Una nueva instancia de coordinación formada por la derecha regional, impulsada por los gobiernos más alineados con el imperialismo norteamericano se da cita para entregar un marco a la ofensiva neoliberal que busca profundizar la dependencia y subordinación económica del continente.
Domingo 24 de marzo de 2019
Los orígenes y la formación del PROSUR:
Este viernes 22, la Derecha regional funda en Chile el “PROSUR”, con la presencia de 7 presidentes del continente, Argentina, Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Paraguay y Colombia y 3 observadores, de Uruguay, Surinam y Bolivia, que participaron sin hacerse parte oficial del documento que termina de dar vida al organismo de “coordinación regional” que pretende sustituir a la UNASUR, espacio anterior fundado a principios del siglo bajo la orientación de los gobiernos progresistas y post neoliberales. Venezuela, fue el único país que no fue invitado, por una supuesta cláusula democrática.
La instancia fija una reunión anual y citas varias para trabajar sobre las distintas áreas económicas escogidas. La presidencia formal del organismo, al igual que su discurso de inauguración quedó a cargo de Chile.
Pero por más que Piñera haya rezado a los 4 vientos, que esta cumbre no tenía ideologías, la orientación de este nuevo organismo, al igual que su origen mismo es parte de la escalada reaccionaria que ha levantado la derecha en el continente, utilizando su cruzada contra la Venezuela Chavista como bandera política, operación útil a los planes del imperialismo norteamericano para profundizar la dependencia y subordinación económica del continente.
El PROSUR surge de la noche a la mañana, luego del fracaso del plan injerencista golpista del 23F que monto EEUU sobre Venezuela en Cúcuta, justo en la frontera Colombiana, los países que estaban a la cabeza del autodenominado “Grupo de Lima”, organizados por el imperialismo norteamericano, buscando darle un rango institucional a su coordinación política estableciendo este nuevo organismo que pretende sustituir al ya vaciado “UNASUR” dándole así un marco a las orientaciones del FMI en el Cono Sur.
Una cumbre para profundizar la dependencia, masivas privatizaciones y reformas contra el pueblo trabajador de Latinoamérica.
A pesar del “improvisado” surgimiento de este organismo, la derecha continental junto a los empresarios ya han definido su hoja de ruta contra el pueblo trabajador.
Mauricio Macri en Argentina entre tarifazos y ajustes prepara la reforma laboral, al igual que Piñera, que este año además de preparar a las policías, entregándole más recursos y facultades para reprimir, ha definido éste, como un año clave para la reforma laboral y previsional; misma preocupación de Bolsonaro en Brasil, que ha entrado a gobernar con un programa lleno de promesas de privatizaciones, y reformas al servicio de los grandes mercados, como la es la reforma previsional, donde Bolsonaro junto a súper ministro Pablo Guedes, ex Chicago boy, se han propuesto emular el modelo de capitalización individual, las AFP, que diseñaron e impusieron en la Dictadura Chilena para legalizar un traspaso multimillonario de fondos desde los salarios obreros, directo hacia las grandes a las empresas a través del mercado financiero.
Los empresarios celebran.
Así la orientación de la derecha de “recomponer la economía” se traduce en preparar grandes ataques sobre el movimiento de masas privatizando empresas y recursos naturales estratégicos. Los empresarios y los grandes grupos económicos son los primeros interesados. Bolsonaro pretende impulsar un plan de privatizaciones masivas en Brasil, que ya habían comenzado con el gobierno de Dilma, liberalizando el mercado aéreo, permitiendo la entrada de importantes translatinas como LATAM a un mercado hasta entonces protegido. Hoy, en una nueva escala dentro del masivo plan de privatizaciones, Bolsonaro junto a Guedes pretende avanzar sobre la privatizaciones de áreas estratégicas y protegidas, como exige EEUU para controlar el avance de los “Global Players” y Translatinas, esto implica atacar en áreas claves como lo es el Petróleo o el mercado Forestal dentro del Amazonas.
En esta cita del PROSUR también los grandes empresarios se hicieron parte, entre ellos estaba el representante de CMPC del grupo Matte, Luis Felipe Gazitua, que se reunió con Bolsonaro para discutir los nuevos marcos que permitirán la liberalización y apertura del mercado brasileño, donde el grupo forestal posee el 33% de sus activos, y el 50% del negocio del a celulosa.
Otro de los interesados fue Luksic, la fortuna mas grande de Chile y la tercera a nivel continental, quien pidió respeto “a la oposición política” en Chile frente a Bolsonaro, quien será uno de los más beneficiados del proyecto de “corredor bioceánico” que conectara Brasil con el Pacifico a través de la II región de Chile y los puertos de Mejillones y Antofagasta, a través de un nuevo TLC.
Fuera la derecha y el Imperialismo de América Latina
La posibilidad de un “nuevo ciclo de crecimiento económico” para los grandes capitalistas solo es posible sobre la base de nuevos ataques a los trabajadores y el movimiento de masas.
La derecha que junto al imperialismo preparan un ataque en toda regla sobre Venezuela para imponer una economía y un régimen servil, profundizando su dependencia al imperialismo norteamericano es un objetivo estratégico para los EEUU en sus planes de garantizar un nuevo saqueo de sobre la región.
Pero la derecha que busca mostrar fortaleza a nivel internacional con el PROSUR, posee una enorme debilidad en el plano interno de sus respectivos países, sin cosechar grandes mayorías sociales sobre donde apoyarse para lanzar sus ataques, se configuran como gobiernos débiles sin hegemonía.
Hoy la política de la izquierda neo reformista, como el PSOL Brasileño, o el Frente Amplio Chilena se demuestran totalmente impotentes frente a la agenda derechista, limitándose a una estrategia parlamentaria en los estrechos marcos de la “democracia de los acuerdos” permiten el avance del imperialismo sobre el continente, en Venezuela actuando como pata izquierda de la estrategia injerencista, confían más en el viejo progresismo burgués que en la fuerza del pueblo trabajador.
En el mismo sentido, las burocracias sindicales y de los “movimientos sociales” reproduciendo la estrategia de “dialogo y colaboración de clases” con los empresarios, que impulsa el neo-reformismo, hoy se vuelven uno de los principales obstáculos para los trabajadores y la juventud, al renunciar a organizar una respuesta a la altura de los ataques que prepara la Derecha y el FMI
En Chile hay que organizar la resistencia bajo una política alternativa superando la vieja estructura sindical que dejó la dictadura que es un límite para desarrollar la fuerza de millones, y unir la lucha de los trabajadores, con la fuerza de la juventud y las mujeres, en un gran movimiento nacional en las calles que se plantee desarrollar un plan de lucha y la huelga general para derrotar los ataques sobre el pueblo trabajador.