Elecciones 2019. Sarlo se quejó de los panqueques en política y rescató la coherencia de la izquierda

Esta semana, en el programa “Terapia de Noticias” que se emite por el canal LaNación+, la ensayista Beatriz Sarlo dio varias definiciones de cuál es, a su parecer, el tablero político, ahora en plena campaña electoral. Allí marcó que una de las cosas que sobresale son las panquequeadas de los políticos tradicionales.

A eso se refirió frente a la pregunta de si Massa la había desilusionado. Recordemos que Sarlo, por la vía de apoyar a Margarita Stolbizer, había terminado dando su apoyo al frente 1País que aquella conformó junto al ahora candidato a diputado por el kirchnerismo/peronismo.

En 2017 la líder del GEN hablaba maravillas de su socio quien, dos años después, volvió a saltar la trinchera. Toda gente muy confiable.

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La misma Margarita, que ahora patalea porque se quedó sin cargos y que se define como progresista, en el 2001 cuando fue diputada por la nefasta Alianza, votó los superpoderes para Domingo Cavallo y la flexibilización laboral. Lindo progresismo contra el pueblo trabajador. Con su proyecto político simpatizaba abiertamente Beatriz Sarlo.

Ahora la escritora y analista política admite su equivocación de haber apoyado esa alianza con Massa: “Prefiero asumir mi error de no haberme dado cuenta cómo iba a seguir siendo Massa: que iba a pasar de una vereda a la otra con demasiada facilidad”.

En otro tramo de la entrevista habló sobre el descrédito de la población en los políticos tradicionales. Descrédito que, como dijo Sarlo, se mantiene desde el 2001. Lo que no dijo es que no es solamente por esas panquequeadas: hoy una promesa, mañana una traición.

Sino porque ante los ojos de todos, esos políticos viven como millonarios, alejados de los problemas cotidianos de la población, hacen roscas interminables por los cargos y prometen todos seguir pagando una deuda (con reestructuración o sin ella).

Todo eso mientras en el país crece la pobreza (hay aproximadamente 13 millones de pobres), aumenta la desocupación, se hunde el poder adquisitivo y los pequeños comerciantes están ahorcados, entre muchos otros ejemplos de como golpea el ajuste.

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Reforzando esa idea del descrédito, la escritora afirmó: “Ya el calendario parlamentario le puede resultar complicado a la gente de aceptar, porque es un calendario mucho más corto que el de cualquier empleado nacional”.

Dijo esto refiriéndose a que desde la apertura de sesiones hasta ahora, por la campaña electoral, solamente tres veces se reunieron los parlamentarios.

Esto lo que demuestra es que allí no se discuten los grandes problemas por los que atraviesa el pueblo trabajador. Los diputados del Frente de Izquierda, hay que decirlo, son los que denuncian constantemente eso.

Será por eso que en uno de los tramos de la entrevista, Sarlo mencionó a la izquierda, reivindicando su coherencia: “(…) está la izquierda trotskysta que es un espacio que yo respeto mucho y que eventualmente puedo votar a un diputado de esa izquierda. Porqué sé que lo que me dice que va a votar como proyecto de ley, lo va a votar, no que va a cambiar el voto al final”.