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Red Internacional
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Catamarca. Nuevo fraude patronal: despidos y deudas salariales en MoM (ex TextilCom)

La empresa del Grupo Shangai dejó en la calle a 23 trabajadores aunque recibe subsidios millonarios a cambio de no despedir. Al mismo tiempo, desde diciembre adeuda salarios, vacaciones y aguinaldo, del resto de la planta.

Maximiliano Olivera

Maximiliano Olivera @maxiolivera77

Martes 21 de enero 21:12

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Nuevamente la ex TextilCom es centro de ataques y despidos en Catamarca. MoM Sports, la nueva patronal que se hizo cargo de la planta, comenzó el año despidiendo a 23 trabajadoras y trabajadores. Estos despidos son fraudulentos y persecutorios, teniendo como fin de amedrentar al resto de la fábrica. Cuando MoM desembarcó en la provincia para reactivar la planta de TextilCom firmó un acuerdo donde la empresa se comprometía a no despedir durante 20 meses (período extensible a 6 meses más) y a pagar los sueldos en término. A cambio, el Gobierno provincial le otorgó cerca de 100 millones de pesos para el pago de salarios, en carácter de subsidios no reembolsables del programa “Plan de Reactivación Productiva”.

Al mismo tiempo, en esta tanda de despidos se encuentran referentes del paro realizado en diciembre. Aquella medida de fuerza fue en reclamo del pago de una deuda salarial que se agravó. Antes de Navidad, la patronal impuso una licencia para toda la planta y aseguró que luego del receso pagarían lo adeudado, junto con las vacaciones y el equivalente al aguinaldo. Sin embargo, hasta el 20 de enero continúan adeudando un mes y medio de trabajo, más vacaciones y aguinaldo a los trabajadores que continúan trabajando.

Un nuevo fraude patronal

De acuerdo al Boletín Oficial de Catamarca, el Grupo Shanghai (razón social de MoM Sports) recibió $40.050.000 en un primer desembolso (Resolución 188/2024 MICE, 15/10/2024) y otros $50.047.500 en un segundo desembolso (Resolución 221/2024 MICE, 03/12/2004) para “contribuir al pago de las remuneraciones de 127 empleados”. En la primera resolución se señala que el subsidio cubre hasta $450.000 por cada operario pero los trabajadores denuncian que comenzaron trabajando por $70.000 semanales en una jornada laboral de 7 a 16 horas.

La resolución además establece que los subsidios no reembolsables son a cambio del “compromiso a cargo de la empresa beneficiaria de no producir despidos sin causa de empleados contratados mientras dure la vigencia del presente programa”. Ahora el Grupo Shanghai justificó los despidos amparándose en el período de prueba, extendido por la Ley Bases. Una chicana legal para consumar un nuevo fraude patronal con los subsidios y a costa de las fuentes de trabajo.

Además de no despedir sin causa, la empresa se compromete a un plazo de 30 días para presentar la documentación respaldatoria. Sin embargo, los trabajadores reclaman que además de las demoras, los pagos son en negro, en billeteras virtuales, sin recibos de sueldos, y que figuren “en rojo” en las cargas previsionales.

En diciembre el Grupo Shanghai también recibió un “aporte no reembolsable” de $132.552.000 para comprar máquinas de coser, módulos y maquinaria (Resolución 235/2024 MICE, 17/12/2024). Como señalan los trabajadores, MoM Sports no puso ni un peso desde su llegada, ya que utilizan las máquinas que venían de TextilCom y el Gobierno les da el predio y el pago de servicios. Cuando MoM Sports llegó a Catamarca, el empresario Gabriel Corigliano declaró que “ el predio que nos brindó el gobernador da para ampliar por los menos tres veces el taller, podemos tener hasta 300, 400 personas ahí” y que su plan era “tener más o menos 5000 puestos de trabajo”. Las palabras rimbombantes se las llevó el tiempo y Corigliano ahora despide, en una nueva estafa patronal que preanuncia un vaciamiento de la fábrica.

El empresario que hizo campaña por Massa y se puso la camiseta de Milei

Gabriel Corigliano está al frente del Grupo Shanghai que tiene unos 1000 empleados entre sus plantas ubicadas San Martín, Vicente López y Chascomús (PBA), Justo Daract (San Luis) y en Catamarca. Con la marca MoM Sports como principal, produce entre 200.000 y 300.000 kilos de tela deportiva por mes, con 12 locales en Argentina, 2 en Paraguay, 1 en Colombia y 4 en Miami. En entrevistas no oculta sus intenciones de inaugurar un local en Nueva York o de ampliar sus exportaciones a China.

Corigliano no se ahorra de presumir sus vínculos en eventos con el abogado mediático Fernando Burlando ni tampoco rehuye a reubicarse políticamente de acuerdo a sus conveniencias. En 2023 hizo campaña en sus plantas llamando a que los trabajadores voten por Sergio Massa, alegando que los “otros dos” (por Javier Milei y Patricia Bullrich) eran candidatos que iban a destruir la industria textil. Un argumento era “estamos todos en el mismo barco, somos una familia, lo que me pasa a mi les va a afectar a ustedes”. Lo que sucede en MoM Sports de Catamarca muestra que en el barco de Corigliano solo hay lugar para sus negocios de millones de dólares.

Corigliano en la planta de MoM Sports pidiendo el voto a Massa. Milei agradeciendo en Instagram la camiseta enviada por el empresario.

En agosto del año pasado, Corigliano hizo un guiño a Milei. Aprovechando que MoM Sports es sponsor de Chacarita y All Boys, el empresario le hizo llegar al presidente una camiseta del “funebrero”, club donde fue arquero. El detalle fue que la camiseta tenía el dibujo de un león. A su modo, fue una gentileza por las ventajas que Milei le da a los empresarios para despedir.

Una respuesta desde los trabajadores

Los funcionarios de Jalil vienen lavándose las manos en audiencias en la Dirección de Inspección Laboral donde la empresa maneja los hilos para consumar los despidos. Como ocurrió con Vilariño y TextilCom, ahora el gobierno provincial deja correr al nuevo empresario que sigue sus pasos de recibir subsidios millonarios, despedir y adeudar salarios ya de por sí bajos. El sindicato SOIVA juega un rol a medias tintas y no lleva hasta el final una plan de lucha serio para que se respete el acuerdo comodato del gobierno con la empresa.

La lucha contra el cierre de TextilCom el año pasado fue una fuente de experiencias para los trabajadores –con movilizaciones, una toma de la fábrica durante tres meses y una extendida solidaridad en la población– que permitió defender los puestos de trabajo.

Frente a los intentos de dividir a los trabajadores entre los despidos y los que están adentro, hay que unir a toda la fábrica porque el plan de ataque de la empresa es de conjunto. Como señaló una de las trabajadoras despedidas, “en seis meses a nosotros nos despidieron dos veces” y que en la fábrica “no sos empleado, sos esclavo de Corigiliano”.

Por eso es importante organizar una contundente respuesta desde los trabajadores para ponerle un freno a los ataques patronales y las mentiras de Jalil. Es necesario exigirle al gremio un plan de lucha en serio para dar marcha atrás contra los despedidos, terminar con las deudas y los salarios de hambre, que se conozca qué pasa con el convenio entre la empresa y el Gobierno, y que se abran los libros contables para saber a dónde van parar los subsidios y las ganancias generadas por los trabajadores. Un primer paso para pararle la mano a este ataque y defender las fuentes de trabajo.


Maximiliano Olivera

Nació en Mosconi, Salta en 1989. Militante del Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS). Miembro del comité editorial del suplemento Armas de la Crítica.

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