El 4 de marzo de 1933 Roosevelt juró como presidente de los Estados Unidos.A partir de entonces comenzó el programa que buscó dar respuesta a la depresión económica que sobrevino a la crisis de 1929: el New Deal (Nuevo Trato), una fuerte intervención del Estado para salvar al capital. A continuación analizaremos sus principales aspectos y contradicciones.
Viernes 3 de marzo de 2023 21:25
“El gobierno se enfrenta a una grave reducción de ingresos, (…), los agricultores no hallan mercados para su producción, miles de familias han perdido sus ahorros de muchos años. Y lo más importante, gran cantidad de ciudadanos desempleados se enfrenta al triste problema de la subsistencia, y un número igual trabaja arduamente con escasos rendimientos”, fueron las palabras del discurso de asunción de Franklin D. Roosevelt como presidente de Estados Unidos el 4 de marzo de 1933.
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La situación en Estados Unidos era crítica. Cuando asumió Roosevelt había 13 millones de desocupados, lo que significaba el 25% de la población norteamericana. Fue el presidente que promovió el New Deal (Nuevo Trato) para sacar a la economía de la depresión económica tras el crack de 1929, buscó reducir la desocupación y atacar el hambre ante el pánico de la burguesía a las grandes tensiones que se venían acumulando en la clase obrera norteamericana y los desocupados.
Aspectos clave del New Deal
1- New Deal: en los primeros cien días del Gobierno de Roosevelt promovió varios proyectos de política económica que se debatieron en el Congreso de Estados Unidos. Se trató de un paquete de medidas que dio impulso a un nuevo rol del Estado en la economía para salvar al capital de la crisis.
2- Principales medidas: cuando Roosevelt asumió, casi la mitad de los bancos había quebrado, y de los que estaban abiertos, muchos no tenían dinero. En medio de una crisis bancaria el Gobierno realizó una reforma del sistema financiero después de un feriado de tres días que buscó salvar a la banca manteniendo en pie un 75 % de los bancos de todo el país. Roosevelt también promulgó la ley Glass Steagall que impidió la asociación entre bancos comerciales y bancos de inversión. En abril se declaró el fin del Patrón Oro, se prohibió la salida de dicho metal al exterior y hubo una devaluación del dólar para favorecer la exportación de los productos americanos. El Estado otorgó créditos a la industria y al agro. La Administración de Obras Públicas (PWA) empleó a trabajadores de la construcción. La Administración Federal para Alivio de Emergencias (FERA) funcionó de 1933 a 1935 y otorgó pagos directos a cientos de miles de personas. La Ley de Recuperación Industrial Nacional (NIRA) controlaba la producción en las industrias, ejercía control directo de precios, establecía regulaciones sobre horas máximas y salarios mínimos en ciertas industrias, y autorizó el derecho a los trabajadores a sindicalizarse. El 18 de mayo de 1933 se aprobó el proyecto de la Autoridad del Valle del Tennessee para generar y distribuir energía hidroeléctrica en una región del sur del país, lo que implicó la realización de grandes obras de infraestructura, y la creación de puestos de trabajo, según describió el economista Mario Rapoport.
Otra medida que se conoce poco y puede sorprender a muchos sectores que elogian las políticas del país del norte es el repudio de la deuda. El 19 de abril de 1933 Roosevelt anunció que Estados Unidos dejaría de pagar sus deudas en oro y lo haría en dólares. Como detalla el especialista Éric Toussaint los contratos de deuda que incluían una cláusula oro representaban U$S 120.000 millones, de los cuales U$S 20.000 millones correspondían a deuda pública y U$S 100.000 millones a deuda del sector privado. Se calcula que los contratos de deuda con cláusula oro representaban el 180% del PIB (la riqueza que produce un país) estadounidense de la época.
3- Segundo New Deal: en 1935 comenzó la segunda etapa del New Deal. Se creó la Administración para el Progreso de Obras Públicas (APOP) encargada de realizar obras públicas como edificios, rutas, aeropuertos y escuelas. Otra medida importante de esta etapa fue la Ley de Seguridad Social de 1935, que por primera vez para ese país estableció un seguro de desempleo, pensiones y jubilaciones; la Ley del Impuesto sobre la Riqueza, que aumentó al 79 % la tasa a las ganancias de los ingresos superiores, que en los años 20 era de solo el 35%.
4- Ascenso de lucha de clases: Roosevelt, además de la crisis, enfrentó un ascenso en la lucha de clases, hubo grandes huelgas en 1934 en sectores claves como las automotrices, portuarios, industriales, que dio lugar a un movimiento de militancia de base en la clase trabajadora que impulsó las tendencias a la organización de sindicatos por industria.
El New Deal, como explica Victoria Bosch, fue cambiando para hacer frente a estos procesos de la lucha de clases. Así, se fortalecieron los mecanismos de conciliación entre capital y trabajo y se otorgaron concesiones a sectores de la clase obrera, particularmente el reconocimiento de derechos de sindicalización. En 1936-37 hubo un nuevo ascenso obrero que se caracterizó por las ocupaciones de fábricas. Bosch advierte que “el New Deal debió dar respuesta, entonces a la depresión económica y a los procesos de la lucha de clases que fueron poniendo en primer plano la necesidad de desviarlos fortaleciendo a la nueva central sindical (Comité por la organización industrial, CIO, N. de E.) ligándola al Estado y al Partido Demócrata, bloqueando las tendencias a la radicalización y liquidando la perspectiva de independencia de clase de los trabajadores norteamericanos”.
5- ¿Permitió la recuperación económica?: a principios de 1937 Roosevelt recortó el gasto federal con el argumento de “equilibrar” el presupuesto de 1938 y por la presión del parlamento y el establishment económico. Se consideró que la depresión había quedado atrás porque disminuyó la desocupación aunque aún era alta, mejoró la producción en las fábricas, la inversión de capitales, y el precio de las mercancías. Pero los resultados no fueron los esperados, la desocupación volvió a aumentar (10 millones de personas) y hasta 1940, el año anterior a la entrada de Estados Unidos en la guerra, el Producto Nacional Bruto se mantuvo por debajo de los valores de 1929.
Si bien las medidas del New Deal permitieron disminuir la desocupación aunque se mantuvo elevada (19% en 1938), calmar la situación social y poner en movimiento una economía paralizada no permitió una verdadera recuperación de la economía. Como señala la economista Paula Bach, “recién a partir del 39’ con los preparativos para la guerra, la economía entró en un sendero de verdadera recuperación”. Hubo una gran inversión pública y se desarrolló el aparato militar-industrial por una demanda garantizada por el Estado, hubo un reclutamiento de 17 millones de hombres en el ejército y se incorporaron masivamente al mercado de trabajo las mujeres y los negros a una industria que ahora sí se mostraba vigorosa. La verdadera recuperación llegó con la participación en la carnicería imperialista que se cobró la vida de más de 80 millones de personas.