La institución, ubicada en el Barrio Derqui de Caseros, se inundó en la tarde del martes y debieron suspenderse las clases.
Miércoles 9 de mayo de 2018 16:09
El jardín de infantes n° 905 se encuentra dentro del mismo barrio en el que el 28 de abril, luego de la tormenta, dos personas perdieron sus vidas al ser electrocutadas. Decenas de familias que viven allí sobrellevan y soportan precarias condiciones en las conexiones que llevan la electricidad a sus casas. Éste hecho se encuentra agravado por las obras que la Municipalidad del distrito, a cargo del intendente Diego Valenzuela, no concluye y que comenzaron en el año 2016 con el propósito de mejorar las conexiones de la red de agua potable y cloacas.
Las salas y los demás espacios de la institución quedaron invadidos por el agua que entraba durante la copiosa lluvia de ayer, deteriorando el mobiliario y material didáctico de los niños y docentes del jardín. Mientras las goteras del techo caían y atravesaban las conexiones eléctricas la vida de docentes y auxiliares que se encontraban trabajando allí (con la firme intención de eliminar el agua acumulada y secar los pisos) corrieron riesgo de sufrir accidentes de diferente gravedad.
Las familias del barrio, que llevan a sus niños a este jardín se encuentran preocupadas porque saben que si la lluvia es abundante y comienza promediando la jornada escolar, deberán abandonar sus trabajos y tareas para retirar a los niños del establecimiento a la brevedad.
Queda demostrada una vez más la desidia del Estado, de los gobiernos provincial y municipal, quienes al aplicar sus políticas de ajuste demuestran su irresponsabilidad en el sostenimiento de la escuela pública y los peligros a los que padres, niños, docentes y auxiliares se exponen por el simple hecho de asistir a trabajar y a tomar clases.
