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Red Internacional
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Estados Unidos. ¿Por qué los republicanos no pueden revocar el Obamacare?

Tras un nuevo intento fallido por terminar con el ACA (Affordable Care Act, ley de reforma de salud llamado también “Obamacare”), una mirada detallada sobre las fuerzas sociales detrás de cada uno de los programas de salud está a la orden del día.

Domingo 30 de julio de 2017 13:35

Este artículo fue publicado originalmente en Left Voice, parte de la Red Internacional La Izqueirda Diario, Why do Republicans keep failing to repeal Obamacare?

El martes por la noche, después de obtener suficientes votos para comenzar el debate sobre un proyecto de ley para revocar el plan de salud Obamacare, los republicanos en el Senado no alcanzaron a aprobar un plan integral que habría reemplazado la legislación sanitaria de 2010. El miércoles por la tarde, mientras millones estaban en vilo, temiendo por el futuro de su cobertura de salud, un torpe intento de revocar el Obamacare sin ofrecer nada a cambio, fracasó nuevamente. El viernes, una vez más y tras horas de negociaciones, los republicanos no alcanzaron a conseguir los votos necesarios para aprobar el proyecto diseñado a puertas cerradas por Mitch McConnell.

«Los republicanos han prometido durante años revocar el plan de salud Obamacare, alegando que es "un desastre". Es cierto, es un mal negocio para los trabajadores en los EE.UU., pero no por las razones que ellos sostienen»

Los republicanos han prometido durante años revocar el plan de salud Obamacare, alegando que es "un desastre". Es cierto, es un mal negocio para los trabajadores en los EE.UU., pero no por las razones que ellos sostienen, y es precisamente porque de forma cínica dan vuelta el argumento con el fin de obtener una ley aún peor, que sus esfuerzos han fracasado una y otra vez.

El telón de fondo

Históricamente, todos los esfuerzos para implementar un plan universal de atención médica en los Estados Unidos han sido descarrilados. Esto hace que Estados Unidos sea un lugar particularmente hostil para cualquier persona que en algún momento de su vida necesite atención médica, es decir, para todos, excepto para aquellos que son demasiado ricos para tener que preocuparse por los costos del cuidado de la salud.

La falta de atención de salud pública y universal hace que Estados Unidos se destaque en relación con todos los demás países de la OCDE, ya que es el país con el mayor gasto de salud per capita, mientras que los resultados, reflejados en la baja esperanza de vida, son notablemente malos.

El frenesí de revocar el Obamacare

Debido a que esta crisis alcanzó un punto crítico a principios de los años 2000, Barack Obama hizo una gran campaña en una reforma del sistema de salud. Una vez en el cargo, sacó la opción pública de la mesa y aprobó la mejor ley que las compañías de seguros pudieron pedir acompañada de algunas disposiciones progresivas para ampliar su apoyo p popular. Notable entre estos últimos, la expansión de Medicaid permitió a aproximadamente 15 millones de personas sin seguro médico, poder obtener cobertura de salud.

«Los republicanos argumentan que la ACA es un fracaso total y necesita ser desmantelada, pero su propuesta para reemplazarla es aún peor.»

Los republicanos argumentan que la ACA es un fracaso total y necesita ser desmantelada, pero su propuesta para reemplazarla es aún peor. Esto se pone de manifiesto por el simple hecho de que, dependiendo de qué alternativa presenten, con la reforma del GOP (Partido Republicano), el número de personas sin seguro aumentaría entre 15 y 32 millones. Esto será principalmente el resultado de revertir la expansión de Medicaid, que ahorraría al gobierno más de 800 mil millones de dólares en 10 años. Y seamos claros: los recortes en el gasto social bajo el pretexto de ahorrar, reducir el déficit o hacer que el gobierno sea menos costoso, siempre significa una redistribución del ingreso de los sectores más pobres hacia los sectores más ricos. En el caso de la derogación de la extensión del Medicaid, este "ahorro" aportaría el dinero que van a dejar de aportar los ricos con los recortes de impuestos que son parte de la reforma tributaria propuesta por Trump.

