Este lunes se realizó el conversatorio “Historia, literatura y actualidad, a 100 años de la Patagonia rebelde”. La charla giró en torno a la novela El Paso del Diablo, de reciente aparición. Participaron el autor Pavel Oyarzún Díaz, el obrero de Zanon y dirigente del PTS Raúl Godoy, Cecilia Rodriguez de Ediciones IPS y Ernesto Zippo, corresponsal de La Izquierda Diario en Santa Cruz.
Miércoles 9 de junio de 2021 12:06
Este lunes se realizó la presentación de la novela El Paso del Diablo de Pavel Oyarzún Díaz, publicada por Ediciones IPS e inspirada en los eventos de la Patagonia rebelde. Podes ver la presentación completa al final de la nota.
Participaron el autor, poeta y escritor chileno; el obrero de Zanon (hoy Fasinpat) y dirigente nacional del PTS en el FIT-U Raúl Godoy y la escritora y del staff de Ediciones IPS Cecilia Rodriguez. Coordinada por Ernesto Zippo, militante del PTS Santa Cruz y corresponsal de La Izquierda Diario desde Río Gallegos, quién inició el conversatorio reflexionando sobre la importancia de aquel proceso histórico de huelgas y rebelión:
“Por primera vez editada en la Argentina, estamos presentando la novela de Pavel Oyarzún Díaz. Este año se cumplen 100 años de las huelgas patagónicas que ocurrieron en 1920 y 1921. Un proceso que se dio no solamente aquí en Santa Cruz, que quizás es lo más conocido, sino que fue un proceso que también se desarrolló en Chile, en Magallanes.
Fue una lucha obrera organizada desde ambas federaciones (la de Magallanes en Chile y la Sociedad Obrera en Santa Cruz) y fueron tan conocidos por lo que ocurrió en 1921, con los fusilamientos de 1500 peones huelguistas. Pero hubo tres momentos represivos: Primero fue la masacre del Frigorífico Bories en Puerto Natales el 23 de enero de 1919; luego ocurrió la masacre de la Federación Obrera de Magallanes el 27 de Julio de 1920 y por último los fusilamientos de 1921 en Santa Cruz.
Esos acontecimientos fueron difundidos gracias a la investigación que hizo Osvaldo Bayer, en sus cuatro volúmenes conocidos como Los vengadores de la Patagonia trágica que ayudaron a que se puedan descubrir y conocer, y que tanto la burguesía y los medios trataron de ocultar. En este caso presentamos la novela de Pavel Oyarzún Díaz, una de las pocas novelas que desde la literatura vuelven a estos eventos”.
Fragmentos de la intervención de Pavel Oyarzún Díaz
“Debo decir que tanto en poesía como en las novelas mi literatura está marcada sin duda por procesos de tipos sociales. Esto por formación personal, por vida personal, por militancia que tuve muy tempranamente, por el lapso que me tocó vivir la juventud, que fue bajo la dictadura y que fue resistir a esa dictadura con los medios que teníamos a nuestro alcance. Por lo tanto, no se me hace tan difícil imaginar a una persona rebelde. No me es tan lejano. (…)
Hay intereses creados para que los movimientos sociales, sobre todo aquellos de tipo reivindicativo, aquellas rebeldías que son de tipo colectiva tiendan luego a caer o quedar tras un velo de leyenda. Siempre a las clases dominantes le va a interesar que exista este halo legendario en la participación de los rebeldes.
Recuerdo que, por ejemplo, en la década de 1950, la figura de Facón Grande, José Font, era considerada una leyenda, un mito. Se decía que no había existido, que era uno de los tantos mitos, —como existen y como han existido siempre en la cultura popular— de rebeldes, de insurrectos, que luego quedan cubiertos por este velo que es la leyenda. Siempre tiene como intención dudar de la existencia real del personaje. Y bueno, el libro de Osvaldo Bayer saca a todos de aquel error. (...) Por lo que él representó durante la represión del 10 de caballería. Uds. saben que ahí en Tehuelche, Facón Grande enfrenta a las tropas del ejército y las derrota, las tropas del ejército retroceden.
Pero por el libro de Osvaldo sabemos que sí existió. Que era carrero, que se llamaba José Font. Que era muy respetado entre sus compañeros, entre los trabajadores. Y que asumió defender a su clase. Pagó esa consecuencia y hasta el último minuto tuvo siempre una actitud digna y rebelde. Fue fusilado en Jaramillo. Entonces, yo estoy sólo citando un ejemplo. Pero eso es lo que tiene la obra de Osvaldo Bayer, el traer a la historia, a la historiografía, traer personajes que estaban ya en condición de inexistencia para la historia oficial. (...)
