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Red Internacional
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No somos “los cachorros de Podemos”: aclaración para derechistas despistados

Después de la protesta contra Ayuso en la Universidad Complutense, la derecha trató de vincular la movilización al gobierno y los “progresistas” buscaron instrumentalizarla para su política. A todos ellos, aquí va una respuesta.

Viernes 3 de febrero de 2023

La semana pasada, en la Universidad Complutense se manifestaron centenares de estudiantes junto a trabajadores de la universidad, sanitarios y docentes contra el nombramiento de Ayuso como Alumni Ilustre. La derecha no tardó en ponerse nerviosa y sacar a sus tertulianos a demonizar la protesta organizada por mis compañeros y compañeras de Contracorriente y Pan y Rosas, sindicatos como la CGT o el MATS, así como otras organizaciones estudiantiles a la que se sumaron protestas espontáneas de los mismos estudiantes de la facultad donde se realizó el acto.

Cuando los fachas te atacan, algo estás haciendo bien. Sin embargo, todavía me sorprende que nos tachen de podemitas. Llama la atención porque quien envió la policía a la universidad para blindar el acto de la líder del PP fue precisamente el gobierno del PSOE y Unidas Podemos que tanto critican. A su vez, distintos sectores del “progresismo” contribuyen a esta confusión – o manipulación más bien – para situarnos del lado de su gobierno. Así que vamos a dejar claras algunas cosas para quien todavía se niega a verlas.

A mí y a mis compañeras y compañeros de Contracorriente, siempre nos encontrarán plantando cara a la derecha. Lo hacemos además impulsando el frente único más amplio posible junto a otras organizaciones estudiantiles y sindicatos. Quedó muy claro en la Complutense el pasado 24 de enero.

Porque sus políticas de privatización de la sanidad y recortes en educación constituyen un ataque directo a la clase trabajadora y los sectores populares. Defienden un modelo de universidad elitista estableciendo matrículas de acceso que son una barrera más para la juventud precaria. Se encargan de poner las facultades al servicio del mercado asegurando la presencia de las grandes empresas en los campus mediante su representación en Consejos Sociales u organizando cátedras conjuntas; todo bajo la dirección inestimable de la casta universitaria afín a los intereses del mercado.

Además, sabemos que la derecha rescató a la banca y nos hizo pagar la crisis de 2008 con reformas porque es amiga de los capitalistas y enemiga de los trabajadores. Todo un despliegue de neoliberalismo acompañado del españolismo, machismo y la LGTBIfobia más rancia posible. Así que, aunque les joda, los y las camaradas de Contracorriente y Pan y Rosas seguiremos combatiendo al PP, Vox y compañía.

Pero no se puede frenar a la derecha de la mano de quien aplica sus políticas. Porque repasando la lista de medidas que acabo de hacer ¿Cuántas son compartidas por los gobiernos del PSOE o el de coalición con Unidas Podemos?

Para quienes militamos en Contracorriente es imposible pararle los pies a Ayuso, Abascal o el próximo bicho reaccionario que surja al mismo tiempo que se apoya al gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Porque se negaron a intervenir la sanidad privada durante la pandemia; aseguran el negocio de la Iglesia en educación; impulsan las reformas de Castells y Subirats para proteger el modelo de universidad-empresa; blindaron las reformas laborales del PP con una Ministra de Trabajo del PCE junto a la burocracia sindical y la patronal a la par que mantienen por debajo de la inflación los salarios y regalan miles de millones a las eléctricas con beneficios récord.

El gobierno “más progresista” de la historia ha llegado a reprimir las manifestaciones contra el asesinato homófobo de Samuel, infiltrar a un policía en movimiento sociales a través de relaciones sexoafectivas con mujeres y reformar el Código Penal para perseguir la protesta social a la par que mantiene la Ley Mordaza. Todo casi tan de izquierdas como aumentar el presupuesto militar de forma histórica para continuar defendiendo el imperialismo español alrededor del mundo. Militarizan las fronteras para masacrar inmigrantes en Melilla, aseguran el expolio del IBEX y se unen con el resto de las potencias imperialistas para enviar tanques a Ucrania. Quizás, “progresistas” y derechistas tienen más en común de lo que les gusta reconocer en público.

Desde Unidas Podemos alertan del avance de la extrema derecha, pero son responsables de su crecimiento, ya que no hay mejor manera de blanquear a Vox y PP que aplicar parte de su agenda. A Podemos, IU y el PCE no se les acaban las excusas para defender cada derechada de su gobierno o criticarla, pero justificando que aun así tienen que seguir apoyándole. Pero en realidad no se atreven a aclarar que esa es su verdadera apuesta política: gestionar la miseria del Estado capitalista español. Esa aceptación de la derrota, ese callejón sin salida y ese borrado de la clase trabajadora como sujeto de conquista de derechos y transformación social, han contribuido a la pasividad, la desmoralización y la desmovilización que abren camino hoy a los reaccionarios.

Por eso, nuestra pelea contra la derecha, a la vez que la planteamos peleando por el mayor frente único posible, la encaramos no solo independiente de los “progresistas”, sino en lucha contra los reformistas que le preparan el camino de su ascenso. La política sostenida desde Pablo Iglesias hasta Yolanda Díaz asume la lógica de hacer pagar las crisis a la clase trabajadora y los sectores populares mientras se protege al IBEX. En cambio, nosotros apostamos por una salida anticapitalista impuesta a través de la lucha de clases.

Peleamos por la nacionalización de la red privada de centros sanitarios y educativo para crear un sistema de Salud y Educación público gestionado por sus trabajadores junto a comités de usuarios. Asimismo, defendemos una universidad pública totalmente gratuita gobernada por estudiantes y personal docente y no docente para poner el conocimiento al servicio de las mayorías sociales. Ante los capitalistas que se lucran (y provocan) las crisis, luchamos por impuestos extraordinarios a las grandes fortunas y los beneficios empresariales. Frente al problema de la vivienda, apostamos por la expropiación de los pisos en manos de bancos y especuladores para acabar con el problema de la vivienda. Seguimos luchando por la derogación de todas las reformas laborales, oponiéndole la indexación automática de los salarios al IPC, un salario mínimo de 1.500€ y el reparto de las horas de trabajo y la reducción de la jornada laboral para acabar con la precariedad y el paro. Nos plantamos ante el imperialismo español y nos organizamos para frenar el aumento del presupuesto militar, acabar con el envío de armas a Ucrania y las sanciones a Rusia por parte del Estado español, sin dejar de denunciar la reaccionaria invasión de Putin.

No somos “los cachorros de Podemos”. Somos la juventud que quiere construir junto a las y los trabajadores una izquierda independiente de los partidos de los capitalistas, socialista revolucionaria y antiimperialista para combatir a la derecha y los desvíos del reformismo. Porque no aspiramos a la gestión del capitalismo, sino a destruirlo por completo para abrir el camino hacia una sociedad socialista sin explotación ni opresión.