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Red Internacional
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Alquilar es imposible. Patricio del Corro: “A favor de los que alquilan, es urgente un fuerte impuesto a la vivienda ociosa y limitar Airbnb”

Dialogamos con el candidato a diputado nacional por la Ciudad de la lista que encabezan Myriam Bregman y Nicolás del Caño del FITU sobre uno de los flagelos más acuciantes. “Alquilar en CABA es un lujo, ahora en campaña Juntos y Santoro prometen falsas soluciones cuando son socios de un modelo que, año a año, reduce la cantidad de familias que pueden acceder a la vivienda propia y concentra la propiedad en cada vez menos manos” remarcó Patricio.

Viernes 4 de agosto de 2023 15:04

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“La ley nacional de alquileres se encuentra sin ningún control por parte del Estado y es cuestionada fuertemente por los grandes lobbystas inmobiliarios y el mismo gobierno nacional. Juntos por el Cambio y los partidarios de Milei están por liberar totalmente el mercado y hasta Leandro Santoro propone que los contratos sean por dos años con aumentos cada 6 meses, lo que valió que Inquilinos Agrupados saliera a cuestionarlo. Ninguno se propone tocarle ni un pelo a los especuladores de la vivienda” nos decía Patricio del Corro quien fuera legislador porteño y actualmente es precandidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, acompañando la fórmula presidencial de Myriam Bregman y Nicolás del Caño.

-Todos hablan de esta problemática en campaña, en especial atacando a la ley de alquileres siguiendo el lobby inmobiliario, pero ¿cuál es la realidad del mercado inmobiliario en la Ciudad y cómo se puede encarar esta situación?

Lo primero que hay que denunciar es que se encara la construcción de viviendas y la acumulación de propiedades como un negocio: lo que importa es el dinero que ganan las constructoras y los grandes grupos inmobiliarios, y no solucionar un problema tan acuciante como el derecho a un techo. Esos grandes grupos compran un terreno, invierten construyendo en pesos para luego vender o alquilar en dólares. Como es obvio, esto hace que cada vez menos personas puedan acceder a comprar una vivienda y dispara los precios de los alquileres. El resultado es una creciente concentración de la propiedad en pocas manos, que en su mayoría son empresas, bancos y grandes propietarios urbanos. En el 2001 existía en la Ciudad un 22% de inquilinos y, según el último censo, en el 2022 asciende al 38%. Mientras la población de conjunto, entre censo y censo, creció un 8%, la cantidad de viviendas existentes se incrementó en un 15%. Lo que sucede es que los que dicen defender la propiedad privada cada día le quitan a las mayorías la posibilidad tener acceso a la propiedad de su propia vivienda..

-Pero si uno circula por la ciudad ve que está lleno de construcciones.

Si, pero a los pulpos inmobiliarios les conviene usarlas como refugio de valor sin alquilarlas o hacerlo en dólares. Los datos duros demuestran por sí solo esta realidad, cada vez hay más casas sin gente y más gente sin casa. Se estima que en la Ciudad hay 200.000 viviendas vacías sobre un total de 1.620.000 viviendas particulares. Esto se calcula contando solo los datos de consumo eléctrico, pero algunos hablan de más de 300.000. O sea, de mínima, el 12% de las viviendas de la ciudad están vacías. Eso sin sumar el boom de los “AirBnb”. Esta es la irracionalidad del mercado, que defienden a rajatabla los de Juntos por el Cambio y la derecha libertaria, mientras los candidatos del peronismo hablan de este tema en elecciones, pero sostienen este mismo esquema donde son gobierno, como en la Provincia de Buenos Aires -con countries de lujo- y a nivel nacional. Ni hablar de la Ciudad de Buenos Aires, donde han sido socios de Rodríguez Larreta la mayoría de los grandes negociados que favorecen a las grandes constructoras e inmobiliarias y luego fingen demencia en elecciones.

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-¿qué hay que cambiar?

La principal política del Estado con respecto a la vivienda fue mantener durante décadas un “dejar hacer” inmobiliario, un vacío regulatorio casi total. Que tuvo el resultado de generar más inquilinos, menos propietarios, un mayor acaparamiento de propiedades en pocas manos de pulpos inmobiliarios y un aumento del precio de m2 que hace imposible el sueño de la casa propia.

«Impuesto progresivo a la vivienda ociosa, lo suficientemente fuerte para que los grandes propietarios no sigan manteniendo las viviendas ociosas sin alquilar o se vean obligados a ponerlas en venta.»

Si realmente queremos revertir la situación hay que comenzar con medidas de emergencia, y avanzar en un cuestionamiento profundo de la idea de que la vivienda es un negocio. Para empezar, de manera urgente, hay que imponer un impuesto progresivo a la vivienda ociosa lo suficientemente fuerte para que los grandes propietarios no sigan manteniendo las viviendas ociosas sin alquilar o se vean obligados a ponerlas en venta. De por sí esto ya cambiaría la situación. Los ingresos por este impuesto deben estar destinados a solventar el acceso a la vivienda de mujeres en situación de violencia y otros sectores socialmente vulnerables. En el caso de las personas jurídicas o físicas con más de 1.000 m2 en la Ciudad debería poder expropiarse la propiedad en caso de que el impago de este impuesto alcanzara el valor fiscal de la misma.

