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Medio públicos. Radio Nacional Mendoza defiende la libertad de expresión y pelea contra su cierre

Tras la intervención a su página web, comunicadores y comunicadoras de Mendoza realizaron una acción para visualizar su lucha contra el ataque que están sufriendo los medios públicos por parte del gobierno de Javier Milei. El intento de cerrarlos y privatizarlos, es un ataque directo a la libertad de prensa, como también al derecho a la información y la cultura de trabajadores, mujeres, jóvenes, comunidades originarias, campesinas y sectores populares. Por eso dialogamos con Laura Lescano, trabajadora y delegada de Radio Nacional Quino.

Sábado 8 de junio 18:39

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En el marco de la semana de la Comunicación, trabajadores y trabajadoras de medios públicos realizaron diversas acciones manifestando el rechazo a la privatización de Radio Nacional, la TV Pública y Contenidos Públicos S.E (Encuentro, Pakapaka y DeporTV). Uno de los objetivos planteados en la Ley Bases aprobada por la Cámara de Diputados y que hoy se debate en el Senado.

Sin embargo el gobierno nacional ya comenzó con esta política desde su asunción, olas de despidos y ajuste en Radio Nacional y la TV pública, junto con el cierre definitivo de la agencia Télam. Cornejo en Mendoza, que nunca quiere quedarse atrás cuando de ataques a los trabajadores se trata, también cerró el Canal Acequia, el primer medio público de la Provincia que aportó enormemente a la cultura local en sus 10 años de funcionamiento.

La Radio está en peligro, pero recibe la solidaridad de sus oyentes que se hacen presentes cotidianamente a través de innumerables llamadas y mensajes de apoyo. Además este jueves, se acercaron cientos de personas al abrazo simbólico que se realizó en la puerta de la emisora. También fueron acompañados por su sindicato: SipreMza. Apoyo y fuerza indispensable para seguir luchando y defender sus puestos de trabajo.

Laura Lescano, trabajadora y delegada de Radio Nacional habló con La Izquierda Diario contando la situación crítica que atraviesan los medios públicos y específicamente la de la Radio. Similar a lo que ocurrió con Télam, desde diciembre comenzaron los ataques por parte del gobierno que aprovechó para despedir a todo un sector que estaba contratado de forma irregular, sin renovarles el contrato.

Hasta diciembre en la radio trabajaban decenas de personas, algunas en planta permanente y otras con contratos precarios. “Esas personas concluían -como habitualmente todos los años pasan y es una práctica habitual del Estado- sus contratos del 31 de diciembre. Hasta este año venían siendo renovados cada año, estaban en una situación precarizada con contratos. Cuando concluyen el 31 de diciembre se les da de baja. Después de insistir, negociar y demás por parte de quien estaba en la gestión de la radio en ese momento, es que se le da continuidad a cinco personas más, una adenda hasta febrero. En febrero, se terminan de caer esos cinco contratos, no son renovados y se quedan sin laburo esos compañeros que habían trabajado los últimos tres años con nosotros, día a día, en una situación de fraude laboral”, comenzó contando Laura sobre la situación de precariedad laboral y de ataques sufridos por el gobierno nacional de Milei.

Los contratos laborales basura en el Estado no son una novedad. Se trata de una forma de precarización que comenzó a instalarse en la década del 90’ con miles de trabajadores estatales que son monotributistas, que no tienen ningún tipo de derecho, obra social, aportes previsionales, licencias médicas pagas y mucho menos estabilidad. “El Estado siempre lo ha permitido y sostenido. En mi caso particular me ocurrió, estuve cuatro años facturando. Cuando comencé $1.000 me pagaban en el 2011, tenía un contrato basura. Yo estaba muy contenta, porque era mi primera oportunidad con 25 años de poder empezar a trabajar y desenvolverme en los medios que era lo que me interesaba. En el 2015 me pasaron a mí junto con otros trabajadores a un limbo que se llama planta transitoria o contrato eventual que implicaba tener un bono de sueldo cobrando el básico justo y sin ningún otro ítem, sin ningún otro reconocimiento, sí los descuentos, pero con contrato anual. También en el 2020 nos regularizan la situación porque ya llevamos casi 10 años en esa situación de fraude laboral, pero se incorporan compañeros en esa misma situación. Prácticamente se había constituido una planta paralela, simultánea de trabajadores contratados que hacían aire, estaban al frente de programas y cumplían distintas tareas”, detalló la delegada.

La libertad de prensa no es la libertad de empresa

Tras los despidos que se efectivizaron en febrero, el último ataque por parte del gobierno fue la intervención de la página web que se encuentra “en proceso de reconstrucción”. Fue un duro golpe a los trabajadores y trabajadoras pero también a la sociedad en su conjunto. La web significaba un archivo sonoro construído durante décadas con la cobertura de miles de procesos y hechos de gran envergadura, como los juicios de Lesa Humanidad contra los genocidas o luchas sociales como la del agua, en defensa de la Ley 7722 en Mendoza y las voces de las comunidades originarias tan silenciadas en las empresas de medios.

“La baja del servidor y la pérdida de la web de Radio Nacional representa que vos como público no puedas acceder a ninguno de los contenidos que estaban en ese archivo sonoro inmenso Federal y diverso porque las 49 emisoras subíamos las notas del día, producciones musicales, material de músicos en vivo que hubiesen pasado por la radio, material que quizás estaba en otra plataforma, por ejemplo, cintas abiertas o discos de pasta o casete o CDs que se habían digitalizado para justamente poner a disposición de todos y todas, porque la radio es de todos y todas ese material con acceso gratuito se perdió”, manifestó la periodista y agregó que con la decisión del gobierno de Milei, no solo se quitó el derecho a acceder a todos los contenidos que allí se encontraban sino que se quitó “la posibilidad de escuchar la radio por streaming vía web”.

“Cuando se constituyó la Red Federal de Medios Públicos de radios públicas específicamente a mediados del siglo pasado, se apuntaba justamente a dar cobertura a la zona de frontera para atender demandas de las poblaciones alejadas como así también en caso de catástrofes nacionales y para la Defensa Nacional. El rol de la red de radios públicas con el avance del tiempo ha mutado un tanto, pero sí sigue atendiendo a las poblaciones en lugares más inhóspitos es la conectividad de un pueblo y en parajes alejados. Por ejemplo toda la red de radios que hay a lo largo de la cordillera patagónica es la conectividad entre puesteros, entre pobladores indígenas, entre comunidades alejadas a donde las radios comerciales no llegan, no les interesa cubrir esa esa demanda porque no es lucrativo porque se trata de un servicio y de la conectividad entre habitantes de nuestro país”. En Mendoza, la radio que cumple esa función es LV 19 Radio Nacional Malargüe.

Además de cumplir el rol de comunicar, las radios también han ido conformándose en centros culturales. “Como no tiene fines de lucro y como se trata de un medio público, la idea es dar espacio, lugar a visibilizar: las culturas locales, regionales, los y las artistas de cada sitio de cualquier rama del arte -músicos, pintores, teatreros, realizadores audiovisuales independientes- justamente un espacio para la difusión, la divulgación de su música, de sus obras, de sus presentaciones, de sus espectáculos, de sus shows”.

No al cierre de Radio Nacional

Para impedir el cierre a nivel nacional, crearon una Intersindical con la que están en recolección de firmas y así poder presentar un proyecto en el Congreso y evitar la privatización “necesitamos 100.000 firmas de base para entrar, a fin de pedir que no nos privaticen justamente por el carácter federal y de servicio y de sostenimiento y consolidación del acervo cultural y las identidades locales y provinciales” concluyó.