Así lo manifestó en una entrevista, Guido, médico neurocirujano del hospital Garrahan. Luego del cierre del paro de 48 horas de residentes nos reunimos con él, nos contó cómo es trabajar en el hospital pediátrico más importante de Latinoamérica, en el contexto del plan de ajuste del gobierno nacional de Javier Milei.
Martes 1ro de octubre 21:42
. ¿Podrías contar en qué consiste el trabajo en el Servicio de Neurocirugía?
Hacemos cirugías del sistema nervioso de chicos de entre 0 y 16 años, lo que implica que toda la variedad de patologías de Neurocirugía en pacientes pediátricos las atendemos acá.
Tengo entendido que somos el hospital que más procedimientos neuroquirúrgicos hace, aproximadamente 1.200 por año, muchas son de alta complejidad, incluyendo oncológicas. En general, el 40% de los pacientes oncológicos de todo el país, con o sin cobertura, se atienden en el hospital.
Aparte tenemos mucha tecnología que no hay en otros hospitales públicos. Atendemos con la mayor complejidad y con el mayor avance tecnológico posible. Por ejemplo, tenemos neuronavegador, microscopio quirúrgico, que nos sirven para poder hacer cirugía de la mayor calidad posible. Tenemos mucha producción científica, además de la calidad de atención y somos muy reconocidos en el mundo por eso. Solo por poner un ejemplo, el año pasado ganamos 4 de los 5 premios en el Congreso Argentino de Neurocirugía.
. En cada paro venimos poniendo en valor lo que hacemos en el hospital, difundiendo la importancia de nuestro trabajo. ¿Hay algún caso que te haya marcado o reafirme tu elección de formación, o la elección de tu especialidad?
Me acuerdo particularmente el caso de una chica que vino derivada del Castex con un sangrado en el cerebro, gravísimo. Una vez que entró al hospital, en el intervalo de media hora se la metió a terapia intensiva y se diagnosticó que tenía una leucemia Mieloide aguda con la hematóloga de guardia, que nos explicó que era un tipo de leucemia tratable. Nosotros con toda esa información le pusimos un catéter de presión intracraneana que midió una presión casi incompatible con la vida. Pero en el contexto de un diagnóstico tan rápido y siendo una leucemia tratable, decidimos hacer el procedimiento quirúrgico. Hicimos una descompresión ósea en un caso que probablemente en cualquier otro lado no se hubiera llegado a hacer absolutamente nada.
La chica ahora está caminando, hablando, yendo al colegio, sonriendo, corriendo, como si nada hubiera pasado. Y la verdad es que eso es 100% por cómo funciona el Garrahan. Uno puede hablar de suerte, pero no hay otro lugar en el que haya, en conjunto, las ganas de laburar, el personal capacitado y la velocidad como para reaccionar en este tipo de situaciones, como estructura misma del hospital.
. Todo el equipo de salud en el hospital tenemos tradición de hacer abrazos y movilizaciones. Venimos de importantes jornadas de paro. ¿Cómo ves la situación desde tu sector?
Soy parte de autoconvocados, un sector de trabajadores de la salud de todo el hospital. Compartimos con otros sectores el objetivo de la lucha, que es la recomposición salarial, como base de todo. Cuando nos empezamos a juntar, el reclamo central es igual: el 100% de recomposición salarial, sobre todo por el hecho de que estamos viendo que a muchos les cuesta llegar a fin de mes. Mucha gente tiene pluriempleo, trabajan en 20 lugares en simultáneo para poder llegar a fin de mes y estamos viendo que se está yendo mucha gente del hospital. Quedamos atrás de las clínicas y hospitales privados en cuanto a sueldo, pero también atrás de otros hospitales públicos.
. ¿Hay profesionales que se van del hospital por esta situación?
