La crisis abierta en Brasil por el aumento del precio de todos los combustibles terminó con la caída del CEO de Petrobras. Tras el lock out de empresarios del transporte Temer había acordado subsidiar el diesel recortando gastos en salud y seguridad social.
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Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1
Viernes 1ro de junio de 2018 15:15
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El presidente de Petrobras, Pedro Parente, presentó este viernes su renuncia, y la petrolera estatal tuvo que suspender su cotización en la Bolsa de San Pablo por la brutal caída de sus acciones.
La renuncia de Parente se da en el marco de la crisis abierta por el aumento de todos los combustibles, incluyendo el gas doméstico para cocinar, y que generó un fuerte malestar en todo el país.
El conflicto
Ante la negativa de los sindicatos de llamar a una acción unificada o de la Federación de petroleros de convocar a un paro por tiempo indeterminado para garantizar la baja de los precios, fue un sector de los empresarios el que se puso a la cabeza, con un reclamo que era solamente sectorial.
Los grandes transportistas, ligados en su mayoría al agronegocio, hicieron un lock out patronal durante 10 días bloqueando las principales rutas del país, generando desabastecimiento y llegando a pedir en algunos casos una intervención militar, para que les bajen el precio del diesel para sus camiones. El reclamo no incluía el conjunto de los combustibles, sino solo el del diesel. El candidato de la extrema derecha Jair Bolsonaro, aprovechó la crisis y coqueteó en medio de las protestas con el movimiento buscando mejorar su imagen hacia las elecciones presidenciales de fin de año.
Aunque en los bloqueos participaron varios camioneros individuales, a la cabeza de la protesta y de la negociación con el gobierno de Temer estaban las cámaras empresariales del transporte.
El jueves Temer finalmente anunció una baja en el precio del diesel y certificó en el boletín oficial que el dinero para el subsidio saldría de un recorte generalizado del gasto público en una treintena de áreas, que afectarán a empleados públicos, planes sociales, seguridad social, salud y educación.
La renuncia de Parente
Es tras el anuncio de Temer que el CEO de Petrobras presentó este viernes su renuncia. No porque Parente esté en contra de recortar el gasto público sino porque se negaba a bajar los precios de los combustibles. Parente era el hombre de las grandes petroleras y de las multinacionales dentro de Petrobras y cuando asumió su cargo, hace dos años, lo hizo jurando que nunca aceptaría la intromisión del gobierno en los asuntos de la petrolera.
Es que el nombramiento de Parente al frente de Petrobras, tras el golpe institucional que tiró a Dilma Rousseff en 2016, tuvo el objetivo de mostrar un cambio en la dirección de la petrolera para hacerla más atractiva a los inversores y los accionistas, acelerando al mismo tiempo un plan de desguace y privatización, que ya había comenzado bajo Rousseff pero que se profundizó en los últimos dos años.
Junto a la privatización de áreas clave, una de sus promesas fue la de liberalizar el precio de los combustibles, que aumentaron dramáticamente generando la crisis actual.
Detrás de la renuncia de Parente y de la baja del precio del diesel, no se encuentra una reducción generalizada a los precios de los combustibles que afectan a la población sino la pelea por arriba de distintos sectores capitalistas que solo buscan aumentar sus ganancias.
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Las direcciones sindicales de los trabajadores y la federación de los petroleros mostraron toda su impotencia para defender los intereses de los trabajadores ante esta pelea entre distintos sectores de burgueses. El sindicato de los petroleros FUP llamó tardíamente a un paro de 72 horas, para suspenderlo al día siguiente traicionando a todo el movimiento y sus reivindicaciones.
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Esta inacción de los sindicatos se da incluso cuando todas las encuestas indican que la mayoría de la población se opone a la privatización de Petrobras y al aumento de los combustibles.
Como expresó Leandro Lanfredi, trabajador petrolero y editor de Esquerda Diario de Brasil: "la única manera de reducir realmente el precio de los combustibles es con una Petrobras 100% estatal, bajo gestión de los petroleros y con control de la población. Los sindicatos deberían llamar a un paro nacional para dar respuesta a esta crisis, sin más impuestos para el pueblo y ganancias para los empresarios, sino con una respuesta a las demandas populares. Una Petrobras 100% estatal y controlada por los trabajadores es la única forma de garantizar combustibles baratos para la población".
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Juan Andrés Gallardo
Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario