Mediante un acuerdo que abarcó desde la UDI hasta el Partido Comunista, esta semana fue aprobada en el congreso la ley que busca mejorar la crítica situación de las pensiones en el país. El gobierno celebra, pero la derecha, los empresarios e incluso José Piñera, también festejaban ¿Quién gana realmente con esta reforma?
Sábado 1ro de febrero
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El sistema de pensiones en Chile condena a la pobreza a la mayoría de los trabajadores una vez cumplida su edad de jubilación. A diciembre de 2023, el 50% de los jubilados y jubiladas recibió una pensión inferior a los $343.000.
Esto se debe principalmente a que el sistema de capitalización individual, administrado por las AFP, no tiene como objetivo entregar buenas pensiones, este sistema fue diseñado para extraer una parte de los salarios de los trabajadores y entregarlo al sistema financiero local, entregando millonarios recursos a los grandes empresarios chilenos y extranjeros. Son los salarios de los trabajadores los que financian al gran capital, a costa de recibir pensiones miserables.
La reforma recientemente aprobada en el parlamento no toca en ningún punto esta forma de ahorro previsional, por el contrario, la profundiza. Al pasar de un 10% de cotización a un 18,5% (paulatinamente en casi una década), más de la mitad de esos nuevos recursos pasarán directamente a las manos de las AFP. Su negocio se incrementará en un 45%.
No por nada José Piñera, creador del sistema y ex ministro de Pinochet, celebró el acuerdo en sus redes sociales: "Larga vida al sistema de capitalización individual” indicó en su cuenta de X.
Susana Jiménez, presidenta de la CPC, principal gremio de los grandes empresarios del país, indicó sobre la reforma: “Se mantiene así el sistema que ha demostrado ser efectivo a la hora de resguardar y multiplicar el ahorro, junto con darle la necesaria mayor profundidad al mercado de capitales”
Por su parte, la candidata a la presidencia de Chile Vamos Evelyn Matthei , declaró: “Es una alegría ver que quienes querían destruir un sistema y generar reparto hoy celebran que el 6% es de los trabajadores”
Los grandes empresarios, el ideólogo del sistema y la mayoría de la derecha celebran. ¿Qué celebra entonces también el gobierno?
Las negociaciones que lideraron el partido comunista en el parlamento, a través de la ministra Jeanette Jara, implicaron fortalecer el sistema de AFP, a cambio de un leve aumento de las pensiones.
Del 8.5% adicional de cotización, un 1% ira destinado a emparejar las pensiones entre hombres y mujeres, un 1.5% funcionara como un auto prestamo ( que también terminará en manos de las AFP) y otro 1.5% cubrirá el seguro de invalidez. Por último, se establece que la PGU (pensión garantizada universal) quedará en $250.000
En referencias a estas “mejoras” que recibiría el sistema de pensiones el economista Marcos Kremerman indicó en Radio U. de Chile: "Hoy día con esta reestructuración, con este crecimiento que se va a generar en el mercado de cuenta individual administrado por la AFP, lamentablemente el porcentaje de pensiones bajo el salario mínimo yo creo que va a quedar en torno al 60%, vamos a seguir teniendo un problema gigantesco”
Aun cuando es cierto que las pensiones subirán, esta alza no servirá para sacar de la miseria a la mayoría de los jubilados, en tanto los montos entregados actualmente ya son bajísimos. La reforma no alcanza nisiquiera para que la mayoría de los jubilados reciban pensiones por sobre el salario mínimo.
Si las pensiones seguirán siendo paupérrimas, ¿Qué es lo que celebra el gobierno?
En el fondo, tanto el Frente Amplio como el Partido Comunista tienen como prioridad un cálculo electoral hacia las elecciones presidenciales y parlamentarias. Su ambición es llegar bien preparados a esa instancia, mostrando “mejoras concretas”, aun cuando esto implique fortalecer al sistema que causó la crisis de las pensiones.
En síntesis, la reforma favorece a los grandes empresarios y a las AFP porque se mantiene intacto el sistema y se fortalecerá el mercado de capitales con los ahorros de los trabajadores. Por otro lado, la reforma afecta los intereses de los trabajadores, porque los obliga a intercambiar un leve aumento de las pensiones, por la mantención de un sistema que los condena a la pobreza una vez jubilados.
Hoy más que nunca es clave no ser parte de este chantaje hacia los trabajadores que promueve el gobierno y la derecha. La batalla por NO + AFP sigue totalmente vigente.
El gobierno traicionó su propio programa y promesas de campaña, Las cúpulas sindicales tradicionales ligadas a la CUT se han puesto del lado del gobierno, llevando al movimiento sindical a ser base de maniobra en las negociaciones con la derecha y los empresarios
Por esto, es indispensable retomar la organización y movilización independiente de la clase trabajadora y el pueblo. La Coordinadora No + AFP y todos quienes estén en contra de esta reforma debemos poner nuestras energías comunes en reconstruir el movimiento con asam este sistema de pensiones, mediante asambleas, encuentros abiertos y un plan de movilizaciones partiendo por una gran marcha nacional, para que nuevamente seamos millones quienes digamos NO+AFP.