PTS-FITU. Raúl Godoy en Merlo: "Los trabajadores tienen que tomar las demandas de toda la comunidad"

Eran las dos de la tarde y Raúl Godoy, dirigente obrero del PTS y de la emblemática ex Zanón, llegaba a la Casa Cultural Socialista de Merlo recientemente inaugurada, para compartir a trabajadores fabriles, estudiantes secundarios, jóvenes precarizados y docentes de la zona, las lecciones de una lucha histórica, a la luz de los desafíos del presente.

Las conclusiones del neumático en el espejo de Zanón

Entre mate y empanadas comenzó el intercambio. Un trabajador del neumático presente en la reunión comentó, a propósito de su reciente triunfo: “A las patronales solo les preocupan las ganancias, pero nosotros paramos la fábrica y demostramos que sin los trabajadores no se produce nada, ahí nos dimos cuenta del poder que tenemos”.

Y siguió: “Lo que pasó con la lucha del neumático fué histórico, pero no puede quedar ahí, ahora tenemos que pensar cómo seguir, porque no es que le ganamos a la patronal y ya está. No quiero tener que trabajar toda mi vida los fines de semana y con turnos rotativos que te arruinan”.

Raul Godoy intervino para plantear que “la huelga del neumático volteó a un ministro y ya estaba paralizando la industria automotriz, lo que demostró, como decía el compañero, que los laburantes son los que tienen el poder. Con el impacto que causó ésta lucha, imagínense si ese sindicato impulsara la lucha en común de los distintos sectores y llamase a una reunión de coordinación”.

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Marx decía en el Manifiesto Comunista que, en el desarrollo de los trabajadores como clase, a veces consiguen triunfos, pero que esos son triunfos efímeros. “El auténtico resultado de sus luchas no es el éxito inmediato, sino la creciente unión de los obreros”.

Raúl trajo a cuento en ese sentido la experiencia de Zanón: “En Zanón nuestro primer paso fue organizar el sindicato. Después convocamos a una coordinadora del Alto Valle, cuando todavía estaba la patronal. No estábamos de paro todo el día, era la etapa de preparación.”

Y continuó: “Hacíamos reuniones abiertas donde la gente podía participar y se empezaban a sumar. Trabajadores de la salud, docentes, universitarios, desocupados, organizaciones de derechos humanos. Por eso el día que vinieron con la intención de desalojar la fábrica no lo pudieron hacer, porque había miles de personas en la puerta”.

“Imaginense que los presos de la cárcel de atrás de Zanon discutieron cederles su comida a nuestra olla popular” contó Raul ante el asombro de todos. “La lucha de Zanon se transformó en una causa popular, porque estábamos enfrentando al poder político”.

“A lo que voy con esto es que la clase obrera tiene la potencialidad de ser hegemónica cuando toma el programa de toda la comunidad. Nosotros luchabamos por la estatización bajo control de los trabajadores pero también por un plan de obras públicas para generar vivienda y trabajo, y poner nuestra producción de cerámicos al servicio de la comunidad".

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“En Zanon al principio los compañeros puteaban a los desocupados. Pero en el momento del conflicto les dije ‘o ellos están con nosotros o los usa la patronal contra nosotros’. Ahí entendieron que esa alianza no solo es conveniente, sino que es necesaria, porque en esta sociedad nadie se salva solo. Nosotros no separamos la lucha sindical de las demás y eso es parte de sentar las bases para una sociedad socialista”.

Contra el ajuste en educación

Rodrigo, docente de Merlo, siguiendo con el hilo de la discusión, planteó: “Los docentes no solo tenemos que pelear por el salario sino también tomar con fuerza por ejemplo las demandas de las familias que pasan hambre, para buscar esa unidad”. Varios de los presentes dieron cuenta de la poca cantidad y mala calidad del alimento que se entrega en las escuelas.

Emi estudiante secundario del barrio Libertad, contó cómo “hay escuelas donde el centro de estudiantes peronista pasa por los cursos diciendo que los que ya comieron no coman más para que alcance, en vez de pelear por más y mejor comida. Ellos militan por la resignación. Nosotros queremos poner en pie una agrupación de secundarios para pelear porque no nos vamos a resignar a la miseria que nos ofrecen. Estamos buscando la forma de llegar a más secundarios y vamos a hacer un material para difundir ésta propuesta”.