En el último año renunciaron muchísimos profesionales en el Garrahan. Además, aproximadamente entre 50 y 60 residentes de pediatría ingresan por año, siempre fue el primer lugar elegido en las residencias de pediatría y lo que está pasando es que empezaron a quedar lugares vacantes. Esto empezó a pasar los últimos años, y pasa cada vez más.
. ¿Cómo ves que afecta la crisis económica en general a los pacientes? El impacto de esta situación en nuestras condiciones laborales, también la insalubridad, ¿cómo es la situación en tu sector?
Uno sabe porque lo cuentan los pacientes, muchos tienen que elegir, literalmente, ahora más que nunca, entre comer y venir al hospital. Eso impacta en el seguimiento de los pacientes e impacta en que muchas veces terminamos haciendo cirugías más tarde de lo que se deberían hacer.
El tema del retraso de las cirugías también está pasando, últimamente en muchos pacientes que no tienen cobertura social. Por ejemplo, nosotros a veces necesitamos pedir la cobertura de un implante para algún tipo de cirugía como las de remodelación por deformidad craneana. No se está aprobando el otorgamiento de los implantes o se aprueba con muchísima demora, sobre todo en pacientes de CABA y de Nación. Hay retrasos en las obras sociales también, pero sobre todo cuando son pacientes que no tienen cobertura y dependen del Ministerio de Nación.
Un retraso tremendo, a tal punto que a veces nos vemos obligados a cambiar las técnicas quirúrgicas porque no nos llegan los materiales. Estamos haciendo técnicas quirúrgicas con fijación con hilo, con algunas variaciones que se hacían hace 20 años, porque no nos llega el material de microplacas que necesitamos para fijar ese hueso. Materiales que son muy caros, pero son comprables e importantes para las cirugías.
Entré al hospital en el 2009 y aprendí a hacer esas cirugías con ese tipo de material. Ahora estamos abriendo libros viejos para ver cómo hacemos para que los pacientes se operen en tiempo y forma. Esto es un impacto directo.
El hospital dentro de todo, hasta ahora, viene tratando de mantenerse, de funcionar como funcionaba antes, sobre todo por el empuje y por el remar de los trabajadores del hospital. Pero estamos todos preocupados porque sabemos que esto si sigue así va a empezar a pegar aún más fuerte en cómo funciona el hospital, en el día a día. Las autoridades, una de las cosas que estuvieron diciendo, es que el hospital sigue funcionando como siempre, que de alguna forma si lo miras de lejos es verdad. Pero en todas estas pequeñas cosas que estamos acostumbrados a tapar con cinta, a atar con alambre, los médicos y el resto del personal sabemos que esto en algún momento se va a empezar a aflojar.
. ¿Qué mensaje le darías a las familias que vienen al hospital y están en esas condiciones o, que ven el déficit o, les cuesta llegar a fin de mes?
Que traten en lo posible de sumarse a nuestra lucha, porque es la misma lucha. Defender nuestras condiciones de trabajo y nuestro sueldo, tiene que ver con defender un modelo de atención del cual estamos orgullosos. Es un modelo de atención que logra las cosas que conté hace un rato, el caso de la chica que nos llegó del Castex y pudimos hacer que tenga una vida normal como cualquier chico. Son cosas que no se logran en otro lugar, que no sea con la salud pública.
Creo que es algo muy único, somos un país en el que la salud pública es muy única en relación a otros países. Pero dentro de lo único de este país, el Garrahan va más allá. Entonces la lucha no es una lucha egoísta por nuestro sueldo nada más, sino que es una lucha por mantener ese modelo de atención, que básicamente lo que hace es buscar lo mejor para los chicos.
. Se vienen haciendo acciones entre médicos, enfermeros, técnicos, administrativos. Hace bastante que no logramos esta unidad. ¿Qué opinas de eso?