Myriam Bregman sobre el debate de la ley de alquileres.

-Desde Juntos por el Cambio y Santoro se enfocan en los incentivos a las constructoras y grupos inmobiliarios.

Y así estamos. Hay que ir contra las grandes inmobiliarias poniendo un tope a los precios de los contratos y de sus actualizaciones. Y decimos progresivo porque no debe alcanzar a los pequeños propietarios de una o dos viviendas, que por lo general las alquilan para tener un ingreso extra, sino a quienes especulan con las mismas. Por eso hay que ser más duros con los grandes propietarios duplicando el impuesto en caso de personas físicas o jurídicas que posean más de 1.000 m2 y triplicarla en el caso de más de 2.000..Cuando se escudan en una supuesta defensa de los pequeños propietarios para no atacar a los grandes lo que hacen es una doble estafa: por un lado, mantienen el sistema por el que cada año hay menos propietarios de su vivienda y, por otro lado, benefician a los grandes sin tocarles un pelo.

-Nos dijiste el primer problema, ¿cuál es el otro?

Según informa Airbnb Argentina, este tipo de alquileres viene creciendo y solo en CABA ya existen más de 26.000 entradas en su sistema, acercándose al 10% de los alquileres totales. Y donde el 90% de esas publicidades alquilan departamentos para su uso exclusivo. Más del doble que en ciudades como Berlín. No estamos hablando de alguien que alquila una pieza para reforzar un ingreso. Hoy incluso muchos edificios en construcción ya se publican publicitando que tienen esta finalidad. Prácticamente no hay ninguna regulación para este tipo de alquiler (salvo un registro no obligatorio). Tampoco hay proyectos relevantes del peronismo para regular este tipo de alquileres (solo uno para que sea obligatorio registrarlos). Pero con solo registrarlos no se frena este fenómeno que quita del mercado muchas propiedades que podrían destinarse a alquileres permanentes y empuja a la dolarización de los mismos. En enero de este año, según la información que suministró el Gobierno de la Ciudad, estaban registradas 357 viviendas de alquiler temporario. Pero si se combinan los datos de las distintas plataformas, el número estaría más cerca de las 70 mil. El control estatal es sobre menos del 2 por ciento de las viviendas que realmente se ofrecen. Y lo que es peor, como se denunció en varios medios, Larreta firmó un acuerdo de confidencialidad a favor del secreto de Airbnb, justamente lo contrario.

Mapa de propiedades para alquiler temporario en Airbnb

Por eso, en este caso para realmente estar a favor de los inquilinos que buscan una casa para vivir debemos primero anular todo convenio secreto y de confidencialidad que Larreta firmó con Airbnb. Y regular y limitar los alquileres temporarios. Permitiendo la actividad para quienes alquilan piezas de sus viviendas y pequeños propietarios (hasta 100 m2 sin contar vivienda propia), y limitando la actividad para quienes excedan ese límite, por lo menos mientras haya crisis de alquileres para los habitantes de la CABA.

«Debemos anular todo convenio secreto y de confidencialidad que Larreta firmó con Airbnb. Y regular y limitar los alquileres temporarios.»

-¿Querés sumar algo más?

Estas son algunas medidas de emergencia y urgentes que deberían ser el puntapie para que los trabajadores y sectores populares encaremos esta pelea por el derecho a la vivienda. A estas medidas de emergencia deberían sumarse otras como la revisión de todas las leyes que entregaron propiedades y tierras públicas regaladas a la iglesia, recuerdo que cuando era legislador con el voto del peronismo se le cedió de forma gratuita terrenos que sumaron 30.000 metros cuadrados en zonas de alta cotización al arzobispado de Buenos Aires. En el mismo sentido revisar las ventas por monedas de terrenos y edificios estatales a grandes pulpos inmobiliarios y expropiarlos poniéndolos a disposición para la construcción de viviendas, como los terrenos de la Costanera, Tiro Federal o los edificios como del Plata, ex ministerio de Educación, entre otros, muchos de ellos también aprobados por el peronismo en la Legislatura. Esto lo venimos trabajando junto a Alejandrina Barry en las bancas de la Legislatura y es parte central de los planteos que está levantando Andrea D’Atri, que actualmente encabeza nuestra lista de legisladores en la Ciudad.

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Esto conllevaría a poner en pie un plan integral de construcción de viviendas populares bajo control de trabajadores e inquilinos y bajo una lógica ecourbanistica y no bajo la lógica del anárquico y depredador negocio privado. Crear una Inmobiliaria Social, como ente autónomo y autárquico a cargo de un directorio colegiado con mayoría de organizaciones de trabajadores e inquilinos, que tenga entre sus funciones tomar medidas para garantizar el derecho a la vivienda.

Obviamente esto nos tiene que llevar a cuestionar otro de los grandes problemas que es la dolarización de la vivienda que se arrastra desde la última dictadura militar, donde las propiedades se venden en dólares.

Vamos a apuntar en ese camino, llamando a tomar esta lucha en sus manos a los millones de inquilinos que están sufriendo esta situación y contra la dictadura del mercado inmobiliario. Y ya saben de qué lado está y estará la izquierda en el Congreso, en la Legislatura y en las calles.