Elecciones y agenda socioambiental. [Entrevista] Por una Educación Ambiental crítica del extractivismo, levantá la izquierda

Sebastián Palmas es docente de Geografía en colegios secundarios de La Plata y Ensenada; se organiza en La Marrón Docente y es delegado de escuela en la Secundaria 9 de Ensenada. Entre sus actividades, impulsa talleres de debate en colegios sobre la relación entre los problemas ambientales, la crisis climática, la educación y el capitalismo, como parte de la agrupación ambiental Alerta Roja. Desde la escuela y en el sindicato SUTEBA en la oposición Multicolor, Sebastián lleva adelante la pelea por unificar las luchas y a las distintas asambleas ambientales de la zona, trabajadores de la región, vecinos y vecinas que padecen las consecuencias de vivir en verdaderas zonas de sacrificio. En las PASO, acompaña como precandidato a consejero escolar a Luana Simioni, quien es la precandidata a intendenta en La Plata por la lista de Myriam Bregman y Nicolás del Caño. Como parte del dossier que publicamos en la sección Ecología y Ambiente de La izquierda Diario, a propósito de las elecciones y el programa y la campaña de la izquierda conversamos con él.

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LID: ¿Por qué los empresarios que contaminan intervienen en la Escuela Pública?

Desde el gobierno nacional, pasando por el gobernador Kicillof en la Provincia y los intendentes – en nuestro caso, Mario Secco en Ensenada (Unión por la Patria) o Garro en La Plata (Juntos Por el Cambio)–, todos gobiernan para las grandes empresas contaminantes y tienen relaciones de todo tipo con sus dueños. En la zona de La Plata, Berisso y Ensenada, uno de esos megaempresarios es el reconocido multimillonario Paolo Rocca, dueño de Siderar, pero también los accionistas con cuentas offshore del Frigorífico Gorina, el 49 % de YPF, que pertenece a empresas privadas y a bonistas de la deuda externa, y la multimillonaria yanqui COPETRO, que llena los pulmones de trabajadores y vecinos del “paco” del petróleo, como se lo conoce al carbón de coque, emanado por una chimenea que está encendida 24 horas al día.

Este sector minoritario, que vive de los combustibles fósiles que generan el calentamiento global, que contamina y se enriquece a costa de la salud de la inmensa mayoría, que deja en la región sus desechos tóxicos que afectan aire, suelo, agua y la salud y se lleva sus enormes ganancias también al exterior, luego hace “talleres de transición energética” en nuestras escuelas, llevados a cabo por YPF en conjunto con el municipio. Buscan con su discurso dejar la responsabilidad de la crisis ambiental en las personas individuales, cuando es el lucro de los capitalistas, lo que nos ha traído hasta acá. Por eso, una educación ambiental integral tiene que ser independiente de estos intereses, tener un fundamento científico y ecológico sostenible, en otras palabras, ser antiextractivista. La Ley nacional de Educación Ambiental Integral, promulgada en junio de 2021, es una herramienta necesaria pero no suficiente, porque deja abierta la participación de las empresas en el recorte y selección de contenidos.

LID: ¿Qué pasa con la Ley de Educación Ambiental Integral?

Desde la Izquierda peleamos por la plena implementación de la ley de Educación Ambiental Integral, rechazando la injerencia privada en la Escuela Pública. Desde que se sancionó, el saqueo de bienes comunes naturales no paró de avanzar, y solo fue frenado con lucha en la calle, como ahora está mostrando Jujuy en la pelea contra la reforma y por el litio, donde los trabajadores de la educación están presentes y cumplen un rol importante. Estas experiencias deben atravesar a las escuelas, y para esto es necesario llevar este debate y esta pelea a cada espacio, incluidos los Concejos Deliberantes y el Congreso. Es necesario que esta exigencia venga de la mano de un presupuesto acorde para educación, la formación de los docentes en la alfabetización científica en horario laboral, materiales, escuelas en condiciones, entre otras medidas que podrían tomarse.

LID: ¿Una empresa contaminante puede hacerse cargo de educar ambientalmente a la misma población que contamina?

Claramente no. Pero para los intendentes peronistas, ni hablar de la derecha, esa injerencia en la educación de las familias trabajadoras es cosa de todos los días. El intendente de Ensenada ha recibido plata para el Municipio y ha hecho obra pública con ese dinero de estas empresas, mientras les libera la zona para que no haya ningún tipo de control ambiental en el tercer polo petroquímico más grande de Argentina que está acá. La Plata junto a Ensenada es una de las ciudades más contaminadas del país. Las escuelas están rodeadas de canales y arroyos contaminados, de humedales y arbolado público destruidos y de grandes basurales. Es frecuente que nuestros estudiantes hagan comentarios sobre los fuertes olores o el estado del agua de los canales que rodean las escuelas, que están llenos de hidrocarburos, agentes tóxicos y metales pesados por las fábricas de la zona sin ningún tipo de control del Estado.

