Funcionario desde hace más de tres décadas, Osvaldo Jaldo acompañó los mandatos de Palito Ortega, Julio Miranda, José Alperovich y Juan Manzur, hasta convertirse en el vice gobernador y presidente de la Legislatura provincial. Empresario ganadero, referente anti derechos y hombre ligado al clero, Jaldo es fiel representante del feudalismo tucumano.
Lunes 20 de septiembre de 2021 20:00
La salida de Juan Manzur como gobernador, para asumir como Jefe de Gabinete de Alberto Fernández, puso a Osvaldo Jaldo al frente del timón de la provincia. Luego de varios días de negociaciones y pases de factura, el vicegobernador que hace tan solo una semana, perdía en las PASO la interna del Frente de Todos, quedó en el sillón Lucas Córdoba.
Parte del riñón del PJ tucumano y funcionario desde hace más de tres décadas, Osvaldo Jaldo fue haciéndose de una mayor influencia bajo los mandatos de Julio Miranda y José Alperovich, hasta convertirse en el vice gobernador y presidente de la Legislatura provincial. Empresario ganadero, referente anti derechos y hombre ligado al clero, Jaldo es fiel representante del feudalismo tucumano.
De la crisis del 2000 al alperovichismo
Jaldo comienza como intendente de la localidad de Trancas (1987), ocupa en plena crisis del 2000 el puesto de Ministro de Economía de la provincia bajo la gestión de Miranda. Las imágenes de la desnutrición infantil y el registro récord de desempleo en esos años son las postales que dejó el gobierno de Miranda en la provincia. En aquel momento el exgobernador llegó a plantear que una parte de la desnutrición la explicaba los problemas culturales de los tucumanos.
Ya como parte central del PJ, Osvaldo Jaldo es reclutado por la administración de José Alperovich en el 2003, cuando asumió como interventor de la Caja Popular de Ahorros, luego tomando la cartera de Ministro del Interior y haciendo de nexo con las intendencias del interior de la provincia, lugar que le permitió establecer un contacto privilegiado en el armado del PJ y las localidades del interior de la provincia.
Acompañó al alperovichismo en todas sus gestiones, hasta la ruptura en el año 2019 cuando el senador José Alperovich decide presentar su propia candidatura para la vuelta a la gobernación. La disputa por el sillón de Lucas Córdoba los llevó a una campaña en la que afloraron "carpetazos" y denuncias mutuas de clientelismo y mala praxis en la función pública, como si no hubieran sido parte del mismo gobierno. Un modus operandi que se volvió a repetir en el enfrentamiento con Juan Manzur, a quien acompaña en la gobernación desde 2015.
Hasta aquí ya podemos ir haciéndonos una idea de quien es Osvaldo Jaldo. Un hombre del régimen, que desde el 2000 en adelante forma parte del gobierno provincial y ancló su poder en su relación con muchos de los intendentes y punteros del interior provincial.
Desde 2015 preside la Legislatura mas cara del país, con hechos escandalosos como la cobertura a hombres como Sergio Maley, ministro de Seguridad y responsable directo de la desaparición seguida de muerte de Luis Espinoza, entre otros casos de brutalidad policial. Volvió la Legislatura un bunker anti-derechos, impulsando la declaración de Tucumán como provincia "pro-vida".
En cada uno de los escándalos que sacudieron la provincia, la prisión a Belén, las torturas a Lucia, los casos de gatillo fácil como el de Facundo Ferreyra, el vicegobernador siempre se ubicó sosteniendo la impunidad del régimen desde la presidencia de la Legislatura provincial.
En los últimos años, tejió una alianza con el bussismo, a cambio de impunidad para el hijo del genocida. En un audio que tomo notoriedad pública, el juez Daniel Leiva pide en nombre de Manzur y Jaldo que se frene la causa abierta por abuso sexual y robo de identidad contra el legislador Ricardo Bussi: “Vos sabes la relación de amor y odio que tenemos con ese espacio que nos es funcional”, asegura.
La pelea con Manzur y las PASO
En las elecciones PASO la lista de Jaldo se enfrentó en internas a la de Manzur; éste último se ubicó vencedor por 100.000 votos, por sobre la que encabezaba el ex vice gobernador en la categoría de diputado testimonial. Derrotado en las PASO, Jaldo renunció a su candidatura como Diputado, negándose a integrar una lista común.
La disputa entre Manzur y Jaldo tenía su raíz en las aspiraciones del vice de ser quien suplante a Manzur al frente de la provincia en las elecciones ejecutivas del 2023. Esa disputa, terminó con un final imprevisto, Jaldo quedó frente a la gobernación luego de perder las elecciones. La crisis del gobierno de Alberto Fernandez, puso en el centro de la escena la pelea del PJ tucumano, con denuncias cruzadas de un lado a otro.
El precario acuerdo provincial es el de un equilibrio de fuerzas: Jaldo quedó frente a la gobernación, y el manzurismo puso a uno de los suyos, el legislador Sergio Mansilla, al frente a la Legislatura provincial, unificando en un mismo bloque al peronismo. El gobierno que queda cruzado por infinidad de disputas internas, no deja contento a nadie. Hacia afuera el PJ muestra un cierre de filas completo frente a la crisis, pero por abajo avanza el desprestigio de una casta política semifeudal que gobierna para los grandes empresarios y terratenientes de la provincia.