Me propuse contar algo que no estuviese en La Patagonia rebelde (...) un episodio que no estuviese allí, porque no podía estar. Porque no hay relato sobre aquello. Y bueno, me fui literariamente al 7 de diciembre en la Estancia Anita, la tarde noche, a la última asamblea, la última columna de huelguistas se reúne allí, entre ellos está Antonio Soto Canalejo. Un joven dirigente anarcosindicalista, líder máximo de la Sociedad Obrera y de la huelga (...)
En esa asamblea es derrotada la moción de Soto (...)la mayoría decide abdicar de la huelga y entregarse. Y en ese minuto Soto decide salir hacia Chile. Y allí comienza la novela y eso es la novela básicamente. Lo que yo intenté fue retratar la tensión del momento, esa tensión que se respiraba porque eran asuntos de vida o muerte, porque el tiempo apremiaba, y porque estas decisiones tenían que tomarse en cuestión de minutos. (...)
Todos los movimientos sociales o por lo menos una buena parte de ellos en el siglo XX, han sido gatillados por la acción de los jóvenes. No solo de los jóvenes estudiantes como conocimos en la década de 1950, 1960, en que toman protagonismo los estudiantes universitarios. También tuvieron importancia en los movimientos de 1920 en Chile, en Argentina. Y también los jóvenes obreros, la juventud proletaria, que también fue motor de la lucha(...)
Antonio Soto Canalejo tenía 24 años de edad aproximadamente. Y muchos de los líderes de la huelga eran personas jóvenes. Y ¡qué decir de los trabajadores de las estancias!. Uds. bien saben que era una práctica que se iniciaran en los galpones de esquila niños de 11 años, de 10 años. (...) Quise representar la presencia o el arquetipo del joven rebelde, del joven revolucionario, del joven generoso. Que muchas veces está romantizado, se exagera ese cuento romántico. Pero la rebeldía en la juventud es connatural.
Por eso hay presencia juvenil en la novela y hay construcción de los personajes desde ahí, en especial uno de ellos”.
Fragmentos de la intervención de Raúl Godoy
“Hacía mucho, te digo la verdad, que no me pasaba de agarrar una novela y no poder soltarla más y quedar con los ojos ´asi´ después del laburo, salir y agarrarla y seguirla, seguirla, seguirla hasta que la terminé. No podía dejar al Gallego Soto así, ni a los compañeros con el ejército pisándole los talones, es impresionante vivirla así. Incluso no soy crítico literario ni mucho menos, pero pensaba tu forma de escritura tan cruda, tan real, tan nítida, tan de percepción que yo imaginaba las novelas de Jack London, donde escribe con esa crudeza y donde en un prefacio alguien dice que Jack London escribe así y me pasa lo mismo con vos, utilizas términos sencillos para describir cosas muy profundas que te impactan. (...)
La burguesía divide para reinar mejor, es algo que incluso en las huelgas de la Patagonia rebelde se difuminaba esas fronteras, esa pelea en común de chilenos y argentinos y gallegos y todos… y gente inmigrante que venía con esas ideas socialistas y anarquistas. Eso también desmiente otro gran mito, vos mencionas el de Facón Grande, para mi está muy buena esa anécdota; pero otro gran mito, que acá en la Argentina han hecho creer, es el que dice que al movimiento obrero lo creó Perón, ¡Un general de un ejército!, de ese “ejército glorioso” que masacraba obreros históricamente. Es que históricamente el Ejército argentino, desde su nacimiento hasta hoy, estuvo al servicio de las grandes multinacionales, las grandes patronales, contra el pueblo trabajador. Esto es importante sacarlo a la luz, porque yo creo que si no hay autores como vos, Pavel, y si no hay lugares como el Instituto del Pensamiento Socialista que han hecho todo este esfuerzo para sacar, no solo clásicos del marxismo y demás, sino también literatura, si no hay gente que le ponga el cuerpo a estas historias, verdaderamente son cosas que quedan en el olvido, tapadas, como decíamos al principio. (...)
Las luchas de la Patagonia son muy duras. Tierra del Fuego, el asesinato de Víctor Choque, un obrero de la UOCRA que los persiguió la policía a tiros y mató laburantes. Y en la Patagonia estamos poblados de esto. La lucha minera que hemos compartido, la lucha de los trabajadores petroleros, la lucha de los docentes en Adosac…(...) Para ver la actualidad de todo esto. Ahora en la huelga de los trabajadores de salud acá en Neuquén, que fue impresionante, fue masiva. Conmocionó a toda la provincia, paralizó la segunda reserva de gas mundial como es la de Vaca Muerta. Toda esa lucha fue contra la patronal, contra el gobierno y contra la burocracia sindical.
