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Red Internacional
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Urgente. Rusiagate: Trump sabía de antemano sobre la reunión con los rusos

El exabogado de Trump, Michael Cohen, aseguró que el magnate neoyorquino estaba al tanto de la reunión con una abogada rusa que tenía información sobre Hillary Clinton, durante la campaña electoral.

Viernes 27 de julio de 2018 10:14

El rusiagate trae novedades cada día y Trump aparece cada vez más en el centro de la trama que habría terminado con la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.

el exabogado del actual presidente, Michael Cohen, aseguró que Donald Trump, supo de antemano de la reunión celebrada durante la campaña presidencial por miembros de su círculo próximo con una abogada rusa que supuestamente conocía "trapos sucios" de Hillary Clinton obtenidos por el Kremlin.

En esa reunión, en junio de 2016, con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya participaron el hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr.; el asesor y yerno de Trump, Jared Kuschner, y el entonces jefe de campaña de Trump, Paul Manafort.

Tanto Trump, como su hijo y su defensa negaron que el entonces candidato y ahora presidente estuviese informado de dicho encuentro cuando The New York Times sacó a la luz a la reunión, un año más tarde.

"No había nada que contar. Fue una total pérdida de 20 minutos, lo cual fue una pena", dijo Trump Jr. sobre la reunión en una entrevista con la cadena Fox News.

Ahora, sin embargo, Cohen asegura que Trump sí conoció de antemano la reunión y, aunque no tiene pruebas de ello, está dispuesto a declararlo ante el fiscal que investiga la trama rusa, Robert Mueller, informaron la CNN y NBC.

La nueva revelación terminó por enfurecer a Trump que ya venía de escuchar un audio suyo filtrado por Cohen a la CNN en el que aparecía hablando sobre un pago a una exmodelo de Playboy para comprar su silencio durante la campaña electoral, sobre una relación que habrían tenido .

En la mañana de este viernes Trump expresó su furia contra el fiscal Mueller, los demócratas, los medios de comunicación y dijo no estar al tanto de ninguna reunión.

Cohen que hace un tiempo había llegado a decir que estaba dispuesto a recibir un disparo por Trump, viene cambiando sus preferencias aceleradamente a medida que se conocen los contenidos de los miles de archivos que el FBI incautó de sus oficinas hace unos meses y que pueden destruir más de una carrera política. Fue así que Cohen insinuó a principios de mes que colaboraría con el fiscal Mueller al asegurar que debe lealtad a su "familia y al país" y no al mandatario.

Poco después se supo que Cohen tenía en su poder grabaciones de conversaciones con Trump que había realizado en secreto, y esta semana filtró una en la que ambos hablan sobre un pago a una exmodelo de Playboy para silenciar un presunto idilio.

La reunión con la abogada rusa en la Torre Trump de Nueva York se convirtió en una de las piezas clave de la investigación sobre la trama rusa, por lo que Trump Jr. tuvo que comparecer ante los comités del Congreso que investigan los presuntos lazos entre el Kremlin y la campaña del magnate.

La declaración de Cohen llega en el peor momento para Trump, tras haber sido muy cuestionado por la reunión que tuvo con Putin en Helsinki en la que rechazó de plano que Rusia haya tenido alguna intromisión en las elecciones, algo que después sus portavoces tuvieron que matizar. Ante esta campaña impulsada centralmente por los demócratas y una parte de los republicanos, que tildaba de traición el contenido de su reunión con Putin, Trump redobló la provocación y dijo que iba a invitar al presidente Ruso a Washington. Esto último ya colmó la paciencia de los propios republicanos y llevó al jefe del congreso Paul Ryan a decir que en ese caso el Parlamento negaría la invitación al mandatario ruso. La fractura estaba expuesta y Trump tuvo que retroceder en su bravuconada, diciendo que aplazaría la invitación para el año próximo.

Todo el escándalo tiene de fondo las próximas elecciones de medio termino en las que los demócratas tienen la intención de recuperar el control de la cámara baja. Si bien el rumbo relativamente estable de la economía estadounidense es un alivio para Trump, los legisladores y candidatos republicanos en todo el país no quieren poner las manos en el fuego por un presidente que acumula acusaciones en su contra y al que el pedido de impeachment lo persigue cada vez de más cerca.