A poco del inicio de las Olimpíadas, el gobierno de Río decreta al estado en situación de calamidad pública. Dinero para la deuda, cero para salud y educación.
Martes 21 de junio de 2016
Faltando poco más de un mes para el inicio de las Olimpíadas que tendrán lugar el próximo 5 de agosto, Fernando Dornelles (del Partido Progresista -PP) gobernador interino del Estado que reemplaza al titular Luiz Fernando Pezão (PMDB), publicó un decreto en edición extraordinaria del Diario Oficial, que declara al estado en situación de calamidad pública debido a la crisis financiera que atraviesa.
El decreto ganó repercusión pública en los grandes medios ya que este tipo de medida está normalmente asociada a los desastres naturales. Rápidamente se hizo más claro el verdadero motivo de esta maniobra articulada entre Dornelles y el gobierno golpista de Temer. La maniobra habría sido orquestada en función de que el estado de Río de Janeiro alcanzó el techo de 200% de deuda pública, lo que hace inviable poder tomar nuevos préstamos.
El estado de calamidad es el nivel más grave de atención posible, en el ámbito municipal o estadual. Según el mismo decreto, este es usado cuando un municipio o estado no logra resolver por sí mismo el desastre. De este modo, Dornelles utilizó el “argumento” de las Olimpiadas para el decreto, que habilita a que el gobierno federal transfiera de emergencia R$2,9 billones, que serán supuestamente usados en el subte línea 4 y otros gastos destinados a las Olimpíadas.
La aceleración de la entrega del dinero, que la maniobra habilita, se da por varias vías. Ley de Licitaciones, por ejemplo: se suspende la necesidad de licitación “en los casos de emergencia o calamidad pública, cuando sea caracterizada la urgencia en la atención de una situación que pueda ocasionar prejuicio o comprometer la seguridad de las personas, obras, servicios, equipos y otros bienes, públicos o particulares, y solo para los bienes necesarios a ser atendidos de la situación emergencial.” Dinero fácil para ser utilizado por el gobierno del PMDB-PP mientras la huelga de profesores y de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ), cuyas instalaciones están en franco deterioro, llega al tercer mes; cuando la Salud se encuentra en un estado caótico y muchos trabajadores tercerizados son despedidos sin cobrar sus sueldos; hay amenazas de recortes de beneficios en los pasajes del transporte público, además de la fragmentación y no pago de salarios de varios sectores de los trabajadores estatales.
Un escándalo que demuestra el carácter absolutamente antipopular del gobierno de Río de Janeiro, cuyas políticas de favorecer a las grandes empresas con exenciones fiscales, millonarios desvíos en obras sobrefacturadas, dejó al estado en esta crisis financiera, que ahora quieren que sea pagada por los trabajadores y el pueblo. Más dinero para seguir vendiendo la mentira de la “Ciudad de los Megaeventos”, en que la obras con solo meses, y a veces días, de funcionamiento se caen a pedazos y aunque millones se destinaron para el mejoramiento de las aguas, éstas siguen contaminadas con bacterias mortales.
Dornelles cínicamente afirmó que “El decreto tiene el objetivo de llamar la atención de toda la sociedad de Río de Janeiro sobre los problemas que vive el estado y abre el camino para que tomemos medidas mucho más duras en el campo de la administración”. Pero oculta el hecho que el gobierno del estado (PMDB-PP) fue agente central de la falencia del Estado. Y no solo es en relación al decreto que Dornelles y el gobierno golpista de Temer están de acuerdo. Ambos defienden el mismo proyecto de recortes en las políticas públicas, flexibilización del trabajo y las leyes laborales.
La situación de la salud y la educación en Río de Janeiro
La crisis del Estado no es ninguna novedad para los trabajadores y la población que utiliza los servicios públicos del Estado. Desde el año pasado, la salud pública está en colapso, al punto de que varios hospitales y UPAS (Unidades de Atención Rápida) han cerrado las puertas al comienzo de 2016 por falta de insumos básicos y pagos de funcionarios. Desde entonces, los dos hospitales del Estado fueron municipalizados, el Hupe (Hospital Universitario Pedro Ernesto) que está vinculado a la UERJ, ambos en huelga desde hace 100 días, han mantenido su funcionamiento a duras penas debido a las falta de los recursos que provee el gobierno estadual.
La educación también se encuentra en una situación crítica. Al punto de que todos los sectores de la educación de Río, de la enseñanza fundamental y media a la superior están en huelga. La UERJ está en huelga exigiendo la transferencia de los recursos mínimos para el pago de las becas, salarios de trabajadores y docentes. Situación que no difiere de las escuelas del estado donde además de la huelga de los profesores y trabajadores públicos, los estudiantes ocupan las escuelas por las pésimas condiciones estructurales de los edificios, entre otras demandas.
Otro ataque es la reducción del número de usuarios del llamado Billete Único, sistema por el que se pueden realizar dos viajes con el costo de un boleto en el transporte público en un período de hasta tres horas. El gobierno estudia eliminar el beneficio para que no sea universal, sino solo para los usuarios de bajos ingresos exentos del impuesto a la renta. Sumado a las pésimas condiciones del transporte público del estado, despidos, el aumento abusivo del valor de los pasajes y las exenciones fiscales a los dueños de empresas como Supervía. Esto muestra cómo no es una crisis reciente y sobre quiénes el gobierno intenta descargar la crisis financiera del Estado.
No al pago de la deuda pública del Estado de Río de Janeiro
La deuda del estado de Río alcanzó una cifra cercana a R$ 19 billones. Una deuda que fue creada por una política que favorece a las grandes empresas, el desvío de recursos hacia los políticos, obras sobrefacturadas, el pago de intereses del superavit primario. La deuda pública es lo primero que se paga en los presupuestos de los estados y municipios a través de la transferencia de parte de sus presupuestos al gobierno federal, que a su vez gira esos fondos para el enriquecimiento de bancos que poseen los títulos de esa deuda. Este medio de enriquecimiento es considerado como legítimo por toda la casta política, sean del poder legislativo, del ejecutivo o el poder judicial. Son medidas ajenas a los trabajadores y el pueblo pero sobre ellos Dornelles y Temer buscan descargar los costos de la crisis.
Es necesario que todos los sectores que están en lucha hoy en Río como los profesores, incorporen a sus demandas de lucha el no pago de la deuda pública para que esos recursos financien la educación y la salud. Por eso es necesario organizar una pelea a la altura, exigiendo a las grandes centrales sindicales que organicen un plan de lucha contra los recortes presupuestarios, que abra el camino a una Constituyente, impuesta por la lucha, que cree condiciones para derrumbar al gobierno golpista de Temer y termine con los privilegios de políticos, jueces, parlamentarios y ejecutivos y funcionarios de alto rango, que ganen como una maestra; que imponga la revocabilidad de de los mandatos. Para que se revierta la privatización y entrega de los recursos naturales, como ocurre con la empresa Petrobras. Para que podamos dar una salida de fondo a la crisis que asola al estado de Río de Janeiro de manera dramática, pero que se extiende a todo el país.