La Izquierda Diario conversó con Juan, un joven trabajador de la cadena de pizzerías Kentucky, quién nos contó las condiciones de precarización laboral que mantienen, impunemente, estos locales.
Jueves 1ro de julio de 2021 13:21
Para refrescar un poco la memoria, Kentucky es una franquicia de pizzas de larga data, que opera en 65 locales ubicados en CABA y GPBA. En las calles es muy común toparse con alguno de sus locales.
Esta empresa, lejos de ser un pequeño comercio, el año pasado, en plena pandemia inauguró 10 locales más, sumando así 85 sucursales. Este año planean hacer lo mismo abriendo 12 pizzerías más.
Esta es una de las caras de la empresa, la cual se muestra como gran emprendedora y generadora de empleo. “Te dicen que si te esforzás, a la empresa le va a ir bien y que eso te conviene”, contaba Juan.
“Pero lo que no te cuentan es la realidad posta de cómo, esta empresa trata a sus trabajadores”.
“Trabajo hace bastante tiempo en Kentucky, tengo 25 años y soy papá de dos niñas. Siempre fui rotando en distintas pizzerías como Guerrín (mismos dueños que Kentucky), hasta que llegué acá. Desde el día uno, a mí, como también a mis compañeras y compañeros, nos tienen en negro. Esto es así en la mayoría de sus locales, no tenemos derechos básicos como estar en blanco o tener vacaciones”, explicó.
“Los ritmos de trabajo son muy duros, ya que los locales están abiertos todo el día y dichos ritmos son cada vez peores. Llegamos a trabajar muchas veces de corrido y sin descanso (desde estar horas sin poder ir al baño y comer). Trabajar 12 horas diarias en la semana es algo que se te hace común”.
Y continuó: “Para colmo ni te pagan a tiempo las horas extras o directamente no te las pagan. A esto se suma que la empresa contrata pocos trabajadores para los locales, lo que implica que nosotros seamos multifunción y tengamos que hacer muchas tareas al mismo tiempo”.
“La situación sanitaria en los locales no se puede creer. En el local dónde trabajo, varias veces vimos que había ratas entre la mercadería y ningún supervisor, ni nadie hacía o decía nada, y así en general se trabaja en condiciones de mucha suciedad permanente. Si trabajas en locales de este tipo, nunca vas a ver que haya controles por parte del Gobierno de la Ciudad que garantice los protocolos, la higiene en los locales, y que también garantice que esta empresa tenga registrados y con derechos a sus trabajadoras y trabajadores”, denunció Juan.
“Da realmente, mucha bronca esta situación porque hablamos de una empresa que también es dueña de Guerrín, Che Muzza, Dandy (clásico Deli & Grill) y facturan muchísima plata. Además de cobrar por sus restaurantes, ganan también por franquicias, según el sitio gastrofranchising.com, una franquicia de Kentucky tiene una rentabilidad de $ 7.750.000 de ganancias por año”.
“Es decir, plata no les falta, les conviene mantener la precarización para evadir impuestos, para no poner un peso para nosotros y nosotras y, de esta manera, llenarse los bolsillos a costa de nuestro esfuerzo. No les importa nada a estos empresarios que hacen guita con nuestra vida”, así contaba Juan a este medio.
“Cobro 30 mil pesos por trabajar en estas condiciones y la verdad no me alcanza para vivir y mantener a mis hijas. En medio de la pandemia a todas y todos los trabajadores se nos complicó la situación en conjunto. Muchos se quedaron sin trabajo, dejaron de cobrar el IFE porque el Gobierno lo sacó y en muchos casos hubo reducción de los sueldos que ya no alcanzaban para nada”.
También dijo: “En toda la gastronomía esto se hizo sentir, los locales de Kentucky, durante la primera parte de la cuarentena estuvieron cerrados y a las y los laburantes nos dejaron de pagar los sueldos o directamente hubo despidos. A su vez el sindicato de gastronómicos y el de pasteleros, los cuales “representan” a los que trabajan en blanco en Kentucky, se llaman al silencio frente a esta situación, no solo dejando tirados a las y los que están en blanco, sino también dejándonos tirados a los que estamos en negro y no tenemos ningún derecho”.
“El sindicato no representa a nadie, ni hace nada por los derechos de las y los trabajadores, su silencio e inacción solo benefician a la empresa”.
Agregó: “Hago pública esta denuncia porque estoy cansado que nos traten como descartables. Quiero que esta nota llegue a todas y todos los trabajadores de Kentucky, de cadenas de pizzerías y demás locales gastronómicos. Para que mis compañeras y compañeros, vean que no estamos solos, que somos muchos los que la estamos pasando mal, pero que no tenemos que seguir permitiéndolo”.
“Yo, como otros pibes y pibas nos venimos organizando en la Red de Precarizadxs, nos organizamos entre nosotros y sin buchones para pelear por trabajo con derechos y por todas nuestras demandas como laburantes. Nos organizamos porque no queremos ser nosotros los que paguemos la crisis que ya dejó Macri y que se profundiza cada vez más con el Gobierno de Alberto Fernández”, manifestó.
“Desde la Comunidad de La Izquierda Diario, de la que somos parte junto a miles de trabajadores, queremos denunciar todos los atropellos que venimos sufriendo las y los laburantes con respecto a nuestros derechos y contar como la vivimos, ponernos en contacto entre nosotros y organizarnos para defendernos”, explicó.
¡Si tocan a uno nos tocan a todos!
Contactate con la Comunidad de La Izquierda Diario al 1123409864.