Benegas Lynch, a quien Milei define como su “prócer”. El economista ultraliberal no dudó en dar la nota reaccionaria, cargando contra los “terroristas” de los 70´, para continuar con las definiciones negacionistas de la política genocida de la última dictadura que vienen haciendo Javier Milei y Victoria Villarruel. Aprovechó el envión para subirse a la ola prosionista y decir que aquellos que defienden la lucha de los 70´ se “asimilan” con los que hoy “no pueden condenar a Hamas”. Como era de esperar, no dijo una sola palabra de condena del asedio genocida del ejército israelí, mientras en el acto se veían jóvenes con la bandera de ese estado, en momentos en que Israel viene de bombardear de manera indiscriminada a la población palestina y llegando a destruir un hospital con el saldo de 500 muertos. Ahí está la “libertad” de la que hablan, mientras buscan deliberadamente confundir lo que dice la izquierda y todos aquellos que defendemos la heroica lucha del pueblo palestino y que nada tiene que ver con compartir los métodos o fines de Hamas.
Este personaje derechista aprovechó para plantear que estaba totalmente en contra de definir a Milei como antisistema, ya que es un fiel seguidor de los principios republicanos y del derecho a la propiedad privada. Por si quedaban dudas de que acá no hay ningún voto contra la “casta” y mucho menos aún contra este sistema sostenido sobre las ganancias de unos pocos. Luego reivindicó al presidente norteamericano Ronald Reagan y, justo después y en momentos en que en el mundo caen las bombas sionistas, empezaron a pasar en pantalla gigante imágenes de bombas nucleares y La Renga.
En esta fiesta reaccionaria, que poco parecía tener que ver con la incertidumbre que rodea a las grandes mayorías en momentos de disparada de la inflación y crecimiento de la pobreza que amenaza con agravarse, Milei subió al escenario cantando “yo soy el rey, te devoraré” y se abrazó con sus principales candidatos: Victoria Villarroel, Ramiro Marra, Carolina Piparo, Diana Mondino y el Dipy, entre otros. Luego de agradecerle a todos ellos, pidió un aplauso fuerte para quién consideró como la persona más importante de La Libertad Avanza: “El Jefe”, Karina Milei.
Luego de cantar “primera vuelta la puta que lo parió”, el libertario fue breve y buscó mostrarse confiado, llamando a fiscalizar y a buscar los votos de quienes no acudieron a las urnas en agosto. Lejos de otros discursos más confrontativos, esta vez Milei buscó mostrarse más a lo “gatito mimoso”, como lo definió Myriam Bregman, quizás buscando mostrar menos la "motosierra” y más gobernabilidad hacia los dueños del país y la posibilidad de poder cerrar acuerdos con la misma casta en caso de que las urnas lo favorezcan.
Mencionó en apenas dos ocasiones al oficialismo, habló de los que se dicen el “cambio” pero afirmando que es un cambio “solo de forma” y la agitó contra los radicales arengando “el que no salta es radical”. Sí se despachó, como en otras ocasiones, contra “la casta política chorra” y denunció al resto de los partidos por afirmar que votar a Milei es un salto al vacío. “Salto al vacío es el de ustedes chorros empobrecedores”, gritó desencajado.
Milei denunció a los “políticos empobrecedores, periodistas ensobrados, sindicalistas vendidos, cómplices de este sistema empobrecedor”. Sin embargo en esta catarata de definiciones parece se olvidó de mencionar el armado de listas que el propio peronismo le gestó en varios distritos a la Libertad Avanza, según denunciaron integrantes de Unión por la Patria como Grabois o Berni, tampoco tuvo memoria para recordar que se hizo conocido por esos “periodistas ensobrados” que le dieron aire desde Corporación América y por las gestiones del magnate Eduardo Eurnekian. También se hizo el desentendido acerca de que uno de los principales “sindicalistas vendidos” esté hoy al frente de organizar la fiscalización para su fuerza en todo el país. Hablamos de Luis Barrionuevo, famoso por su histórica frase autoinculpatoria: “Hay que dejar de robar por lo menos por dos años”.
El libertario también fantaseó planteando, como ya había hecho en el debate presidencial, que Argentina podría ser como Francia “en 15 años o 20 años” o “como Alemania en 25”, sin dar la menor explicación de cómo sería este proceso. En otro momento de su intervención también buscó recrear cierta mística “liberal” y afirmó que estas eran las elecciones más importantes en 107 años (desde que se vota en Argentina).
Contra este circo derechista, que festeja mientras millones se hunden en la miseria, pero también contra aquellos que hoy siendo Gobierno aplican a fondo el programa del FMI, creando las condiciones para que la derecha se envalentone, se pone de pie el Frente de Izquierda - Unidad, que viene de dar una enorme pelea de la mano de Myriam Bregman en los últimos debates presidenciales y en una campaña a pulmón, dejando claro que ante tanto menemismo y promesas de ajuste, hay una voz que se planta para acompañar los derechos de los trabajadores y un compromiso de lucha.