Desde las 9h hasta las 13h, se realizó el paro general parcial del Pit-Cnt. Durante el cual también se hizo un acto cerca de la Plaza Independencia.
Jueves 20 de febrero
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Fotos: La Izquierda Diario Uruguay
Bajo las consignas: "En solidaridad con los sindicatos en conflicto, por trabajo, salario y contra la represión". Una concurrida participación de trabajadores de distintos sindicatos se concentró ante el estrado central del acto, a lo largo de la av. 18 de Julio.
Entre las reivindicaciones principales que se destacaron, estuvieron la denuncia a los cierres de empresas y la represión anti sindical. El caso de la transnacional japonesa Yazaki, estuvo presente como el caso más simbólico de la situación en las últimas semanas, con la oratoria incluida de una ex trabajadora de la empresa.
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Además de Yazaki también se nombraron numerosos casos de conflictos, en distintos sectores de la economía, como la construcción, puerto de Montevideo, lácteos (Coleme, Calcar, Granja Pocha), comercio, industria de la carne, entre otros.
Además de los despidos también se denunció la persecución anti sindical que ejerce el empresariado en Uruguay: "Lamentablemente, en distintas ramas de actividad se multiplican los ataques a la organización sindical y a la negociación colectiva. Empresas que persiguen, sancionan y despiden por el simple hecho de afiliarse a un sindicato o ejercer el derecho a la representación sindical”.
En su oratoria Enrique Méndez, dirigente del sector lácteo y secretario de organización del Pit-Cnt, enfatizó que hay un "claro agotamiento" del modelo económico.
En este sentido, la central sindical advierte que las situaciones injustas que soporta la clase trabajadora uruguaya, responden a un modelo, que la dirigencia sindical define como "modelo de la desigualdad". En donde "En lugar de apostar por el crecimiento y la estabilidad, estas empresas optan por retiros sorpresivos, dejando en la incertidumbre a cientos o miles de familias”.
Por lo que también, el Pit-Cnt remarca que “la clase trabajadora y las grandes mayorías nacionales no tendrán salida del callejón que ofrece el gran capital, cuyo único objetivo es la maximización de sus ganancias".
¿Desarrollo y diálogo nacional o independencia de clase?
Como venimos diciendo en notas anteriores, la respuesta a esta serie de ataques del empresariado ha sido insuficiente. El paro parcial, luego de languidecer y cerrarse con determinadas condiciones de despidos la lucha de Yazaky, es prácticamente un símbolo de la estrategia de control de daños que se ejerce desde las direcciones sindicales.
Explícitamente la dirección sindical aboga por un objetivo utópico de “diálogo nacional para fomentar el desarrollo”, la consolidación de la “matriz productiva”, entre otras consignas “desarrollistas” y de esperanzas puestas en la cooperación capital-trabajo, acorde a la identidad progresista de las direcciones sindicales. Se denuncia un “modelo económico agotado” cuando se sabe que la dirigencia progresista del Frente Amplio es un pilar fundamental de ese modelo.
Este punto de vista significa una subordinación de los intereses de la clase trabajadora, hacia objetivos “nacionales” de desarrollo en el marco del capitalismo uruguayo, como si fuera posible “convencer” a la burguesía y sus dirigencias políticas, para tomar un rumbo independiente a los dictados del capital imperialista. En aras de una supuesta perspectiva nacionalista, se pone como furgón de cola a la clase trabajadora uruguaya, tras una dirigencia empresarial y política totalmente cipayos.
Los motivos para un real paro general son más que evidentes, en el propio acto se hizo un repaso preciso de todas y cada una de las razones, pero sin embargo en vez de un plan de lucha y un real paro general, se enfoca todo en el “diálogo social” y las súplicas para un cambio de modelo.
No hay salida posible, a este “modelo de la desigualdad”, para la clase trabajadora que de pelear por una perspectiva clasista e independiente, que combata los ataques y extorsiones del empresariado y sus políticos derechistas y progresistas. La salida es con los trabajadores a la cabeza y bajo su propio programa e intereses de clase, independientes del empresariado y sus políticos servidores.