En el 2022 se había logrado bastante unidad y ahora la verdad que esa unidad se ve cada vez más. De hecho, creo que la última asamblea general fue emocionante. Tenemos algunas diferencias en cuanto a métodos, pero cada vez se nota más que estamos en la misma y cada vez se ve que hay más sectores que se suman a la lucha. Hay sectores que quizá tienen un poco más de miedo por las represalias, pero creo que se empiezan a contagiar y eso se nota. En la asamblea se vio justamente el tirar para adelante, el objetivo común y la unidad. De hecho, se votó todo por unanimidad, creo que nunca estuve en una asamblea donde se vote todo por unanimidad.
. Hay diferentes gremios y diferentes organizaciones. ¿Cómo pensás que se puede lograr una unidad en las salas, los servicios que se mantengan en el tiempo?
Yo creo que tiene que ver con cierta flexibilidad en los métodos en cuanto a todas las organizaciones. Esto lo digo a modo personal. Tiene que ver también con que cuanto más enojo hay, más fácil es. Hay mucha gente que le tiene miedo a la palabra asamblea, tiene miedo a juntarse, a decir en voz alta lo que piensa.
Si bien están de acuerdo con la movida, si bien se suman al paro, etcétera, hay gente que tiene miedo. Entiendo también por qué tienen miedo. Por ejemplo, a uno de mis mejores amigos lo metieron en cana por la movilización de la Ley Bases. A él, que es un músico, lo metieron en cana, estuvo un fin de semana en Marcos Paz, terrible. Porque estaba en la calle sin hacer absolutamente nada y lo agarraron entre 7. Entonces, digo, es esperable que haya miedo, a mí también estas cosas me dan miedo. Pero uno se contagia me parece.
Nosotros, por ejemplo, frente a la resistencia de mucha gente a juntarse en reuniones, hacer asambleas, hicimos, por ejemplo, votaciones online. Entiendo que no es lo mismo, pero hay mucha gente que de esa forma puede participar, ¿no? Entonces nosotros el otro día, dentro de autoconvocados hicimos una votación en la cual supimos qué querían 200 personas.
Si bien sabíamos que no íbamos a lograr juntar a 200 personas en el mismo lugar a la misma hora que pudieran liberarse de la atención al paciente al mismo tiempo, me parece que quizás con ese tipo de métodos y flexibilizándonos un poco más, podríamos juntarnos y unirnos más para el futuro.
. Recién dijiste lo de la Ley Bases, también hay recortes presupuestarios en las universidades, está la privatización de Aerolíneas, el ajuste a jubilados y toda una situación social de ajuste. Vamos a una marcha donde van a ver otros sectores, ¿qué opinas de eso más allá de la situación del hospital?
En particular, nunca pagué ni un peso por toda mi educación primaria, secundaria y universitaria. Llegué adonde llegué por la educación pública, así que, si a mí la movilización del 2 no me encontraba con la columna del Garrahan, me iba a encontrar en la columna de la UBA. Me parece que esa es la situación de la enorme mayoría de la gente que trabaja acá, que tuvo la suerte de estudiar en la universidad pública. Participar es algo que nos va a dar mucha fuerza para seguir adelante.
. ¿Qué opinas del rol que están cumpliendo los sindicatos ahora y qué rol crees que deberían cumplir?
Específicamente la CGT me parece vergonzoso, porque siempre se termina colgando en las movilizaciones e incluso termina siendo contraproducente. No sé, hoy, por ejemplo, estaba la discusión de parar o no el 02/10 si se suma la CGT. No nos gusta estar ligados a la CGT, ahora te quita más gente que la que suma.
Acá UPCN básicamente es la pata gremial del Consejo de Administración del hospital, que lo único que hace es tratar de justificar los aumentos ridículos y difundir mentiras absurdas en los pasillos, como que la dirección arregló con los médicos por un 20%. Son intentos de fragmentar la lucha. Intentos que hacen que quizás otros segmentos, no médicos o no profesionales de la lucha piensen que nosotros nos vamos a bajar. De hecho, hay muchos que piensan eso, piensan que ya tenemos todo arreglado.
