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Red Internacional
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Copa Libertadores. River volvió a festejar a lo grande ante Boca: así llegó a la final de la Libertadores

El equipo de Marcelo Gallardo celebró ante el rival de toda la vida otra vez. Es la tercera vez que el Muñeco llega al partido decisivo del torneo. Analizamos la semifinal en La Boca.

Miércoles 23 de octubre de 2019 14:00

Otro Superclásico ha pasado y una vez más es de River el que se impuso contra el equipo rival de toda la vida en la mismísima Bombonera. Perdió 1 a 0 pero le alcanzó el 2 a 0 en el Monumental para ser finalista y dejar al xeneize lleno de dudas. Un partido que demoró su inicio por la espectacular fiesta de papelitos que debieron ser retirados antes de que diera inicio.

Una vez iniciado, el equipo de Gustavo Alfaro trató de ir a buscarlo en cada momento, presionando la salida de River sin dejarlo armar su juego, recuperando la pelota y asociando pases con Alexis Mac alister, Agustín Almendra, Eduardo Salvio y Carlos Tevez, abriendo la cancha para poder aprovechar el juego aéreo de Wanchope Abila, buscando sacar rédito de cada pelota parada, la vía por donde terminó llegando el único gol del partido a los 78´, del venezolano Jan Hurtado. Lo mejor del xeneize fue la defensa solida de Carlos Izquierdoz y Lisandro López, que cortaron el juego del millonario.

River no tuvo un gran partido, no se pudieron asociar en ningún momento Enzo Perez y Nacho Fernández, Borré no fue el jugador desbordante al que nos tiene acostumbrados. Ni De la Cruz, que fue uno de los que más busco en el primer tiempo, ni Milton Casco por el lado izquierdo -donde pudo lastimar en algunas ocasiones-, aportaron a exhibir la mejor versión del equipo que perdió en todas las jugadas de pelota parada.

En el segundo tiempo el cotejo se planchó. Boca buscando a Tevez como armador tuvo más espacios, pero las jugadas eran previsibles para una defensa de River que solo esperaba aprovechar una contra. Los cambios de Zárate por Almendra y Hurtado por Ramón Ábila dieron un poco de aire al xeneize pero no cambió el juego de pelotazos sin sentido que favorecía parcialmente a un River que se relajó y no se lució con su juego característico desperdiciando varias contras.
Desde el gol, el partido fue para el infarto. Boca tuvo varios tiros libres para empatar la serie y aunque nunca tuvo claridad en el ataque, demostró el ímpetu y la garra que le pedían sus hinchas. Por el lado de River, jugó el peor partido en la era Gallardo, pero ya lo tenía ganado hace 20 días en el Monumental, así que el partido perdido y el planteo táctico quedarán como anécdota o solo como un dato estadístico.

River sigue ganando, Gallardo sigue juntando títulos para ser considerado el mejor DT de Argentina. Boca por su lado tendrá que pensar en la Superliga y tratar de pelearla hasta el final para darle una alegría a su gente.