Este martes el senado provincial aprobó la reforma de la Ley de Residencias Médicas de Mendoza. Lejos de deliberar y legislar respecto a las necesidades reales que tiene el sistema de salud público, se realizaron cambios cosméticos en el examen para ingresar a las residencias de primer grado
Jueves 21 de febrero de 2019 13:26
Este martes, finalmente se dio aprobación a la modificación de la Ley Provincial 7.857, con votos tanto del oficialismo como de la oposición, con la excepción del Frente de Izquierda y de los Trabajadores que no acompañó. Esta ley regula el sistema de residencias de los profesionales de la Salud de la provincia. Los artículos que fueron modificados buscan que la provincia adhiera al examen único nacional para las residencias en salud con el (supuesto) objetivo de cubrir todas las plazas disponibles en la distintas especialidades médicas. A partir de este año se unificará la preinscripción, el cronograma y el examen de selección múltiple para el ingreso a las distintas residencias médicas a nivel nacional, dicho examen tendrá lugar el día 24 de abril.
En el año 2018 quedaron 111 plazas vacantes, un 30% aproximadamente de las 366 plazas ofertadas por el Ministerio de Salud. Estas se conformaban por 234 becas nacionales y provinciales para el sistema público y 132 fueron para el sector privado, 17 sedes de formación estatal y 19 sedes de formación privada. Las áreas más afectas por la falta de profesionales son: medicina de familia, pediatría, clínica médica, neonatología. Justamente las especialidades fundamentales en un sistema de salud para brindar atención acorde a las necesidades de la población. Según voceros del oficialismo, con esta medida se resolvería la carencia de especialistas y se completaría los lugares vacantes.
Lejos de intentar resolver la crisis por la que está atravesando el sistema de salud público tanto a nivel provincial como nacional, intentan desviar la atención con modificaciones superficiales. El gobierno provincial alerta sobre la falta de especialistas, pero mantienen un cupo limitado para la formación de los mismos, inclusive en las áreas más afectadas, cuando hay gran cantidad de egresados/as que podrían formarse. Tampoco mencionan que luego de 6 años de estudios y de egresarse con un título de grado, se los incorpora a los/as residentes bajo la figura de becario, sin derechos laborales ni reconocimiento como trabajadores, con una escasa remuneración, y soportando horarios y condiciones de trabajo extenuantes.
El gobierno provincial alerta sobre la falta de especialistas, pero mantienen un cupo limitado para la formación de los mismos
Es evidente que tanto para el gobierno actual (Cambiemos) como para el peronismo, lo importante no son las gravísimas condiciones en las que se encuentran los hospitales, los centros de salud y sus trabajadores/as, lo que verdaderamente les importa es cómo seguir maquillando la situación para seguir transfiriendo recursos al sector privado mediante la destrucción del sector público. El presupuesto 2019 dictado por el FMI y votado por el macrismo con la complicidad del peronismo prevé sólo al pago de intereses de la deuda externa el equivalente a cinco presupuestos de salud.
La disminución del presupuesto en salud, la disolución del Ministerio de Salud de la Nación, la falta de suministros como preservativos, hasta la imposibilidad de acceder a una resonancia magnética u otros estudios complementarios, los despidos de trabajadores, el recorte en vacunas y medicamentos, sumado a la complicidad con el sistema privado de salud y sus anexos, dejan a los sectores mas desfavorecidos como el de los trabajadores, desocupados y precarizados ante las peores condiciones de vida.
Un Sistema Nacional Único de Salud estatal, gratuito y de calidad, gestionado por sus trabajadores y usuarios, es posible
Sin embargo los partidos tradicionales y sus políticos, siempre han gobernado para los intereses de los grandes laboratorios y empresarios de la salud, en los últimos 40 años no han hecho más que privatizar encubiertamente el sistema de salud público mediante la descentralización (provincialización del mismo) y la división entre obras sociales, sector privado y público.
Un Sistema Nacional Único de Salud estatal, gratuito y de calidad, gestionado por sus trabajadores y usuarios, que forme los especialistas y trabajadores/as de salud que verdaderamente necesita el pueblo, que esté basado en la Atención Primaria de Salud y en los determinantes sociales de la salud como un derecho social, es posible. Para que dejen de descargar sobre el pueblo trabajador la crisis hay que dar vuelta todo y que la crisis la paguen los capitalistas y sus políticos.