Coronavirus. Se confirma un caso de Covid-19 en el Ministerio de Martín Guzmán

Desde hace una semana se rumoreaba entre los trabajadores del Ministerio de Economía ubicado en Yrigoyen 250, que había una compañera que presentaba síntomas de la enfermedad. Recién el domingo y a través de un mensaje de WhatsApp enviado por Augusto Lovisolo, director de la Dirección Técnica y Operativa, se comunicó a los trabajadores de ese sector que la compañera se encontraba con diagnóstico positivo.

El lunes, los funcionarios convocaron a una reunión de urgencia con la CyMAT (Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo), comisión tripartita entre el Estado Empleador, los gremios ATE y UPCN donde ratificaron los hechos. Desde la Junta interna de Ate Mecon se exigió un informe detallado y por escrito de lo actuado, pero a cuatro días de la reunión todavía estamos esperando el acta.

Conociendo el accionar de empresas como Limpiolux es preocupante que los funcionarios exijan la reducción del plantel de trabajadores al mínimo posible, ya que son conocidas sus prácticas anti obreras despidiendo, sancionando y descontando salario incluso en este contexto de pandemia. Por lo que debemos estar alertas para que no se repitan despidos como ocurrieron en el área del servicio gastronómico, otro sector tercerizado del Ministerio que todavía no encontró una respuesta favorable a la reincorporación de los compañeros y a la falta de pago de salarios. Esto ocurre aún en momentos en los que están supuestamente prohibidos los despidos y suspensiones por Decreto presidencial, a la vez que el gobierno subsidia a empresas como Techint o Lan el pago de salarios a sus CEO.

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La única respuesta de los funcionarios a la aparición de un caso de Covid-19 es un protocolo hecho a las apuradas luego de que se conociera el caso de la compañera con coronavirus y que no paso por ninguna instancia de discusión con el colectivo de los trabajadores, ni siquiera por la mencionada CyMAT, una comisión de la cual somos críticos de su funcionamiento ya que ha demostrado estar atada de manos por compartir funciones con la patronal y un gremio traidor como UPCN. Por eso, desde la agrupación Marrón proponemos la conformación de un comité de seguridad e higiene de todos los trabajadores y trabajadoras del ministerio sin importar el modo de contratación para que juntos podamos discutir, exigir a las autoridades las condiciones adecuadas y ser nosotros quienes llevemos adelante un control estricto las medidas de seguridad para trabajar. Como planteamos desde la Agrupación Marrón las reuniones virtuales podrían implementarse en el camino de la organización a asambleas necesarias para discutir la crisis en curso, la situación de los compañeros tercerizados y la lucha que vienen llevando adelante los compañeros monotributistas que es la pelea por la recomposicion salarial, necesaria para todos los estatales.

Recursos Humanos en el Ministerio sigue comandado por las mismas autoridades que durante el macrismo despidieron, bajaron salarios y ejercieron todo tipo de maltratos sobre el colectivo de trabajadores. Los funcionarios lejos de proteger a los trabajadores ya están pensando en la vuelta al trabajo, incluso en momentos en que se incrementa notoriamente el número de casos, en particular en la Ciudad. Nada dicen de las condiciones en que trabajadores tercerizados realizan su trabajo diario.Ni el gobierno Nacional ni el de CABA, se hacen responsables de que el Covid-19 haya entrado al Ministerio y encarnado en uno de los sectores más precarizados.

Nuestra salud y la de nuestras familias no pueden estar en manos de funcionarios que privilegian seguir pagando intereses de deuda a los especuladores antes que priorizar los test masivos para el personal de los sectores esenciales, como nuestra compañera de maestranza. Ella es parte de esos trabajadores que desde un primer momento han estado en la primera linea y que el gobierno de Fernández y Larreta en la ciudad han dado la espalda como lo ha hecho con las miles de Ramonas Medina de la villa 31 o de los barrios humildes del conurbano, desde donde todas las mañanas salen los trabajadores para cumplir con sus tareas y llevar el plato de comida a sus familias.

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Pero no solo en el trabajo, tampoco en nuestras viviendas estamos seguros, con nuestros sueldos no podemos vivir en grandes mansiones, muchos viven hacinados, sin agua, así es difícil zafar del Covid-19.

