“Te quedan dos hijos, cuidalos bien, no vaya a ser que aparezcan suicidados”, le dijeron a Patricia Isorni a través de redes sociales. El hecho se produjo a un mes de conocerse la verdad sobre la autopsia y quedar al descubierto el encubrimiento estatal.
Martes 3 de agosto de 2021 10:08
En las últimas horas Patricia Isorni recibió en sus redes sociales un mensaje mafioso: “te quedan dos hijos, cuidalos bien, no vaya a ser que aparezcan suicidados”. El hecho se produjo a un mes de la autopsia llevada adelante en la morgue de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que confirmó que su hijo Franco fue torturado y asesinado y dejó al desnudo que el Poder Judicial santiagueño no avanzó ni un paso en la investigación. Todavía no hay ningún imputado por el crimen y la impunidad de los sospechosos sigue siendo garantizada por el Estado.
“No puedo creer todavía la maldad de estos hombres que se dicen humanos”, describió Patricia a La Izquierda Diario la sensación que le produjeron las amenazas recibidas en su cuenta de Facebook de parte nada menos que de Gonzalo Padilla, uno de los sospechosos de haber participado de las torturas seguidas de muerte que sufrió Franco.
Gracias a la impunidad que le garantiza el Poder Judicial de Santiago del Estero, no sólo Padila no está procesado sino que puede permitirse amenazar a la madre de la víctima públicamente creyendo que no pagará ningún costo.
“Con el alma desgarrada, después de once meses de lucha constante, de luchar por justicia para mi hijo Franco Nicolás frente a toda una institución enferma que no hace nada. Aún así, hoy la impunidad continúa de la mano de fiscales que garantizan la libertad de los asesinos de Franco. Nunca investigaron a los policías que estuvieron presentes en la casa de Gonzalo Padilla la noche que mataron a Franco. Nunca investigaron su participación en el homicidio. Y hoy siguen garantizando la impunidad de estos asesinos”, sentenció Isorni.
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La madrugada del 26 de agosto del año pasado, dos policías se acercaron a la casa de Patricia para decirle que Franco había muerto en un “accidente de tránsito”. Pero a raíz de varias incongruencias en el relato oficial, Patricia descubrió no sólo que a Franco lo habían matado luego de tortutarlo, sino también una trama de complicidad y encubrimiento que involucra a grupos narcos que operan en la capital santiagueña, oficiales de policía, jueces y fiscales.
Patricia se puso al hombro una lucha por verdad y justicia, que la llevó a unirse con muchas familias de la provincia que han pasado por situaciones de violencia estatal y a enfrentarse con ese Poder Judicial y ese poder político que encubre a los asesinos de su hijo.
Seguí acá el Caso Franco Isorni
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El diputado nacional catamarqueño Rubén Manzi, autor de dos informes presentados ante el Congreso sobre violencia institucional en el NOA, decidió viajar a Santiago del Estero para respaldar a los Isorni, denunciar lo ocurrido y exigir que se garantice su seguridad.
En una conferencia de prensa realizada el jueves pasado ante medios independientes, Patricia decía que “la gravedad de la situación es que hay dos menores de edad que están siendo amenazados y hay pruebas que las amenazas son verdaderas. Me siento muy mal, ya he perdido un hijo y ahora me amenazan a los dos que me quedan. Quiero agradecer al Dr. Manzi por tener la amabilidad de venir a ayudarnos y acompañarnos en esta grave situación”.
Patricia agrega ante La Izquierda Diario que “Gonzalo Padilla no sólo participó del homicidio de mi hijo, tiene sed de sangre y quiere seguir matando. Sabe que cuenta con la complicidad total de la Justicia (si es que la podemos seguir llamando así) santiagueña. Tanto el Ministerio Público Fiscal, como la doctora Erika Leguizamón y el fiscal general De la Rúa. Ahora quiere asesinar a los hijos que me quedan para tratar de callarme pero a mí ya no me pueden callar más”.
Frente a este hecho gravísimo, el Estado nacional y el provincial son responsables de que a Patricia y, sobre todo, a sus hijos amenazados, no les pase absolutamente nada y, a su vez, que se juzgue y condene a Padilla por el ataque a la familia de Franco-