Incluso, recorrieron los sectores como enfermería, diciendo que ya se había arreglado un 20% para que la gente se bajara del paro. Esto es algo gracioso porque hasta nos lo dijo la gente del Consejo en la cara cuando nos reunimos hace un mes, cuando empezó todo esto. Después de darnos una palmadita en la espalda y decirnos que no podían hacer nada, nos dijeron: "El problema es que ustedes no tienen representación". Creo que es una realidad que no hay representatividad verdadera del conjunto de trabajadores. O si la hay, es parcial o no tiene la fuerza que debería tener.
. Los sindicatos tienen estás direcciones, pero son herramientas de los trabajadores. ¿Cómo crees que se podría lograr representatividad para discutir con el Consejo?
Creo que los trabajadores de la salud, sobre todo los médicos, pero también los trabajadores en general, le tenemos mucho miedo a esto. Siempre queremos tratar de quejarnos, pero lo vemos de costado. Me parece que deberíamos intentar involucrarnos un poco más. En particular, la lucha a futuro en el Garrahan debería ser por conseguir una paritaria propia. Más allá de esta lucha, para no tener que hacer esto todos los años.
. Vemos en las asambleas y en las salas que algunos compañeros están un poco más ansiosos, otros dicen que será un conflicto largo. ¿Vos cómo la ves?
Veo que la gente está más enojada y cada vez más convencida de que hay que ir hasta el final. No veo en los pasillos, a compañeros, ni médicos, ni instrumentadores que muestren preocupación por la longitud del conflicto. Más bien, hay mucha gente diciendo que hay que ir hasta las últimas consecuencias. Uno piensa que esto se extenderá por mucho tiempo, pero al menos está el aliciente de que parece que la gente en el hospital quiere luchar. Las consignas son unánimes; cada sector tiene sus propias consignas, pero las tres más acordadas entre los tres sectores más grandes son realmente unánimes: la recomposición salarial del 100%, sacar ganancias y asegurar que nadie esté por debajo de la canasta familiar. Esos son los 3 reclamos claves.
. Bueno y un poco lo dijiste, pero ¿cómo crees que tenemos que seguir? Ahora tenemos paro el 2, el 8 y el 9.
Creo que lo importante es no cortar los espacios de diálogo entre nosotros. Mantener el consenso es no bajar los brazos, porque si no se escala, no vamos a conseguir absolutamente nada. Entonces, debemos juntarnos cada vez más, tratar de convencer a los que no están convencidos, sacar el miedo a quienes lo tienen, mirar hacia adelante y ponernos de acuerdo para seguir defendiendo el modelo de atención que promovemos.
. Además de estas peleas urgentes que estamos enfrentando. ¿Cuál opinas que sería una salida para el sistema de salud en general?
El modelo que defendemos necesita un sistema de salud que tenga, no solo el presupuesto suficiente para funcionar adecuadamente, sino que sus trabajadores cuenten con un sueldo suficiente para no tener que buscar empleo en otro lado.
Necesitamos un sistema de salud centrado en lo público, justamente, necesitamos que haya cada vez más recursos públicos para que funcione mejor. Ahora tenemos un sistema múltiple donde se destina plata a las obras sociales y a subvencionar a las prepagas para que no suban el costo hasta el techo. Debemos poner más recursos públicos, porque la salud en Argentina depende de lo público, no depende de la prepaga. El discurso de privatizar todo para mejorar es un error.
En nuestro sistema de salud, lo que está ocurriendo ahora no parece ser algo secundario, más bien, parece ser una decisión política para debilitar la salud pública. Esto lleva a que los mismos profesionales y trabajadores de la salud se vayan al sector privado. Es una forma, quizás un poco más prolongada y subrepticia, de privatizar la salud pública.
Buscamos que la gente ajena al sector salud sepa que siempre pueden contar con nosotros para ayudarlos. Si leen esto o ven esto, les pedimos que se solidaricen, hablen y compartan en las redes, porque todo eso ayuda.