Una película fuerte donde se ve la violencia ejercida tanto de hombres hacia mujeres como de mujeres hacia hombres abre el debate de cómo enfrentar sin victimización la violencia.
Viernes 30 de noviembre de 2018
Juliette Chenais de Busscher escribió su película La violación (Le Viol du Routier, Francia, 2017) antes que el movimiento #Metoo llegará al país galo, “pensé que era perfecto porque era necesario el movimiento que hablara por las mujeres de libertad de expresión”, esto declaró al presentar su filme en México.
Chenais es una joven directora francesa que realiza una película sobre la amistad de dos mujeres que recorren Francia y Europa en medio de un ambiente machista y misógino. La violación es la historia de Gabrielle (Clémence Laboureau) y Tamara (Flore Abrahams) dos mujeres jóvenes que viajan mochila al hombro.
Las chicas llegan a instalarse en un departamento de Marsella aún con el desconocimiento del inquilino, el cual es seducido y burlado por Gabrielle, después salen a divertirse donde empieza una ralea de adjetivos despectivos hacia las mujeres.
En el lugar conocen a Jean y Juliette quienes le proponen un trío a Tamara, ella accede pero con la condición que también vaya Gabrielle. Así inician una serie de encuentros amorosos que tendrán a lo largo de su camino, donde maltrataran a los hombres pero también serán violentadas por otros.
La violación se centra entre la amistad de dos mujeres que se hacen fuertes para enfrentar un mundo machista que les coloca etiquetas y las trata de manera distinta. Rodada en blanco y negro el filme se nos mostrará conforme avanza cada vez más violento.
La diferenciación salarial entre hombre y mujer existe y es enorme aún en países imperialistas como Francia, al respecto del mundo artístico la actriz Flore Abrahams nos dice, “las mujeres ya sea como actrices o directoras reciben menos pago que los hombres”.
Al respecto de la película, Chenais afirmó “como actriz tuve una oportunidad para tener un personaje fuerte, incluso en el teatro donde trabajo esos roles son más para los hombres”. Sobre los personajes fuertes femeninos la directora destacó, “como público faltaba esa representación de mujeres fuertes en el cine, que no le importaba ser violenta”.
Es una película que puede abrir discusión sobre la violencia masculina y cómo las mujeres la enfrentan. El filme lejos de victimizar a las protagonistas las muestran fuertes incluso ante situaciones difíciles.