Anuncio oficial. Plan Argentina Productiva 2030: ¿más empleo y menos pobreza bajo el mando del FMI?

El Gobierno presentó la unidad ejecutora Argentina Productiva 2030, que tendrá como tarea "elaborar y monitorear la implementación" de un plan de desarrollo. El programa, cuya denominación completa es Argentina Productiva 2030. Plan de Desarrollo Productivo, Industrial y Tecnológico de Argentina fue creado a través de la resolución 236/2022 del Ministerio de Desarrollo Productivo, publicada este martes en el Boletín Oficial.

El ministro Matías Kulfas presentó la iniciativa en el marco del encuentro del Consejo Económico y Social, realizado en el Centro Cultural Néstor Kirchner de la ciudad de Buenos Aires. El plan promete generar dos millones de puestos de trabajo asalariados formales en el sector privado, reducir en 9 millones la cantidad de pobres y crear 100.000 empresas formales. También el documento señala que se busca “mejorar el bienestar social de la población” y que se reducirá la informalidad y las desigualdades”. Suena a un país maravilloso, pero se omite que el FMI y el peso de la deuda condicionarán el crecimiento y las políticas que se lleven adelante.

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En tanto, el plan señala que se busca impulsar las ventas externas del complejo exportador agrario dentro de su apartado agroindustrial, “desarrollar el potencial minero argentino”, entre otras actividades, así como se propone “duplicar las exportaciones para hacer sostenibles las mejoras sociales y económicas”. Se trata de actividades que provocaron daños ambientales, desde los impactos sobre ríos o ecosistemas hasta la contribución a agravar problemas globales como el calentamiento global, y además también pasan por encima de las comunicades locales, son actividades que no tienen licencia social. El fin último es aumentar el ingreso de dólares al país, recursos que no se destinarán a mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora sino al pago de la deuda. Las divisas escasean por la fuga de capitales, los pagos de deuda, la remisión de utilidades de las empresas, pero no se atacan estos problemas estructurales.

El plan describe diez “misiones productivas de Argentina Productiva 2030”:

1.Desarrollar la economía verde para una transición ambiental justa.
2.Producir más bienes y servicios ligados a la salud para garantizar el acceso equitativo al sistema sanitario nacional.
3.Impulsar la movilidad del futuro con productos y tecnologías nacionales.
4.Equipar a las fuerzas armadas y de seguridad con mayor producción nacional de alta tecnología.
5.Adaptar la producción de alimentos a los desafíos del siglo XXI.
6.Digitalizar empresas y hogares para aumentar las capacidades tecnológicas del país.
7.Desarrollar el potencial minero argentino con un estricto cuidado del ambiente.
8.Modernizar y crear empleos de calidad en los sectores industriales tradicionales.
9.Potenciar encadenamientos productivos a partir del sector primario para generar más trabajo y más desarrollo.
10.Duplicar las exportaciones para hacer sostenibles las mejoras sociales y económicas.

La hipoteca de la deuda: más fracking y megaminería

La semana pasada el FMI aprobó el acuerdo con Argentina, un acuerdo de Facilidades Extendidas, que es el más duro en condicionalidades. Según los memorandos, la economía tendrá un crecimiento débil. Hacia 2024 se proyecta un crecimiento de entre el 2,5 % y el 3 %. En el acuerdo se señala que se espera que la economía “converja a un crecimiento potencial en torno a 1¾% - 2¼% a mediano plazo”. Como explica el economista Pablo Anino, “si se utilizan los datos del Indec para proyectar hacia adelante, se puede observar que, si las tasas máximas de crecimiento económico que están en los memorandos se cumplieran, el país en 2024 alcanzaría un nivel de producción que se ubicaría apenas un 6 % por encima del nivel de 2015. O, visto de otro modo, habría crecido un 0,6 % anual promedio entre 2015 y 2024. Bajo estos parámetros, la economía sostendría la situación de estancamiento que experimenta (con subas y bajas) desde hace una década”. En este contexto, ¿cómo será posible el plan que promete Kulfas de aumentar el empleo registrado privado?

Según el informe de Situación y Evolución del Trabajo Registrado, entre enero de 2012 y diciembre de 2021 (último dato disponible) se perdieron 73.600 puestos de trabajo de asalariados privados. Esto muestra que en los últimos 10 años hubo una caída en la cantidad de asalariados privados esto es sin considerar el crecimiento poblacional. Si se considera el aumento de la población la caída del empleo en los últimos 10 años es más grave: en enero de 2012 había 14,5 asalariados privados cada 100 habitantes, mientras que en diciembre 2021 ese índice descendió a 13,1. Se trata de una pérdida del 10 %.

Además en los próximos años el país enfrentará fuertes vencimientos de la deuda. Es probable que haya una nueva renegociación ante la imposibilidad de pagar. Según un informe de Cifra de la CTA, de la restructuración de 2020 con privados más el nuevo acuerdo con el FMI, “el perfil de vencimientos en moneda extranjera exhibe una delicada situación externa, especialmente durante el período 2027-2032 cuando los vencimientos en moneda extranjera se ubican por encima de los 20.000 millones de dólares”. Una suma que representa un 135 % del saldo comercial que tuvo el país en 2021. Por esta razón, el Gobierno quiere promover las exportaciones sin importar el daño ambiental que provoquen las actividades como la megaminería, y el fracking.

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Lejos de disminuir la pobreza y mejorar el empleo de la mano del FMI seguramente suceda lo contrario como ya pasó con los acuerdos anteriores que tuvo la Argentina.

La única salida del círculo vicioso de la decadencia capitalista que es una máquina de producir pobreza, desigualdad y daños ambientales está en manos de la clase trabajadora con un programa con medidas como el desconocimiento soberano de la deuda, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, la expropiación de los grandes terratenientes, que permitirá poner en primer lugar la satisfacción de necesidades alimentarias de la población en vez de privilegiar la búsqueda de saldos exportables, entre otras. Hay que reorganizar toda la producción en función de las necesidades sociales y privilegiando una relación armónica con el ambiente.

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