Andrea, también docente del distrito, planteó: “Ahora quieren tapar el ajuste con una medida demagógica como aumentar una hora la jornada escolar. Con eso también buscan dividir a los y las docentes de las familias”. y agregó: “Pero no se puede tapar el sol con la mano, entre los compañeros hay mucho malestar, en mi escuela jamas habia pasado que paren todos como pasó ahora, con un paro convocado por La Multicolor y boicoteado por la burocracia de Baradel. Eso es algo novedoso”.

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Prepararnos para las cien asambleas

Raúl volvió a tomar la palabra para enmarcar la situación en la que estamos: “El gobierno que hoy está votando un ajuste brutal, asumió toda la agenda que ponía la derecha, después de decir que había que votarlos para que no venga la derecha. Y así llegamos a esta situación de enorme desigualdad, con un gobierno que gobierna para los ricos”

Y siguió: “Nosotros queremos discutir otra cosa, peleamos por un gobierno de trabajadores, una sociedad socialista. Convocamos a estas 100 asambleas para agrupar toda la fuerza que hay alrededor del PTS, porque nos une un programa y un objetivo”.

“La crisis a la que nos trajeron los distintos gobiernos provoca mucha bronca y frustración, pero no toda la bronca es de izquierda. Por eso existe Milei. Sin embargo la izquierda es un factor importante. Tenemos diputados y visibilidad. Gracias a eso las luchas que antes eran invisibles ahora se ven. Las 100 asambleas son también para mostrar eso y dar un mensaje de que nosotros no vamos a agachar la cabeza”, finalizó.

David Maidana, también docente del distrito y concejal del PTS-FITU, hizo un recorrido por las distintas iniciativas y el rol que viene jugando la asamblea del PTS-FITU de Merlo apoyando distintas luchas como la del neumático, con campañas de solidaridad, la de los feriantes de Mariano Acosta por trabajo genuino o de los vecinos desalojados del barrio La Resistencia. Y agregó: “Tenemos que reivindicar el rol que cumplimos acá en Merlo. Con la perspectiva de la unidad, porque ningún sector se salva solo. Queremos llegar a más gente y hacer estas asambleas cada vez más grandes”.

Todos estuvieron de acuerdo y se comprometieron a llevar esta propuesta a sus compañeros de trabajo, de estudio, vecinos y amigos.

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El partido: la organización de los esclavos insurrectos

Un momento emotivo de la reunión ocurrió cuando Edith, trabajadora desocupada, tomó la palabra: “Nunca me sentí representada por ninguno de los gobiernos, por eso creo que las personas tenemos que ser sujetos. A mi me impactó muchísimo la manera en que mataron a Darío y Maxi por organizarse por comida, y es terriblemente indignante que hoy nos hagan hacer colas larguísimas, o esperar por comida que no alcanza”.

“Muchos de nosotros tuvimos que dejar de alquilar y volver con nuestros viejos, no podés progresar. Y ahora resulta que si tenes Mercado Pago no podés cobrar el IFE. Yo me di cuenta que el capitalismo te lleva a todo eso, que es un sistema irracional donde hay góndolas repletas de comida y gente que no tiene para comer, o dónde se tira el 40% de los alimentos que se producen”.

“A veces me dicen ‘¿qué haces ahí si no te pagan por eso?’, ¿pero qué les queda a mis hijos si yo no lucho por cambiar esta realidad?. El mundo se está destruyendo, cada vez vivís más explotado, hay violencia, discriminación, problemas de salud mental. ¿Dónde queda nuestro valor como personas?”.

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Raúl, volviendo sobre su experiencia, cuenta: “En Zanón era yo el único militante y al principio me decían que planteaba cosas locas, pero cuando llegó el momento decisivo yo era el único que podía dar una respuesta, plantear una salida a la situación”

“Nosotros estamos para ofrecer una alternativa a esos conflictos, para que esas luchas ganen. Y cuando cambie la situación cada uno de nosotros vale por mil. Que los trabajadores pueden parar la fábrica la mayoría de trabajadores no lo sabe, por eso la voz de un trabajador que luchó y ganó vale mucho. También por eso es que tenemos la obligación de ir preparando las condiciones”.

Las 100 asambleas que estamos convocando desde el PTS son parte de ir construyendo esa herramienta. Un partido que tenga la fuerza necesaria para intervenir, evitar que desvíen los procesos y que podamos pasar a la ofensiva: poner en pie un gobierno de trabajadores, en camino hacia una sociedad socialista sin explotación ni opresión.