A medida que avanza el debate en el amañado y fraudulento proceso constituyente, los Republicanos toman confianza, hace algunas semanas ya señalaron que están contra los derechos de las mujeres y la diversidad sexual, esta vez, van contra opositores. Su propuesta de reducir el número de escaños sólo llevará a sobre-elitizar un congreso que ya solo representa a la élite política y económica del país.
Lunes 10 de julio de 2023
Con un mes cumplido, el consejo constitucional sigue trabajando para apuntalar una nueva constitución que deje conforme a la derecha y los grandes empresarios. En esa empresa, los representantes del Partido Republicano siguen poniendo en agenda temas que representan retrocesos en el estado actual de mínimos derechos sociales y democráticos para sectores históricamente excluidos.
El debate actual apunta al sistema político del país, varios consejeros, entre ellos Luis Silva, han señalado su pretensión de reducir el número de escaños bajo la excusa de “reducir costos” entendiendo que los parlamentarios chilenos ganan más de 20 veces el salario mínimo, una total desfachatez comparado con casi cualquier parte del mundo.
Pero tras esta supuesta “austeridad” se esconde la verdad: la pretensión de eliminar cualquier posible ingreso de sectores que no quieran someterse al consenso que comparten todos los partidos políticos que actualmente tienen representación parlamentaria, es decir, los partidos que defienden en el modelo, más allá de tal o cual cambio que pretendan impulsar. Todos los partidos concuerdan que este modelo de capitalismo dependiente, se debe mantener.
Por eso el mismo Silva, durante una actividad organizada por la Universidad del Desarrollo, señaló que el objetivo de reducir el congreso tiene por objetivo dar “gobernabilidad” a costa de la representatividad, pero también obligando a la desaparición de competidores. una afirmación muy propia de un pinochetista que reivindica la dictadura.
Senado 2.0 y la falsa austeridad
Silva ilustra perfectamente la idea de democracia elitista a la que aspira la derecha y la ultraderecha y que a exconcertacionistas, frenteamplistas y el PC pareciera no molestarlos tanto. Desde el Acuerdo por la Paz (1 y 2) en adelante, todos los partidos con representación en el parlamento han aceptado las reglas del juego limitando la participación popular en cualquiera de los procesos y dejando en bandeja la correlación de fuerzas a favor de los mismos de siempre.
Ahora, con una enorme mayoría para la derecha, se pretende crear un Senado 2.0, donde priman las fuerzas más conservadoras y los acuerdos entre los distintos representantes de los empresarios para la creación de las leyes.
Por otro lado, el falso argumento de “achicar el Estado” o tener una política de “austeridad” no tiene ningún tipo de sustento porque en vez de apostar a reducir las dietas parlamentarias, que son escandalosas versos las dificultades de las familias más pobres del país para llegar a fin de mes, o eliminar los subsidios a las grandes empresas privadas a las que se les asegura sus negocios mientras pagan salarios mínimos o dificultan la organización de las y los trabajadores, ni que hablar de la total entrega de los recursos naturales a transnacionales que además destruyen el medio ambiente, los republicanos pretender “ahorrar” por quitar 10, 20 o 30 parlamentarios.
La clase trabajadora y los sectores populares no pueden tener confianza en ninguna norma que salga del consejo constitucional, que está hecho a imagen y semejanza de lo que la elite política y económica quiere para el país. Debemos prepararnos para enfrentar en las calles cualquier intento de fortalecer los rasgos autoritarios del ya poco democrático sistema político del país, por eso desde el PTR luchamos por instalar nuevamente la demanda de una Asamblea Constituyente, Libre y Soberana, que sea realmente amplia y que pueda expresar las urgencias sociales y económicas de los sectores explotados y oprimidos del país.
Hay que reponer las demandas de salud, viviendo y educación públicas, gratuitas y de calidad, por el fin de las AFP se necesita un sistema público y de reparto bajo control de comites de trabajadores y pensionados, necesitamos la nacionalización de los recursos naturales y estratégicos del país, poniéndolos bajo control de sus propios trabajadores y en coordinación con las comunidades cercanas.
Para esto debemos organizarnos y luchar por levantar un gran partido que represente los intereses de la clase trabajadora y los sectores populares, una tarea que desde el PTR invitamos a dar.