Nos solidarizamos con la compañera y estamos a su entera disposición, ya que no solo ella, sino también su familia más cercana debe haber estado expuesta y nadie dice nada ni sabemos si las autoridades se están haciendo cargo de ellos. Tampoco se sabe sobre la situación de los compañeros que estuvieron en contacto directo, más allá de la mencionada "reducción del plantel".

Lamentablemente la pandemia nos encuentra con situaciones contractuales muy diversas. Algunos pueden trabajar desde sus casas, donde el Estado Empleador no ha garantizado acceso a internet, ni las computadoras, ni el software y ni siquiera están reguladas las formas de trabajo, con la exposición de muchos trabajadores a los pedidos de jefes a cualquier hora, entre otras arbitrariedades. Pero existe un amplio sector denominado “esencial” que tiene que salir a trabajar. En este sector se encuentra nuestra compañera, ella no puede hacer su trabajo desde la casa, tiene que viajar y exponerse por un sueldo miserable.

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No alcanza con protocolos ante el hecho consumado de la enfermedad, es necesario prevenir, para ello existen herramientas de protección que deben proveerse a cada trabajador. La comisión de seguridad e higiene puede tener un rol muy importante exigiendo que esto se cumpla. Como siempre el hilo se corta por lo más delgado y son los sectores más golpeados, con peores contratos y convenios los que pagan la crisis.

Desde la Agrupación Marrón hace años que venimos denunciando estos modos de contratación, por eso ademas de exigir testeos a todos los compañeros que están realizando las guardias mínimas, exigimos el fin de la tercerización en el Estado, el pase a planta de todos los compañeros, ningún despido ni rebaja salarial en ninguna empresa del Ministerio. Hay que terminar con los negociados de las empresas tercerizadas y para ello también es necesario que Ate se ponga a la cabeza de organizar la esta pelea por los compañeros y compañeras donde mas golpea la crisis.

Organizar la lucha contra la precarización de nuestros salarios y nuestras vidas

Rechazamos el pacto de la CGT con la UIA para suspender y rebajar salarios, que aunque afecta al sector privado abre un peligroso antecedente. El salario estatal fue destruido por el macrismo: perdió un 30 % del poder de compra desde noviembre de 2015 a abril de este año, según estiman desde ATE Indec. Pero la destrucción salarial del empleo público ya lleva casi una década: un reciente estudio de la Fundación Germán Abdala muestra una caída sistemática desde 2011. En marzo correspondía una revisión de la paritaria 2019 que UPCN dejó pasar sin siquiera informar los motivos. Los salarios iniciales del convenio SINEP apenas por encima de los $ 20 mil en mano, alcanzan el valor de media canasta de pobreza. Es necesario un salario mínimo que permita cubrir todas las necesidades de una familia para llegar a fin de mes y una recomposición salarial urgente de toda la grilla. En el mes de mayo corresponde realizar la discusión paritaria del SINEP, es necesario organizar el reclamo salarial de los estatales, por eso reclamamos a ATE Capital y ATE Nacional ponerse a la cabeza de impulsar esta lucha.

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Rechazamos la campaña de la derecha ortodoxa contra el empleo público y a favor del ajuste fiscal. Recursos hay si se realiza un desconocimiento soberano de la deuda fraudulenta, que Martín Guzmán negocia con los fondos especulativos sin siquiera investigar la estafa macrista. También se pueden obtener recursos si se implementa un impuesto a las grandes fortunas, las grandes empresas, los bancos y terratenientes, tal como presentó el Frente de Izquierda en el Congreso y que el oficialismo junto a Cambiemos rechazaron debatir el 13 de mayo, en la primera sesión virtual de la Cámara de Diputados. Un impuesto así permitiría garantizar un salario de emergencia de $30.000 para todos los que vieron su salario afectado por la pandemia entre ellos los compañeros despedidos por el macrismo que en algunos casos ni siquiera recibieron el IFE de $10.000.Estas medidas de emergencia apuntan a resolver las necesidades de las familias trabajadoras incluyendo un plan de viviendas para atender con urgencia el hacinamiento, la falta de recursos esenciales como la luz, el agua y lo mínimo e indispensable para afrontar la crisis sanitaria y económica.