Tenía un gran compromiso con el modelo de las democracias occidentales; fue uno de sus grandes referentes; sus obras están íntimamente relacionadas con el estudio del paradigma liberal de la democracia, pero también con su defensa.
Jueves 6 de abril de 2017
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Este científico social, fue galardonado en 2005 con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por sus aportes a su campo de estudio, la política comparada de la cual fue uno de los grandes exponentes en el mundo.
Tuvo una prominente producción con libros como: “Ingeniería Constitucional comparada”, “Partidos y sistemas de partidos”, “La política: lógica y método en las ciencias sociales” y “Teoría de la democracia”. También destacan “Elementos de teoría política”, “Homo videns”, “La sociedad multiétnica”, “¿Qué es la democracia?” entre otras.
¿Qué había detrás de los contenidos que elaboraba?
Tenía un gran compromiso con el modelo de las democracias occidentales; fue uno de sus grandes referentes; sus obras están íntimamente relacionadas con el estudio del paradigma liberal de la democracia, pero también con su defensa. Es por eso que al final de su vida declaró su posición eurocéntrica en contra del Islam y el multiculturalismo.
Pensamientos como éste han servido como detonantes para la gran crisis migratoria en la que se encuentra gran parte de Europa, pues Sartori defendía la idea de que este continente es un ejemplo de democracia y libertad, por tanto le corresponde expandirse por el mundo.
En el caso de América Latina, Sartori fungió como ideólogo de las transiciones a la democracia, por lo mismo mantuvo una posición poco crítica a la injerencia y participación del imperialismo estadounidense con respecto a la región, ya que en sus análisis y comparaciones de los sistemas políticos latinoamericanos se encuentra ausente algún tipo de crítica por la imposición de las dictaduras militares en estos países.
La generación del videoniño
Sartori analizó profundamente el papel de los medios de comunicación en esta sociedad y los efectos de la exposición constante a la televisión y sus contenidos. A este proceso e influencia lo denominó como la generación del videoniño; expuso que la televisión es el medio de comunicación más eficaz y que posee un público más amplio, pues aunque en sus inicios no se dimensionaba la potencia de este medio, ha sido utilizado con diferentes fines ya sean positivos o negativos.
El impacto de la televisión trasciende en que el público transmite lo que aprende ahí, por tanto los contenidos tienen un efecto multiplicador. Dichos contenidos crean un público y generan opinión.
El videoniño por excelencia, el presidente de la república Enrique Peña Nieto, condecoró a Giovanni Sartori con el reconocimiento más grande que un extranjero pueda recibir de México, la Orden del Águila Azteca. En 2015 Peña Nieto reconoció a Sartori como un referente en temas de democracia e ingeniería constitucional.
Sobre el presidencialismo mexicano
Sartori también teorizo sobre el sistema político mexicano, en su obra lo analiza junto con otros de América Latina para considerarlo como un producto extraño. Son innegables las aportaciones del politólogo italiano a la Ciencia Política y al estudio de los sistemas políticos, sin embargo, al momento de analizar México él se queda en aspectos que son meramente de tipo institucionales, ya que reconoce a la presidencia como eficaz pero autoritaria e incluso hace propuestas, de tener un semi presidencialismo (algo que retomó en cierta manera de Francia).
El gran inconveniente con este tipo de razonamientos es que dejan del lado otro tipo de estructuras de poder que están presentes, como es el caso del corporativismo sindical por ejemplo, que implica un control directo del Estado sobre los organismos laborales (algo que también aplica para organizaciones sociales). Donde la clase obrera no puede elegir a sus dirigencias, por el contrario la burocracia sindical se impone y en alianza con los partidos del régimen, moviliza a los trabajadores de manera clientelar para obtener prebendas a cambios de votos.
Cuestiones como estas no fueron vistas por el politólogo italiano que diera su bendición a la transición pactada del año 2000, conocida como la alternancia entre el PRI y el PAN, consolidando así una partidocracia que limita la participación democrática imponiendo fuertes restricciones a las organizaciones sociales independientes con el fin de evitar su participación en elecciones. El resultado de esto fue una degradación del esquema de la democracia liberal que se ha ido consumando de poco a poco y que llegó con la bendición de Sartori, con José Woldenberg como principal exponente en el país, quien se apoyó en el teórico italiano para justificar este proceso que apuntaló como Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral en las elecciones del 2000.
“Entre sus principales aportes está una teoría de la democracia que yo llamaría realista; siempre opuso el ideal democrático contra la democracia real; aunque decía que aquel servía para corregir deficiencias y obstáculos” declaró Woldenberg ante la muerte del politólogo, y también recomendó que “para aquel que quiera introducirse en las reglas e instituciones que hacen posible la democracia, sin duda alguna Sartori es una muy buena guía”.