En noviembre tendrá lugar el proceso de sucesión de rector de la UNAM y recientemente comienzan a darse a conocer los perfiles de algunas y algunos de quienes podrían participar en la contienda para dirigir la llamada Máxima Casa de Estudios del país. ¿De quiénes se trata?
Martes 4 de julio de 2023
Formalmente la convocatoria para la elección de nuevo rector o rectora de la UNAM será lanzada en agosto, sin embargo, las especulaciones en torno al posible sucesor o sucesora del actual rector de la UNAM, Dr. Enrique Graue, comienzan a fluir.
Las autoridades universitarias hablan de un supuesto “ambiente desestabilizador” que desde hace algún tiempo está impregnando a la UNAM y que por ende “afectará” al proceso. La expresión “ambiente desestabilizador” hace referencia a las manifestaciones recientes que han impulsado trabajadores académicos y administrativos, así como estudiantes, que han alzado la voz en contra de las condiciones de precarización laboral y antidemocracia que prevalecen en la Universidad.
Para el proceso en puerta han sido identificados, por un lado, a posibles candidat@s afines al gobierno federal y su partido, el Morena, y por el otro quienes han sido descritos como pertenecientes al grupo del actual rector, cercanos al priismo y al grupo de Los Médicos, quienes tras 24 años podrían ceder la conducción de la UNAM.
Las cartas del Morena.
Dentro de los que han sido identificados como afines a la 4T encontramos a William Lee Alardín, quien actualmente funge como coordinador de Investigación Científica. Es egresado de la Facultad de Ciencias, cursó su maestría y doctorado en la Universidad de Wisconsin, Madison, Estados Unidos. Anteriormente fue director del Instituto de Astrofísica de la UNAM y fue presidente del Consejo Técnico de Investigación Científica. Como titular de la Coordinación de Investigación Científica Lee Alardín tiene un salario de 37 mil 409 pesos, a eso se le suma una compensación de 8 mil 444,8 pesos por antigüedad y, bajo el concepto de otros ingresos, recibe 132 mil 744.2 pesos. En total, mensualmente, percibe 178 mil 598 pesos.
Aquí también encontramos a Imanol Ordorika Sacristán, quien fuese dirigente del Consejo Estudiantil Universitario en 1987, donde fue parte del mismo núcleo de Claudia Sheinbaum, según el portal de transparencia UNAM, Ordorika es Investigador Titular C de Tiempo Completo, en la Unidad para el Desarrollo de Planes y Programas, puesto por el que recibe una remuneración neta de $26 mil 23.49 pesos, así como un monto de $68 mil 406.8 pesos por estímulos correspondientes a los niveles de contratación. Sumando ambas cantidades el sueldo mensual de Imanol es de $94 mil 430.29 pesos. Además, Ordorika Sacristán es Director General de Evaluación Institucional de la UNAM, puesto en el que, según el tabulador de sueldos y salarios de funcionarios universitarios, gana $84 mil 376.00 pesos. El total de ambos sueldos suman $178 mil 806.29 pesos.
Imanol Ordoraki tiene una licenciatura en física por la Facultad de Ciencias de la UNAM, es maestro en sociología y maestro en educación por la Universidad de Standford, cuenta además con un doctorado en Ciencias Sociales y Educación por la misma institución educativa.
Las cartas del priismo.
Por parte de quienes podrían buscar estar al frente de la rectoría de la UNAM, está Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria, quien actualmente es titular de la Secretaría Administrativa. Además, ha sido director del Instituto de Ingeniería. Tiene licenciatura y maestría por la Facultad de Ingeniería y un doctorado por la Universidad de California, Berkeley. Goza de ingresos mensuales de $46 mil 65 pesos, $18 mil 942 correspondientes a una compensación por antigüedad, así como de $114 mil 831 pesos por concepto de otros ingresos, lo que resulta en $179 mil 838 pesos que dicho funcionario lleva a su bolsa cada mes.
Otra de quienes está en esta lista es Patricia Dolores Dávila Aranda. Ella es secretaria de Desarrollo Institucional. Se le reconoce como una de las funcionarias del círculo cercano del actual rector Graue. Patricia además fue coordinadora general de Estudios de Posgrado de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Su sueldo es de $46 mil 65 pesos, a lo que se le suma su compensación por antigüedad de $16 mil 777.2 pesos más $115 mil pesos por otros ingresos. En total, mensualmente, gana $178 mil 598 pesos.
Raúl Contreras Bustamante, quien actualmente es director de la Facultad de Derecho. Cuenta con licenciatura y maestría en derecho por la Facultad mencionada y un doctorado por la Universidad de Salamanca, España. Es profesor titular C de tiempo completo en Derecho, posición por la que recibe una remuneración neta de $26 mil 23.49 pesos, más $54 mil 27.5 pesos por estímulos; en total $80 mil 50.9 pesos. A esto se le suma su sueldo como director, el cual es de $26 mil 898.42 pesos, más $5 mil 355.76 por antigüedad, a lo que se suma $62 mil 299.58 pesos por concepto de otros ingresos. Mensualmente Contreras Bustamante se embolsa $174 mil 604.66 pesos.
El siguiente de este grupo es Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina ─del grupo de los médicos, al que pertenece el actual rector Graue- quien goza de un sueldo de $26 mil 898.42 pesos, más $15 mil 836 pesos por antigüedad y $88 mil 435 pesos por otros ingresos. En total recibe $131 mil 169.42 pesos mensuales.
