En medio de la campaña electoral, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, hizo su aparición en San Nicolás para dar una conferencia de prensa. Mientras busca ganar apoyo político en su candidatura junto a Larreta, en su propia provincia desata una represión sistemática contra docentes, trabajadores municipales y referentes de comunidades originarias y de organizaciones sociales que luchan contra una reforma antidemocrática. Todo esto ocurre con la complicidad del Partido Justicialista.
Federico Berg @fedeberg80
Viernes 14 de julio de 2023 07:13
El Gobierno de Gerardo Morales en Jujuy ha desatado una ola de represión contra referentes políticos y sociales que se oponen a su reforma constitucional. A pesar de los retrocesos que ha experimentado con esta reforma y del repudio social que ha recibido, Morales busca recuperar autoridad a través de una avanzada represiva con la complicidad del PJ jujeño.
Esta situación tiene lugar en el contexto de la campaña electoral, en la que Morales se promueve como el ala dura de Rodríguez Larreta. Sin embargo, mientras las rutas de Jujuy continúan bloqueadas por comunidades originarias y trabajadores que rechazan la reforma, el gobernador continúa con su gira electoral como si no pasara nada.
Evadiendo cobardemente su responsabilidad en la represión, en la conferencia de prensa que dio en San Nicolás evitó pronunciarse sobre esto, y se dedicó exclusivamente a la interna de su frente electoral. Lo acompañó el concejal radical y precandidato a intendente Agustín Barba, socio de los Passaglia en la ciudad. También amagó con tímidas críticas a Sergio Massa, uno de sus aliados políticos más importantes.
Coincidentemente, esa misma mañana visitó la ciudad el candidato a senador provincial Sergio Berni, represor bajo las órdenes de Kicillof, e integrante de las listas de Massa y Grabois. Fue en San Nicolás donde su policía bonaerense asesinó a los jóvenes Ezequiel Corbalán y Ulises Rial durante la cuarentena. Sus madres y amigos siguen luchando por justicia. El día anterior había sido el turno de Patricia Bullrich, otro exponente de la derecha represiva, quien hiciera campaña en la ciudad.
Crisis en Jujuy
La represión en Jujuy alcanza niveles alarmantes, con detenciones ilegales, persecución y violencia policial contra quienes se organizan en contra de las políticas de Morales. Los docentes, que llevan 4 semanas de paro defendiendo la educación pública y la dignidad de sus condiciones laborales, son blanco de la violencia estatal. Los trabajadores municipales, que reclaman por sus derechos y condiciones laborales justas, son reprimidos y hostigados. Los referentes de las comunidades originarias y las organizaciones sociales que luchan por la justicia social y el respeto a sus territorios son amenazados y perseguidos. Entre los detenidos está Iván Blacutt, docente de la UNJu y candidato del Frente de Izquierda Unidad en la provincia. En San Salvador también están detenidos Santiago Zamora, Gabriel Taboada, Walter Puca, Jose Donaire, Gonzalo Marino y Gabino Cruz. Alejandro Vilca, diputado nacional del Frente de Izquierda - Unidad, está en la comisaría reclamando su liberación junto al pueblo jujeño.
Esta represión ilegal se lleva a cabo con la complicidad del PJ, cuyos convencionales votaron a favor la reforma antidemocrática que perpetúa el modelo extractivista y persigue la protesta social. Algunos sectores peronistas hacen tímidas denuncias que solo revelan motivaciones electorales, con el silencio de otros aliados políticos. Se evidencia una conexión entre la explotación de los recursos naturales comunes, como el litio, y la agenda neoliberal que impulsa la entrega de los recursos para pagar la deuda externa y promover reformas laborales flexibilizadoras. Es el consenso extractivista de las dos principales coaliciones, Juntos y UxP, que coinciden en pagarle al FMI sobre la base del hambre del pueblo y la depredación ambiental.
En Jujuy, en Buenos Aires, en Rosario y en todo el país se convocaron movilizaciones para repudiar la violencia estatal. Es momento de imponer una agenda alternativa, que invierta las prioridades, como plantea Myriam Bregman y el Frente de Izquierda - Unidad. Contra la depredación del ambiente y la represión, las centrales sindicales tienen que romper la tregua y convocar a un paro nacional activo. Por una salida favorable a los trabajadores, levantemos la izquierda y hagamos nuestra la consigna del pueblo jujeño: ¡Arriba los salarios! ¡Abajo la reforma!
