Las consecuencias del consenso fiscal. Las similitudes de la política tributaria de UPC, Cambiemos y la UCR. La carrera hacia el 2019.
Domingo 18 de marzo de 2018
Al inicio de la semana pasada el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) anuló la aplicación de tasas municipales directas sobre las facturas de agua potable. La medida del ente regulador continúa el mismo criterio que Provincia al restringir el cobro de tasas sobre las facturas de EPEC: no cargar con tasas e impuestos las facturas de servicios.
Así lo establece el Consenso Fiscal, firmado por 16 gobernadores el 16 de noviembre y que legisladores de UPC y el interbloque Cambiemos votaron juntos con el presupuesto 2018 de la provincial de Córdoba. En aquel entonces, algunos legisladores de la UCR, que acompañaron el Consenso Fiscal, reclamaban mayor coparticipación de la Provincia hacia los municipios.
El punto de reclamo no es menor en la provincia con más administraciones locales: suma un total de 427 comunas y municipios. Mientras la coparticipación representa el único ingreso en las comunas, las tasas propias cumplen también un rol central en los presupuestos de los municipios medianos y mayores.
A la eliminación de las tasas se suma que la reducción de impuestos provinciales significará menos fondos de coparticipación para los municipios. El punto de desequilibrio es Ingresos Brutos: la rebaja en 2019 le significará a la provincia de Córdoba una quita de ingresos, a precios de hoy, de 4.949 millones de pesos. Es casi el 10 por ciento de su recaudación propia. Algo menos del 20 por ciento de eso va directo a los municipios. Es decir que serán 989 millones de pesos que no se girarán a los intendentes.
En conjunto, ambas medidas, la de provincia y el Ersep, le quitarán a la administración de Ramón Mestre más de 200 millones de pesos este año. Esto valió para que el intendente capitalino saliera al cruce al gobernador Schiaretti. Mestre, quien denunció que no existe dialogo con Schiaretti, aprovechó todo medio para criticar la medida de provincia.
Pero tras la aparente rivalidad hay más similitudes que diferencias. La política tributaria de Juan y Ramón no es tan diferente. Tanto Provincia como Municipio han elevado la presión impositiva siempre muy por encima de la inflación.
En los últimos 10 años, la inflación acumulada fue aproximadamente de 740 %, mientras la Provincia nos cobró en distintos impuestos 1.640 % más. Y desde que Mestre es intendente (año 2011) la Municipalidad nos cobró 550 % más, cuando la inflación fue de 360 %.
Al mismo tiempo, en los últimos 20 años tanto UPC como UCR han generalizado la práctica de incluir tasas en las facturas de servicios (de electricidad, luz y gas) para asegurar la recaudación y evitar que los contribuyentes vean un abultado cedulón. La recaudación aumentó al ritmo de los tarifazos de los últimos años.
En todo caso queda un punto por resolver: luego de la reforma tributaria ¿Cómo obtener los fondos que provincia dejaría de percibir por ingresos brutos de cara al 2019? Fondos que se coparticipan a los municipios.
Por su parte Schiaretti, alumno obediente del presidente Macri, tomó la posta e impulsó la reforma tributaria acompañada de recortes en el presupuesto de Salud, Educación e Infraestructura.
Una alternativa para los intendentes es la coparticipación del Fondo del Conurbano, que no está considerado en el pacto fiscal. En la oposición hay diferencias en la forma. Un grupo de intendentes de Cambiemos acompaña la reforma tributaria y exige que el Gobierno provincial coparticipe el Fondo del Conurbano con la firma de un compromiso de bajar la tasas. Mestre quiere quedar como el único opositor, exige que provincia coparticipe los Fondos del Conurbano para empezar a hablar de bajar las tasas.
Lo que hay de fondo es una disputa hacia el 2019, en la que Mestre quiere ubicarse como el recambio a los 20 años de UPC.