El retroceso de Medicaid, que cuenta con un 65 por ciento de oposición en la población, afectaría a un gran número de los votantes de Trump y republicanos. Es por eso que varios senadores republicanos, como Lisa Murkowsky de Alaska y Susan Collins de Maine, no apoyaron el proyecto de ley tal y como es ahora. Un puñado de otros senadores del Partido Republicano están indecisos y votaron en contra de la simple "revocación". Saben que podrían perder sus escaños si respaldan una medida tan draconiana.

Junto con los cortes impopulares a Medicaid, los republicanos están apelando a su base atacando la disposición más odiada en la ACA: el mandato individual. Esta cláusula obliga a todas las personas con un ingreso por encima del nivel de pobreza a comprar un seguro de salud, y se introdujo para forzar a personas jóvenes y saludables a formar parte de la población asegurada, para reducir el costo promedio por persona. En otras palabras, fue un regalo preciado para las compañías de seguros que vieron aumentar su población enrolada en los planes de salud. A cambio de esta estafa, las aseguradoras acordaron poner un tope en los cargos adicionales para las personas mayores, con más problemas de salud (hasta 3 veces el costo mínimo ofrecido a los jóvenes).

Si los republicanos pudieran deshacerse del mandato individual, las aseguradoras perderán muchos de los clientes más jóvenes y saludables, aumentando el costo promedio por persona asegurada. Esto significa que el proyecto de ley en el Congreso inevitablemente tendría que eliminar el techo al precio de los seguros de salud, lo que generaría un aumento aún más rápido que el que se ha visto en el último tiempo.

En un brillante momento de lucidez, el Senador Ted Cruz propuso una enmienda - rápidamente incorporada a una de las muchas versiones del proyecto de ley de salud de los republicanos - que permite a las compañías de seguros ofrecer planes más baratos sin cumplir con el conjunto de beneficios mínimos, requerido por la ACA (siempre y cuando ofrezcan otros planes que si lo hagan). Esto le permitiría a las compañías de seguros negarse a cubrir los servicios básicos como la asistencia por maternidad.

La cámara patronal Aseguradoras de Salud de Estados Unidos y BlueCross BlueShield Association, enviaron una carta al Congreso oponiéndose a la enmienda. Esto está en línea con un informe de Centene, uno de los mayores proveedores de seguros y otros servicios de salud, donde la compañía reportó $ 170 millones en ganancias netas para el segundo trimestre de 2016 y $ 254 millones para el mismo período en 2017.

El hecho de que las compañías de seguros y los proveedores privados de atención a la salud, quieran mantener el ACA, dificulta al Partido Repubicano derribar sus pilares básicos. Sin embargo, los republicanos tratan de mostrar al proyecto de ley como un reflejo de una revuelta popular contra Obamacare. Pero, ¿qué es lo que la gente odia de Obamacare?

¿Que tiene de malo el ACA?

Cuando a la gente que se opone al ACA se les pregunta por qué no les gusta, la respuesta más común es porque es demasiado caro. No es de extrañar. Los costos de las aseguradoras se dispararon entre el 2013 y 2017: subieron un asombroso 108% según un informe de la ASPE, una oficina que trabaja bajo el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Algunas aseguradoras incluso han subido el 400 por ciento.

«Los costos de las aseguradoras se dispararon entre el 2013 y 2017: subieron un asombroso 108% »

Dan Hopkins, de FiveThirtyEight estima que el 23% de quienes se oponen al Obamacare lo hacen por "costos personales". Hay un 8 por ciento de ellos que se oponen porque "infringe los derechos constitucionales" aludiendo al mandato individual que los obliga a comprar un seguro de salud, y aproximadamente el 18% se opone con bases ideológicas ("no hay un papel apropiado del gobierno", "cuesta demasiado al gobierno", etc.). Esto significa que solo el 10 % de las personas encuestadas se oponen a Obamcare por las razones que argumentan los republicanos.