Por el priismo también encontramos a Leonardo Lomelí Vanegas, quien es economista por la Facultad de Economía de la UNAM. Cuenta también con maestría y doctorado en historia. Ha sido presidente de la Comisión de Presupuestos del Consejo Universitario UNAM. Actualmente funge como Secretario General de la Universidad. Como funcionario universitario cobra $35 mil 676 pesos, a los que se suman $13 mil 508.40 pesos por antigüedad y $122 mil 018.60 pesos por otros ingresos. Sumando estas cantidades Lomelí se lleva a la bolsa mensualmente $171 mil 203 pesos. Pero eso no es todo, Leonardo además goza de un sueldo como profesor titular B de tiempo completo, recibiendo $21 mil 971 pesos más $50 mil 938 pesos por estímulos, dando un total de $72 mil 909.48 pesos. Con sus dos sueldos el flamante Secretario General de la UNAM se embolsa $243 mil 932 pesos al mes.
Finalmente, en este grupo se encuentra Guadalupe Valencia García, actual Coordinadora del Área de Humanidades, quien es licenciada en sociología por la Universidad Iberoamericana, maestra en sociología política por el Instituto Dr. José María Luis Mora y doctora en sociología por la UNAM. Como coordinadora del Área de Humanidades, Guadalupe recibe un sueldo de $28 mil 791.30 pesos, a lo que se le suman $11 mil 147.40 pesos por antigüedad y $132 mil 116.60 pesos por concepto de otros ingresos; en total $172 mil 055.3 pesos. Pero ahí no acaban sus ingresos. Ella también tiene un sueldo como investigadora titular C de tiempo completo, lo que le reditúa en $26 mil 023.49 pesos más $55 mil 527.04 pesos por estímulos correspondientes; sumadas ambas cantidades dan un total de $81 mil 550.53 pesos. Por sus sueldos como funcionaria e investigadora, Guadalupe se lleva mensualmente $253 mil 605.83 pesos.
Valencia García ha sido reconocida como un personaje que establece un diálogo de presencia y puentes de comunicación entre la 4T y rectoría.
Coincidencias, contrastes y ni atisbos de democratización
Para cumplir con el sueldo mensual de estos ocho integrantes de lo que con justa razón ha sido llamada “la casta dorada” de funcionarios y profesores de la UNAM, la Universidad gasta $1 millón 519 mil 152.2 pesos.
Si lo multiplicamos por doce esta cantidad nos da un total de $18 millones 229 mil 826.4 pesos anuales del presupuesto que la UNAM gasta en los privilegiados sueldos de estos funcionarios, eso sin contar aguinaldos y otras prestaciones.
Los ocho personajes que se perfilan para la rectoría de la UNAM coinciden en una cosa: son integrantes de la casta dorada universitaria, y ni uno de ellos se ha pronunciado jamás por la penosa situación de precarización y abusos laborales que aqueja a más del 70% de profesores que laboran en las aulas de la llamada Máxima Casa de Estudios, y quienes son los que realizan la mayor parte de las labores de la institución educativa. Tanto los perfiles identificados como afines al Morena como los del PRI confluyen en ello.
Hay un contraste abismal entre los sueldos estratosféricos de los que goza esta casta dorada y los raquíticos ingresos que la gran mayoría de los trabajadores académicos y administrativos de la UNAM perciben mensualmente.
Asimismo, ninguno de quienes se perfilan en ambos bloques ha hablado seriamente de impulsar la democratización de la UNAM. Por el lado del Morena ha habido vagas referencias al tema; dicho partido ha presentado dos iniciativas de Ley Orgánica en el Congreso de San Lázaro que plantean elecciones con voto universal para rector. En ambas ocasiones recularon; la intención es "democratizar" desde el Congreso, sin que la fuerza de la comunidad universitaria imponga un régimen universitario distinto, todo bajo control y con el fin de controlar el importante bastión que significa la UNAM, claramente llevar la democracia a la Universidad no es prioridad.
Por su parte los perfiles del bloque priista se identifican a sí mismos como de corte más “académico y científico” que buscaría recuperar un enfoque “de desarrollo del conocimiento”.
Ambos bloques, sin embargo, coinciden en que avanzar en la democratización de fondo no es posible, que eliminar a la virreinal Junta de Gobierno de la universidad representa desestabilizarla y “minar” la gobernabilidad a su interior. Pero no nos engañemos, para la casta dorada, todo intento por acabar con sus privilegios significa “desestabilización”.
Frente a esto, es necesario construir un fuerte movimiento universitario que busque consolidar un gobierno tripartito de trabajadores académicos y administrativos, así como estudiantes, que decida qué, cómo, porqué y para qué se gasta le presupuesto, construyendo una universidad al servicio de las grandes mayorías.
Si los partidos del Congreso han construido sus grupos políticos al interior de la Universidad, poniendo en juego sus recursos para construir un proyecto educativo ajeno a las necesidades más sentidas de la mayoría de los integrante de la comunidad universitaria, es propio que quienes queremos construir otra educación al servicio de las grandes mayorías del país, que no responda a lo mandatos empresariales y que ponga todos los recursos de la Universidad para garantizar estabilidad laboral y educación universal, creemos nuestra propia corriente, como proponemos quienes militamos en la Agrupación Juvenil Anticapitalista y en al Agrupación Desde las Bases- STUNAM