Las grandes patronales responden a la tibia medida del Gobierno de congelar los precios. Para seguir ganando amenazan con el caos de la falta de productos. Hacen falta medidas urgentes, como las que propone la izquierda, para enfrentar esta situación.
Miércoles 20 de octubre de 2021 22:33
Las grandes patronales de la alimentación y otros sectores están amenazando a la población de conjunto. En el último año la inflación acumulada fue de 52,5% y los precios de los Alimentos y Bebidas aumentaron un 53,4%, superando a la mayoría de los aumentos paritarios, las jubilaciones y las prestaciones sociales.
Después de que el Gobierno anunció el congelamiento del precio de cerca de 1.500 productos, ahora los empresarios hablan de desabastecimiento. Un verdadero chantaje capitalista, una amenaza de generar caos y mayor crisis. Todo para que sus ganancias no se toquen.
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La medida del Gobierno es un parche. No ataca el poder concentrado que tienen estas grandes empresas, que llega al punto de que dos o tres pueden repartirse la casi totalidad de las ventas en el sector. Por ejemplo, tres empresas acaparan el 75% de la facturación total en la producción láctea. En el rubro de Bebidas sin Alcohol, la misma cantidad de marcas se queda con el 85 % de las ventas totales. Son verdaderos monopolios y oligopolios a los que no se puede enfrentar con palabras y con medidas parciales.
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Las grandes empresas alimenticias ponen el grito en el cielo, pero vienen ganando millones. Como el Grupo Arcor, que ganó $ 8.806,6 millones en el primer semestre del año. O Molinos Río de la Plata embolsó $ 998 millones en el mismo período.
Son urgentes medidas que garanticen el nivel de vida del conjunto de las mayorías trabajadoras, al tiempo que ataquen el poder de los grandes capitalistas y garanticen un control de precios real.
Estas medidas son esenciales para enfrentar a fondo las maniobras de los grandes capitalistas que buscando garantizar su ganancia no tienen problema en hambrear a las mayorías populares. El Gobierno, como quedó demostrado en Vicentin al retroceder, con las patronales no pasa de los discursos. Por el contrario, en casos como el de la inflación, es parte de agravar el problema, con los aumentos que viene permitiendo en los combustibles y en otros sectores de la economía. Al mismo tiempo, aunque ahora viene limitando la compra de dólares para frenar el drenaje de divisas, durante gran parte del año avaló un constante descontrol cambiario.
La única forma de enfrentar realmente el poder de los monopolios y oligopolios formadores de precios pasa por la auto-organización de la clase trabajadora y los consumidores de los sectores populares.
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