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Red Internacional
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CFK 2023. Plenario con Máximo y Kicillof: épica redistributiva y política conciliadora con los poderosos

Máximo Kirchner y Axel Kicillof se tiraron contra JxC y criticaron a su propio Gobierno. Massa se llevó un cumplido. CFK "proscripta", como la armadora de la victoria del peronismo. Y promesas redistributivas con Vaca Muerta.

Domingo 12 de marzo de 2023 15:54

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El sábado 11 se realizó en Avellaneda un plenario de las organizaciones kirchneristas con la consigna "Luche y vuelve: Cristina 2023". La operación mítica es igualar la condena por corrupción que pesa sobre Cristina Fernández de Kirchner (para la que aún faltan instancias de apelación), con las banderas que la militancia levantó contra la proscripción del peronismo, hasta el retorno de Juan Domingo Perón en el 73’.

Máximo Kirchner describió el rol de CFK, no como la candidata, sino como la diseñadora para la victoria electoral del peronista. El llamado a la militancia fue a "construir ese lugar que le permita a quien diseñó la estrategia en el 2019, volver a diseñarla".

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Polarizar con la derecha no alcanza

Los discursos del gobernador de la provincia de Buenos Aires y del diputado y dirigente de La Cámpora, apuntaron los cañones a la gestión de Cambiemos (actual Juntos por el Cambio) y al enorme endeudamiento que dejaron con el FMI. También contra el Partido Judicial y el Grupo Clarín, que responden a los intereses de la derecha.

A su vez, denunciaron una relación entre Juntos por el Cambio y el atentado que sufrió la vicepresidenta. Por la relación entre el grupo fascistoide que perpetró el intento de asesinato y la firma de la familia de Toto Caputto, quien fue uno de los responsables de tomar el empréstito con el Fondo, durante la presidencia de Mauricio Macri.

Aún así, la polarización con la derecha y el llamado al voto "en contra", parecen no alcanzar para los objetivos electorales del peronismo. Tres años del gobierno del Frente de Todos, con algo de crecimiento económico incluído, dejaron un aumento en la desigualdad social: un salto en la pobreza, pérdida de los salarios e ingresos, inflación y aumento de tarifas. En gran parte, producto de los acuerdos que pactaron con el FMI y que luego refrendaron en el Congreso.

Es bastante mediocre como fuerza política resignarnos a que el máximo valor y propuesta que tenemos es que no vuelva Mauricio Macri o cualquiera de sus copias. Necesitamos como fuerza política representar los intereses de las grandes mayorías populares argentinas” -planteó Máximo Kirchner.

Criticar a Alberto, ¿bastará?

El kirchnerismo juega en la interna peronista a desembarazarse de un Gobierno que asumieron con promesas electorales que no cumplieron. Así que la apelación de Máximo Kirchner a Alberto Fernández para "abandonar las aventuras personales” no podía faltar.

Además de la polarización con la derecha, la clave es también: cómo diferenciarse de un Gobierno que "diseñaron" y del que son parte.

Tarea compleja para el bloque kirchnerista ya que, apesar de haber rechazado el acuerdo entre Martín Guzmán y el FMI, el 11 de marzo de 2022 en la cámara de Diputados; en octubre terminaron votando a favor del ajuste presupuestario que pactó Sergio Massa con el mismo organismo. Y en este mismo plenario, reivindicaron las "peleas palmo a palmo" del actual Ministro de Economía.

Aún más complejo es plantear siquiera una salida "redistributiva" -como proponen- donde el crecimiento económico del país repercuta en los ingresos y condiciones de vida de las mayorías; sin romper con el FMI.

"Nadie habla de no pagar o de defaultear, hablamos de defender a fondo los intereses nacionales (...) Primero hay que crecer para poder pagar. Y para crecer hay que distribuir. Primero está nuestro pueblo y después está cualquier compromiso", planteó Axel Kicillof.

La consigna parece una utopía: las cifras de la enorme transferencia de ingresos desde los bolsillos del pueblo trabajador hacia los grupos económicos concentrados, desde que empezó aplicarse el acuerdo, no dejan mentir. Las actuales presiones devaluatorias del Fondo, tampoco.

Promesas extractivas y un pasado que no fue

"Las propuestas que se escuchan casi transversalmente son las de elevar las exportaciones argentinas", planteó Máximo Kirchner. Tanto la coalición de derecha, como el peronismo, vienen apuntando al negocio extractivista -el petroleo, el litio- como una vía para resolver la crisis económica y social de la Argentina: sobre todo, para obtener dólares.

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La apuesta del kirchnerismo sería a hacerlo con "soberanía" e "igualdad", como supuestamente se habría hecho durante la década ganada.

Axel Kicillof reivincó la “recuperación” (o semi-estatización) de YPF en 2012 y los posteriores acuerdos para explotar Vaca Muerta, que se dieron durante el gobierno de CFK. Y planteó un modelo donde la energía, el petróleo, el litio y los alimentos, contribuyan a la redistribución de la riqueza y el desarrollo industrial.

“No alcanza con tener recursos naturales, es necesario discutir un modelo donde esa riqueza genere una industria y no reprimarice. Hay que enfrentar los intereses que quieren saquear la riqueza argentina. Hay que pelearse para que esos recursos alimenten a nuestro país", planteó Kicillof.

Con esta crítica poco solapada al gobierno de Alberto Fernández, que bajó a 0% las retenciones sobre la exportación de hidrocarburos, buscan disimular que durante el gobierno kirchnerista, lejos de alcanzar la “soberanía energética”, se abrieron las puertas a profundizar el saqueo y la contaminación de los recursos naturales, por parte de empresas multinacionales, como Chevron.

Amelia Robles, becaria del Conicet y docente de la Universidad del Comahue, explica que: “El uso de la energía durante el gobierno kirchnerista, no estaba destinado hacia el desarrollo industrial: sino para otras actividades extractivas. Extraés energía para favorecer a la extracción de otros elementos, sea minería, sea soja, y seguís fortaleciendo con el insumo energético, un modelo que se basa en la extracción”.

Sin soberanía y sin "redistribución", el gobierno del Frente de Todos continuó con los negocios extractivos que benefician a unos pocos, mientras contaminan el agua y a pueblos enteros.

El propio Máximo Kirchner reivindicó en éste acto, que gran parte del "aporte solidario" o impuesto a las grandes fortunas que impulsó su bloque, no fue precisamente hacia los sectores más golpeados por la crisis, sino para financiar el gasoducto "Néstor Kirchner" que, según criticó, se perfila mucho más hacia la exportación que para abastecer a los usuarios populares.

Por otro lado, el kirchnerismo busca adosarle al negocio extractivo un discurso ambientalista totalmente incompatible. Lo contradice la realidad de decenas de pueblos a los largo y ancho de la Argentina, que luchan contra la contaminación y enfermedades derivadas de la actividad como el cáncer.

Kirchnerismo 2023

La fracción kirchnerista dentro de la coalición de Gobierno, busca su camino para consolidarse un mandato más en el poder, reciclando su relato hacia una nueva etapa.

¿Quién será el heredero o heredera? Aún no se ha diseñado. Por lo pronto, la foto de Wado De Pedro (uno de los posibles candidatos), sentado en una mesa con directivos de Clarín, La Nación y representantes de las patronales del campo, generó gran incomodidad en una militancia construída bajo la épica "K vs Campo". Aunque la propia CFK lo reivindicó días después cuando dijo "es necesario acordar, hay que sentarse a hablar sin adjetivaciones, sin estereotipos, ni clichés".

Discursos encendidos para la militancia y guiños dialoguistas para los sectores de poder concentrados.