La trágica noticia se conoció el lunes por la tarde y crece el listado de problemáticas edilicias en las escuelas de la provincia lo que pone en evidencia el desfinanciamiento del gobierno de Morales a la educación pública.
Miércoles 5 de septiembre de 2018
En un contexto de ajuste en curso por parte del gobierno de Macri producto del endeudamiento creciente y los acuerdos de ajuste con el FMI, se conocen y multiplican los casos de escuelas sin condiciones para su normal funcionamiento.
Este es el caso del Bachillerato 24 de la pequeña localidad de Lozano –a 20 Km de la capital jujeña- que el día lunes sufrió un incendio dejando tres aulas totalmente destruidas. Lo peor de esta situación es que hasta el día de ayer, ninguna autoridad del ministerio de Educación se había hecho presente para tomar conocimiento del hecho y mucho menos para comprometer una salida para decenas de jóvenes que se quedaron sin espacio físico para continuar las clases.
Y es que el caso de la escuela de Lozano forma parte de una estructura educativa cada vez más eclosionada por la multiplicidad de problemáticas que las atraviesan, no sólo en cuanto a la infraestructura sino también en cuanto a la situación de los comedores, la falta de alimentos adecuados en tiempo y forma, docentes que no cobran sus salarios, etc.
La falta de alimentos para las escuelas, también se evidenció esta semana con el caso de la escuela Argañaraz del barrio Mariano Moreno de San Salvador de Jujuy, donde los alimentos nunca llegaron dejando a decenas de niños de nivel inicial y primario sin desayuno y almuerzo.
Ante este panorama que se replica no sólo en Jujuy sino también en otras provincias, como Buenos Aires, la crisis educativa se profundiza, no porque no cumplamos con las exigencias de las evaluaciones internacionales, sino porque las condiciones materiales para la enseñanza no se garantizan por parte del gobierno provincial y nacional.
Desde la agrupación docente 9 de abril venimos denunciando y visibilizando la grave situación que atraviesa la educación pública, en términos de financiamiento y cómo impacta en la cotidianeidad del trabajo docente y de miles de niños y jóvenes. También venimos siendo parte de las principales luchas que están dando miles de universitarios en el país junto a trabajadores de distintas reparticiones estatales como es el caso de trabajadores de ministerios y trabajadores de Astilleros Río Santiago contra el cierre y los despidos.
En este escenario donde Macri y sus secuaces, entre ellos los gobernadores del PJ y los burócratas de la CGT, quieren que la crisis la pague el pueblo trabajador, debemos anteponer un plan de lucha radical para vencer al modelo de ajuste y precarización de la vida. En este sentido debemos seguir exigiendo en las asambleas, el paro general de los sindicatos nucleados en las distintas centrales sindicales y poner en pie la más amplia democracia sindical para que cada trabajador sea protagonista de la lucha. No queda otra que enfrentarlos.