Por eso es tan importante rememorar las luchas. No venimos de la nada: estas peleas mantienen su vigencia. No estamos hablando de historia. Estamos hablando del presente y estamos hablando de pelear por un futuro. El futuro por el cual pelearon muchos de esos obreros, que sigue pendiente y que, desde ya, tomamos el guante.
Por eso son tan importantes estos trabajos literarios atrevidos, audaces, disruptivos, que no se acomodan al poder político de turno, sino que sacan lo más profundo nuestro. Y hay una continuidad. Claramente hay una continuidad. Tenemos que ir más a lo profundo de esa continuidad para que no nos pase lo que calculo que les pasaba en esa época: el mal menor, el decir “preferible este antes que venga el otro, y este antes que venga aquel”…Ese mal menor, siempre termina siendo nuestro verdugo, como lo fue en ese momento para los obreros y la peonada que protagonizó esos tremendos levantamientos de la Patagonia rebelde.
Pero no es algo del pasado, hace apenas unos meses un gremio, ATE y la CTA, que teóricamente es el ala progresista, (la CGT son los gordos) (…) el secretario Gral. Carlos Quintriqueo (el tipo se saca fotos con Cristina Kirchner) salió pidiendo la represión, pidiendo la persecución, dando listas negras de quienes son los activistas y los delegados que participaban en las asambleas y en las huelgas. Eso estamos hablando de hoy.
Valorar mucho el trabajo del IPS. Cuando uno accede a libros de literatura o incluso de Ciencia Ficción y demás, siempre las ideas son de situaciones distópicas, donde está el mundo acabado, el mundo terrible. Incentivar a que se escriba más del mundo que verdaderamente soñamos y por el cual peleamos. Un mundo de igualdad, un mundo donde verdaderamente se pueda vivir una vida que merezca ser vivida. Apostar también a más de eso. Tendría ganas de mostrar más eso, “mirá, hay un mundo que puede ser diferente” y más en esta época de pandemia que pone todo patas para arriba, que pone todo en crisis, donde se muestra más la agudeza y la miseria del capitalismo. Saber que hay otro poder, que hay otra potencialidad, que la clase obrera es liberadora, es libertaria de verdad…”
Fragmentos de la intervención de Cecilia Rodriguez
“Walter Benjamin habló de la necesidad de ´peinar la historia a contrapelo´, (...) Dentro de eso se encuentra no solo esta novela sino aquella otra gran obra en la que se basa, la de Osvaldo Bayer. Con su investigación histórica sobre aquellos eventos Bayer logró que los vencedores no pudieran borrar a los vencidos. ¿Y por qué los vencedores quieren borrar a los vencidos? Para que siempre tengamos que empezar de cero, como si no hubiera experiencia histórica acumulada. Gracias a esa labor de Bayer, existió después la película de 1974, y ahora esta novela, asi como también otros libros.(...)
Leí hace poco en La Izquierda Diario que cada trabajador del citrus de Tucumán levanta 400 kilos de limones por día, porque apenas les pagan 2 pesos con algo por cada kilo. La pandemia agudiza todas las desigualdades propias del capitalismo. Pasaron 100 años, pero aún hoy todos los Estados del mundo ponen los negocios capitalistas por encima de la vida y la salud de millones de personas. De modo que esta lucha por la emancipación, estas convicciones revolucionarias y anticapitalistas que aparecen con fuerza en la novela, tienen mucha vigencia y son muy necesarias. También la idea de que los trabajadores tienen que organizarse sin detenerse ante las fronteras nacionales, la idea del internacionalismo. El peronismo quiso borrar estas ideas, (...) Pero la vigencia del ideario internacionalista se verifica al observar que el descontento social no tiene fronteras: vemos rebeliones en nuestros países hermanos de Chile y Colombia. (...)
La colección literatura se inscribe en un proyecto editorial que publica libros de historia, de ciencia, clásicos marxistas, debates actuales, debates sobre la lucha por la emancipación de las mujeres, combinando autores contemporáneos y clásicos. Tenemos más de 80 títulos publicados y varios se han traducido a otros idiomas. Apostamos a un proyecto cultural, en el más amplio sentido de la palabra. Luchamos por una cultura emancipada del capitalismo y de todo tipo de explotación y opresión. Creemos que en el acervo teórico, político y cultural del marxismo todavía se encuentran las mejores herramientas para enfrentar al capitalismo e intentar superarlo, pero para ello el marxismo necesita ser recreado y actualizado y difundido, y a esto apuesta nuestro trabajo editorial.
Con El Paso del Diablo y la colección de literatura queremos aportar imaginación, creatividad y fuerzas a estas peleas”.
En la presentación se proyectó también el video musical de Ariel Arroyo y las ilustraciones de la edición de Iara Rueda
Podés adquirir el libro en www.edicionesips.com.ar
Riobamba 144, lunes a viernes de 14 a 18 hs. - CABA