Con deslucida preparación el intendente convocó al consenso y trabajar para ser la “mejor localidad de la provincia”. Al margen de haber pintado de colores su gestión, se mostró dialoguista y ejecutor de obras públicas, a pesar de tener un presupuesto prácticamente nulo en la materia. Ni mención a la situación de trabajadores municipales, al estado del servicio de salud ni el flagelo del dengue.
Sábado 6 de abril 18:20
En la tarde-noche del viernes y pese a transitar su segundo mandato, Rivarola leyó un discurso propio de un político autocomplaciente, que gestiona una ciudad con el objetivo de ser “la mejor de la provincia” pero bastante por fuera de la coyuntura política actual. Solicitó al cuerpo legislativo unidad y gobernabilidad para resolver las cuestiones urgentes. Refirió que la recaudación debía estar dirigida a obras. Que ante las inundaciones “el municipio actuó de forma rápida y buscando soluciones, seguramente no fue suficiente”.
¿Y si le preguntamos a las y los trabajadores de los barrios inundados? Los concejales del FITU acompañaron las zonas afectadas y recibieron las denuncias de vecinos, que hicieron saber su descontento por la falta de obras públicas necesarias para capear las severas consecuencias de las inundaciones, la urgencia del desmalezamiento y dragado de pluviales. El Intendente sólo acudió a la foto para las cámaras, a último momento.
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Hablar de una ciudad con oportunidades parece difícil cuando los salarios son de miseria y las condiciones de vida empeoran paulatinamente. Y eso que Rivarola no llegó ayer a su sillón. Junto con gobernadores anteriores de su mismo signo político, son co-responsables del desguace de la localidad siderúrgica. Las y los trabajadores municipales, del sector salud y de otras dependencias públicas también estuvieron ausentes en el discurso. Mientras el Hospital Gallardo se vacía de insumos y personal suficiente, con salarios acordes al costo de vida, crece y se desarrolla la clínica Fátima, propiedad de la familia Rivarola. ¿Cuánto aporta a los mencionados “ingresos propios” del municipio?
En cuanto al presupuesto, aunque no reconoció que el proyecto presentado implica hambre para las y los trabajadores municipales y que no prevé pases a planta ni recategorizaciones -sólo los mencionó diciendo que podían acceder a financiamiento- y tampoco recordó la importancia de los trabajadores de maestranza o espacios verdes, que luego de felicitarlos en su discurso inaugural de 2023 procedió a despedir a más de 40 de ellos en el mes de septiembre. Las y los jornalizados se mantienen en fraude laboral.
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Es así que tampoco manifestó su adhesión o rechazo al Plan de Emergencia enviado por el gobernador Sadir a la Legislatura. Se espera que el PJ acompañe el proyecto, regresivo en materia de derechos adquiridos, sobre todo para los trabajadores públicos. Ambos acompañan el plan motosierra de Milei, quieren llegar al “Pacto de Mayo” dando señales amistosas, a tono con el ajuste que se viene aplicando sobre las mayorías trabajadoras y populares.
Desde el FITU se plantea otra alternativa. Una emergencia a favor del pueblo trabajador.
Promediando el final, el Intendente puso en igualdad de condiciones a empresarios, trabajadores y jóvenes, diciendo que “la situación está difícil para todos”. Evidentemente ignora adrede que unos pocos embolsan millones anualmente, como los terratenientes, tabacaleras, empresas como Ledesma, Limsa o mineras como Sales de Jujuy, a costa de trabajadores con salarios miserables y condiciones de vida en continuo deterioro. Sadir y Rivarola, nada que envidiarse.
Ausente también el superávit del que la provincia sólo hace gala para poner en una vitrina, pretendiendo ajustar a quienes ya están ajustados, y no a los grandes ganadores. Al pasar, mencionó la intención de impulsar una ley de coparticipación municipal, “tener independencia a la hora de definir acciones”.
Rivarola dijo que el Gobierno nacional “instaló una discusión, si festivales si o no”. Luego se mostró apesadumbrado por desconocer si enviarían los fondos para culminar las obras de pavimentación en Las Tipas y calle África. La mención del Intendente peronista al gobierno de Milei no pasó de allí.
En definitiva, los funcionarios ejecutivos de la provincia -sean radicales o peronistas- se codean para ver quien resulta mejor alumno de Milei y su motosierra. Alineados con el ajuste a las mayorías al servicio del régimen del FMI. Necesitamos organizarnos desde abajo y democráticamente, para que en unidad y coordinación, mediante una asamblea provincial en la que confluyan todos los trabajadores agraviados y las comunidades, debatamos un plan de lucha y preparemos un paro provincial para derrotar todo el plan del gobierno.