Al inicio del año pasado salió a la luz mucha información en distintos medios de comunicación sobre que finalmente se había prohibido el maíz transgénico en nuestro país. Pero, ¿esto es realmente cierto?
Jueves 17 de febrero de 2022
Referencias:
Red en Defensa del Maíz. (2019, 16 septiembre). Investigadores alertan sobre riesgos en la producción y consumo de alimentos transgénicos | Biodiversidad en América Latina. Biodiversidad en América Latina. Recuperado 17 de febrero de 2022, de https://www.biodiversidadla.org/Noticias/Investigadores-alertan-sobre-riesgos-en-la-produccion-y-consumo-de-alimentos-transgenicos.
Greenpeace México. (2021, 2 enero). Celebramos el Decreto Presidencial que prohíbe el maíz transgénico y elimina progresivamente el uso de glifosato. Recuperado 17 de febrero de 2022, de https://www.greenpeace.org/mexico/noticia/9398/celebramos-el-decreto-presidencial-que-prohibe-el-maiz-transgenico-y-elimina-progresivamente-el-uso-de-glifosato/.
Red en Defensa del Maíz. (2021, 2 febrero). Diez puntualizaciones a un memorándum presidencial sobre el glifosato y el maíz genéticamente modificado | Biodiversidad en América Latina. Biodiversidad en América Latina. Recuperado 17 de febrero de 2022, de https://www.biodiversidadla.org/Recomendamos/Diez-puntualizaciones-a-un-memorandum-presidencial-sobre-el-glifosato-y-el-maiz-geneticamente-modificado.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. (2020, 20 agosto). Por qué decir NO al glifosato. Gobierno de México. Recuperado 17 de febrero de 2022, de https://www.gob.mx/semarnat/articulos/por-que-decir-no-al-glifosato?idiom=es.
Diario Oficial de la Federación. (2020, 31 diciembre). DOF: 31/12/2020. Recuperado 17 de febrero de 2022, de https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5609365&fecha=31/12/2020
En México múltiples organizaciones campesinas, ONG, entre otros sectores han luchado para eliminar el empleo del maíz transgénico así como de agroquímicos, ya que se ha demostrado que estos promueven los monocultivos, afectan gravemente el ambiente incluyendo el suelo, el agua, además de promover modelo industrial en la agricultura erosionando la genética de las plantas nativas y fomentando la exclusión social.
A finales del 2020 y principios del 2021 surgió por parte de distintos medios de comunicación la idea de que con el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31/12/20 se había prohibido el uso del maíz genéticamente modificado y del glifosato en la República Mexicana, incluso se vio a ONGs como Greenpeace elogiado el hecho.
Sin embargo, al revisar el “Decreto” en ningún lugar se especifican estas prohibiciones, por el contrario, es bastante ambiguo. Lo que dice es lo siguiente: “Las autoridades en materia de bioseguridad, en el ámbito de su competencia, de conformidad con la normativa aplicable y con base en criterios de suficiencia en el abasto de grano de maíz sin glifosato, revocarán y se abstendrán de otorgar autorizaciones para la utilización de grano de maíz genéticamente modificado en la alimentación de las mexicanas y los mexicanos, hasta sustituirlo totalmente en una fecha que no podrá ser posterior al 31 de enero de 2024”.
Por otro lado, en el artículo 4 del decreto dice que de acuerdo con las investigaciones científicas, desarrollos tecnológicos e innovaciones, el CONACyT emitirá recomendaciones anuales que les permitan sustentar, en su caso, la cantidad de glifosato que autorizarán a los particulares para su importación. Es decir, que empresas privadas podrán seguir utilizándolo.
Además de acuerdo con una publicación de la Red en Defensa del Maíz varios abogados opinan que este “decreto” en realidad carece de fundamentos jurídicos estables y que su proporcionalidad jurídica es muy desventajosa en relación con “las normativas aplicables” como la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, la Ley de Producción, Certificación y Comercio de Semillas, la Ley de Fomento y Protección del Maíz, la Ley de Variedades Vegetales incluyendo también los tratados de libre comercio a los que tendría que confrontar, como el T-MEC, el TPP 11 o el TUEM.
Otros factores importantes son que estos tratados implican un riesgo de privatización y al control de las semillas nativas mexicanas así como la forma en que se manejan los modos de producción incluyendo también restricciones de siembra, el intercambio y la protección comunitaria de las semillas y la prohibición para el desarrollo de variedades sin registro, lo que de acuerdo con el Dr. Alejandro Espinosa Calderón “Significa que se podrían patentar genes y variedades, lo que propiciará una concentración de semillas sin posibilidades de intercambio entre los campesinos”.
Desde el punto de vista biológico es extraño que se esté modificando el maíz de tal manera cuando se ven afectados el campesinado, el ambiente y a la salud de los consumidores cuando de acuerdo con la Dra. Yolanda Cristina Massieu se han hecho investigaciones con maíz ancestral de Oaxaca que tiene propiedades para evitar el uso de fertilizantes, que tiene ya de por sí un riesgo a que lo patenten, igualmente ha alertado sobre que las nuevas técnicas de modificación genética se deberían someter a análisis de bioseguridad. Esto nos vuelve a mostrar la poca importancia que se le da a la investigación en el gobierno actual.
La realidad es que a nivel mundial nos estamos enfrentando a una grave crisis ambiental, por lo que es indispensable buscar una solución a esta problemática que sea sustentable y que a su vez sea incluyendo a las comunidades campesinas e indígenas tanto en las decisiones como en el desarrollo. En nuestro país respecto al maíz la situación es grave, ya que hemos pasado de ser un país importador en los años setenta a exportarlo debido a las políticas neoliberales que provocaron el abandono del sector rural y la industrialización. Que, por el contrario, lo único que han logrado los medios de comunicación celebrando esta noticia es desmotivar las movilizaciones, dejando de lado esta lucha tan importante para el país que vio nacer esta planta milenaria que aún sigue teniendo un lugar fundamental en nuestra dieta.