Esta semana el Supremo Tribunal Federal de Brasil debe decidir sobre una normativa que permitiría quitarle las tierras a miles de indígenas. Se trata de un nuevo avance de los terratenientes que ya fueron beneficiados bajo el Gobierno de Bolsonaro.
Lunes 23 de agosto de 2021 11:33
Alrededor de 1.500 indígenas de más de 20 etnias iniciaron un campamento en Brasilia para reclamar contra una normativa llamada "tesis del marco temporal" que será puesta a votación esta semana en el Supremo Tribunal Federal (STF).
Se espera que en los próximos días el campamento llegue a 5.000 indígenas de 40 grupos étnicos.
La "tesis del marco temporal" surgió como parte del lobby de los terratenientes y el agronegocio para cuestionar la demarcación de tierras a favor de las poblaciones indígenas. Según esta normativa los pueblo originarios solo tendrían derecho a la tierra si pudieran demostrar que estaban en posesión de las mismas el 5 de octubre de 1988, fecha de promulgación de la Constitución.
Sobre este tema Roberto Antonio Liebgott, coordinador de la región Sur del Consejo Indígena Misionero (CIMI), ya señalaba hace unos meses que "Todos aquellos pueblos que fueron obligados y apartados de sus territorios por el conflicto y la violencia o que fueron expulsados, perderían el derecho a la demarcación de las tierras que hoy reivindican (…) y lo peor de todo, la ley prevé la revisión de demarcaciones que ya sucedieron, entonces inviabiliza demarcaciones futuras y puede retroceder con demarcaciones que se hicieron en el pasado”
Por su parte, en entrevista concedida a UOL, Maurício Terena, indígena del Pueblo Terena de Mato Grosso do Sul, y asesor legal de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil, dice: "La tesis del marco temporal excluye todo el proceso histórico de Brasil, de expulsiones violentas de nuestras tierras (...). Es una des-caracterización del artículo 231 (de la constitución), de la actual política indígena. Analizando todo el proceso de colonización y ocupación, hay que considerar que los indígenas estábamos aquí desde antes de 1500”.
Esta normativa de "tesis del marco temporal", es ampliamente defendida por los "ruralistas" (terratenientes que tienen su propia bancada en el Parlamento) para arrebatarle la tierra a los indígenas y es parte del Proyecto de Ley (PL) 490 votado en el Congreso y que incluye otra serie de argumentos para avanzar sobre los derechos ancestrales de los pueblos originarios. Entre ellos se encuentra la facultad de demarcación de las tierras que pasaría del terreno federal gubernamental al parlamentario, es decir que para analizar y legalizar cada demarcación los indígenas necesitarían que sea aprobada mediante una nueva ley en el parlamento. Por otro lado abre la puerta para que en esas tierras, que hoy son propiedad del estado pueda entrar la explotación privada. Como señala Liebgott “La PL 490 rompe con los derechos que los pueblos indígenas tienen de usufructo exclusivo de sus territorios. Hoy en la ley brasilera, una tierra indígena es propiedad del Estado pero su uso es exclusivo de los indígenas, nadie más puede usarlas. Con este proyecto de ley se abre la posibilidad de que cualquier interesado en explorar económicamente una tierra pueda hacerlo”.
Esta semana el STF se pronunciará sobre una demanda del gobierno de Santa Catarina contra la Tierra Indígena Ibirama-Laklaño, donde viven los pueblos Xokleng, Guaraní y Kaingang. Se espera la decisión de los jueces porque su resultado tendrá efecto vinculante, es decir, creará una jurisprudencia que podrá aplicarse a casos similares en todo el territorio nacional.
Bajo el Gobierno de Bolsonaro se avanzó sobre los derechos de los pueblos originarios, como lo muestra la aprobación del PL 490 en la Sala de Constitución y Justicia del Congreso. Se trata de un atentado criminal contra la demarcación de tierras que tiene como objetivo beneficiar a los latifundistas y la agroindustria. El STF puede, luego de esta votación, sellar esta barbarie contra los pueblos originarios.