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Estas empresas hacen donaciones de manuales, impresoras y todo tipo de material, iniciativas para lavarse la cara de verde, de “capitalismo verde”. Estos materiales debería proveerlos el Estado, pero las escuelas están cada vez en peores condiciones como consecuencia del ajuste y el abandono, lo que se vuelve un círculo.

LID: ¿Qué experiencias vienen impulsando en educación ambiental?

Desde la Izquierda junto a Myriam Bregman defendemos que es necesario que las peleas de la comunidad, entre ellas las luchas socioambientales, ingresen al debate en las escuelas. Para eso, venimos coordinando charlas y acciones en los colegios y movilizándonos ante cada reclamo. Lo hacemos en común con otros docentes, nuestros estudiantes y sus familias, con asambleas y activistas, porque pensamos que la coordinación y la unidad son la clave. En este recorrido, que no empieza en la campaña electoral ni mucho menos, a nivel nacional somos parte de la pelea por la Ley de Humedades que llevaron Myriam Bregman y Nicolás del Caño al Congreso y nosotros a cada escuela, para que se deje de avanzar sobre el bosque nativo y el arbolado público.

El año pasado, en La Plata se llevó a cabo la audiencia en defensa del ambiente, convocada por los partidos que componen el Frente de Izquierda Unidad, con la participación de más de 40 asambleas socioambientales, y se confeccionó un pliego de demandas para seguir impulsando las luchas.

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En las escuelas, venimos impulsando talleres en común con compañeras ambientalistas organizadas en Vachug [un colectivo de mujeres autoconvocadas en defensa del humedal urbano Génova] y organizamos debates con la comunidad sobre la relación de la ecología, capitalismo y marxismo en Berisso. Somos parte de las movilizaciones al municipio de Ensenada, de los y las docentes junto a la Asamblea de vecinos contaminados por COPETRO, que exigen respuestas por el carbón de coque que reciben. En la última ocasión el intendente Mario Secco nos mandó a la policía y no dio ninguna respuesta.

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También nos movilizamos, levantando y unificando nuestras demandas, junto a la asamblea Ni un Árbol Menos, que surge en defensa del arbolado público, ya que las escuelas tienen los mismos problemas que los y las vecinas/os. Debatimos en cada instancia educativa contra el discurso del “ambientalismo popular”, planteamos la imposibilidad de un capitalismo verde y el discurso negacionista que niega la crisis climática. En este tiempo, dimos la pelea para unificar las luchas al interior de la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones (BFS) de La Plata, Berisso y Ensenada. Construir lazos con la comunidad es también un gran aporte a la tarea pedagógica, en perspectiva de organizarse a partir de la experiencia de lucha, tanto en el aula como en la calle.

LID: ¿Cuál es la pelea en educación ambiental que tiene la Izquierda y qué propone?

Es una pelea por el tipo de educación que queremos, independiente de los gobiernos y las patronales, que permita la realización de una planificación democrática de los contenidos elaborados sobre bases científicas, que cuestionen el impacto que tienen las actividades extractivistas sobre el ambiente y la población, producto del sistema capitalista actual. Además, para mostrar que existen alternativas, como el ejemplo de MadyGraf, que lleva adelante la reconversión de su producción desde una perspectiva ambiental, en el camino que tenemos que hacer hacia una transición energética verdaderamente justa y sostenible. Para terminar con el financiamiento proveniente de estas empresas y tener el presupuesto que necesitamos, desde la Izquierda decimos plata para la educación en base al no pago al FMI e impuestos progresivos a las grandes fortunas.

No se puede dividir lo que no lo está, que son las condiciones socioambientales, las de trabajo y de vida de las mayorías. Educación, vivienda, ambiente y trabajo no pueden encararse como compartimentos separados. La vida de las mayorías está atravesada por las consecuencias del capitalismo en todas estas dimensiones. Por eso, proponemos la reducción de la jornada laboral 6 horas de trabajo para todos, para terminar con el desempleo y ganar en salud, como parte de un plan de transición hacia otro tipo de producción de energía, alimentos, transporte verdaderamente sostenible y dirigido a garantizar condiciones de vida dignas para las mayorías trabajadoras y una relación sostenible con la naturaleza.

El ejemplo que nos da el pueblo jujeño con su lucha por el agua contra la megaminería del litio, contra la reforma constitucional, el sometimiento y la entrega que nos proponen es valiosísimo. Los invitamos a que nos acompañen a fortalecer la izquierda en cada lugar y a dar esta pelea en el parlamento nacional, como vienen haciendo nuestros compañeros diputados Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Alejandro Vilca todos estos años, y también en los municipios y concejos deliberantes. Ni Unidos por la Patria ni Juntos por el cambio, ni mucho menos Milei, plantean una salida a la crisis ambiental, porque no hay grieta para el extractivismo. Desde La Lista 1A de Myriam Bregman y Nico del Caño en el Frente de Izquierda Unidad proponemos una salida desde los trabajadores y las comunidades y la juventud que tiene que pelear por su planeta.