Mientras tanto, el apoyo a Single Payer (modelo de salud quasi-publico, donde el estado como mediador reemplazaría a todas las aseguradoras) ha ido ganando fuerza, y es apoyado por el 53% de la población (frente al 43% que se oponen a ella). Además, una encuesta de Gallup informa que 4 de cada 10 votantes republicanos apoyan un sistema de salud financiado con fondos federales.

Extrañas parejas

Por otro lado, como hemos visto, las compañías de seguros y los proveedores privados de atención de salud apoyan al ACA. Big Pharma también se convirtió en una gran beneficiaria de la legislación histórica de Obama. Un testimonio de esto es el aumento de los precios de los medicamentos en los últimos años, una cuestión que incluso los demócratas pro-establishment han llegado a reconocer como una crisis.

El poder de estas industrias relacionadas con la salud para negociar, es el más fuerte. En un contexto en el que las masas trabajadoras no se movilizan activamente en torno a este tema, cualquier política que afecte los intereses de estas empresas, como hemos visto, muere rápidamente en el Senado.

En Conclusión

Y así llegamos a algunas conclusiones preliminares. Por extraño que parezca, ha habido históricamente una mayoría de la población de los Estados Unidos en favor de la idea de un sistema de salud proporcionado por el gobierno federal. Si ahora existe un sentimiento popular a favor de reemplazar a la ACA, es, como muestra la encuesta Gallup, a favor de Single Payer u otras formas de asistencia sanitaria universal financiada con fondos públicos.

Por otra parte, el capital relacionado con la salud no apoya los esfuerzos del Partido Republicano. Entonces, ¿qué llevó a los republicanos a auto-premiarse semejante derrota en el congreso?

En primer lugar, necesitan superar la inercia y disipar la noción de que, en palabras de John McCain, "no estamos logrando hacer nada". La administración Trump, y con ella los republicanos en control de ambas cámaras, todavía no han podido aprobar ninguna ley importante. A medida que el escrutinio público y el escándalo aumentan alrededor de los vínculos entre el entorno de Trump y su familia y Rusia, la necesidad de mostrar un Congreso que funciona y un Partido Republicano a la ofensiva aumenta. La frenética súplica de Donald Trump a los senadores republicanos para "revocar, o revocar y reemplazar" (o simplemente votar algo, ¡lo que sea!) refleja la ansiedad que existe en la Casa Blanca.

«La administración Trump, y con ella los republicanos en control de ambas cámaras, todavía no han podido aprobar ninguna ley importante»

Los intentos de recuperar la agenda se combinan con el largo esfuerzo y las promesas de acabar con el principal legado de Barack Obama.

Los repetidos fracasos del Partido Republicano, en control de la Casa Blanca y de ambas cámaras del Congreso, por aprobar una legislación que finalmente resuelva la cuestión, ha tenido la inesperada consecuencia de volver a poner sobre la mesa la discusión sobre el sistema de salud. Si los republicanos en el Senado en última instancia logran aprobar una legislación que derogue el ACA, será una victoria pírrica y sin duda contraproducente, generando resistencia y movilización.

Independientemente de los resultados inmediatos de los debates en el Senado, es hora de que la creciente izquierda de los Estados Unidos empiece a movilizarse por un sistema de salud universal. Las encuestas reflejan un sentimiento generalizado: un viento de cola lo suficientemente fuerte para movilizar a cientos de miles a nivel nacional por la sistema público universal de salud.

Traducción: Gloria Grinberg

Juan Cruz Ferre

Editor de Left Voice y columnista en La Izquierda Diario. Médico, actualmente vive en Estados Unidos y cursa Sociología en la City University of New York.