Las elecciones de medio término no solo tuvieron récord en la cantidad de mujeres candidatas, sino que por primera vez se eligen representantes musulmanas, nativas americanas, un gobernador abiertamente gay y la candidata más joven.
Miércoles 7 de noviembre de 2018 19:30
Alexandria Ocasio-Cortez, latina de 29 años, se ha convertido en la congresista más joven de la historia de EE.UU.
Las elecciones de medio término en Estados Unidos ya habían llamado la atención por la cantidad de mujeres que se presentaban para ocupar puestos políticos (casi 500), de las cuales más de 100 ocuparán puestos en la Cámara Baja, por primera vez en la historia.
A esta presencia de las mujeres, en su mayoría de la oposición demócrata, que está íntimamente ligado al rechazo que genera el discurso misógino y de odio de Trump, y al impulso del movimiento #MeToo, se sumó la llegada a importantes puestos políticos de dos mujeres musulmanas, dos nativas americanas, dos hispanas de Texas, una afroamericana de Massachusetts, un candidato a gobernador abiertamente gay, y la candidata más joven a la Cámara baja.
Ayanna Pressley, será la primera afroamericana en representar a Massachusetts en la Cámara Baja. Pressley ya había sido la primera mujer afroamericana en formar parte del ayuntamiento de Boston e hizo historia de nuevo después de derrotar a Michael Capuano en las primarias, que venía de 10 triunfos consecutivos.
La neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata latina y de 29 años, se ha convertido en la congresista más joven de la historia de EEUU, es un claro símbolo de ese avance, aunque no ha sido la única mujer e hispana en acceder al Capitolio. Ocasio Cortez, le ganó hace unos meses en las internas de su partido a un exponente del estáblishment demócrata y se propuso como una renovación que generó entusiasmo en sectores de la juventud y del movimiento impulsado por el excandidato presidencial Bernie Sanders, al interior del partido demócrata.
Verónica Escobar y Sylvia García serán las primeras hispanas en representar a Texas en el Congreso, mientras que Debbie Murcasel-Powell, de origen ecuatoriano, dio una de las grandes sorpresas al imponerse a su rival en Florida con más del 50 por ciento de los votos.
Otras mujeres destacadas que han llegado por primera vez a la Cámara Baja tienen ascendencia africana, son nativas americanas o pertenecen a la comunidad LGTB.
Ilhan Omar, nacida en Somalia en 1981, y Rashida Tlaib, hija de inmigrantes palestinos, serán las primeras musulmanas en el Congreso.
Además, en enero dos nativas americanas se sentarán por primera vez en la Cámara de Representantes: Deb Haaland (Nuevo México) y Sharice Davids, que será además la primera persona abiertamente LGTB de Kansas en el Congreso.
Por su parte la republicana Marsha Blackburn, se convirtió en la primera mujer senadora en la historia de Tennessee.
Jared Polis ya había marcado un hito cuando fue la primera persona abiertamente gay en ser elegida para el Congreso sin estar ocupando una banca. Ayer a la noche ganó la contienda para la gobernación de Colorado y se convirtió en el primer hombre abiertamente gay en ganar una elección para gobernador.
Si bien todas y todos festejaron en la noche del martes, este triunfo "tardío" no hace más que mostrar el restrictivo sistema electoral estadounidense, en el que recién en 2018 hispanas, nativas y musulmanas llegan al capitolio, una mujer se convierte en senadora de su Estado y un hombre abiertamente gay se convierte en gobernador.
La mayoría de estos movimientos estás directamente relacionados con la polarización alimentada por el discurso de odio de Trump que dio lugar al surgimiento de candidaturas dentro del partido demócrata con mucho peso entre las mujeres, pero también en una coalición de las minorías que ven atacados sus derechos. Esta nueva composición va a tener peso dentro de los demócrata, y el estáblishment del partido va a tener que dar cuenta de este nuevo fenómeno hacia las internas para las presidenciales de 2020.