La administración de Enrique Peña Nieto advirtió que no dejará entrar a extranjeros sin visa.
Miércoles 17 de octubre de 2018
El Instituto Nacional de Migración (INM) reiteró a la "Caminata Migrante", que partió de San Pedro Sula, Honduras, el 13 de octubre pasado, su compromiso irrestricto de respeto a los derechos humanos de los migrantes.
También advierten que México cuenta con una serie de medidas de facilitación y protección internacional que son empleadas por miles de centroamericanos cada año. Sin embargo, aclaró que la ley no prevé ningún permiso para internarse en el país y dirigirse a un tercero, sin cumplir con los requisitos.
En Agua Caliente, un punto fronterizo del departamento de Chiquimula, se constató que hay unos 100 agentes de la Policía Nacional Civil que han tratado de impedir el ingreso de migrantes; entre 1,500 y 2,000 personas, que iniciaron la caravana rumbo hacia Estados Unidos.
Esta política que ha implementado el Gobierno de Peña Nieto se ha recrudecido contra decenas de miles de migrantes que cada año cruzan el país rumbo a Estados Unidos, y que es una muestra del servilismo con los planes de Donald Trump que, además separa a cientos de niños de sus padres en los centros fronterizos.
La Comisión Nacional de Seguridad (CNS) informó que esta tarde arribaron al estado fronterizo autoridades de la institución para atender la solicitud de un número elevado de personas de Honduras que intente ingresar a territorio mexicano por la frontera.
Por instrucciones de la Secretaría de Gobernación, el comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, se trasladó al estado de Chiapas para apoyar a las autoridades del Instituto Nacional de Migración", informó la CNS.
Con una mochila al hombro, cientos de personas –en su mayoría de origen centroamericano– llegaron el lunes a la frontera de Guatemala en busca de alcanzar el “sueño americano”.
Cantando consignas y gritando "¡sí se puede!" y "Honduras te amamos, vamos a Guatemala y México", los migrantes no cedieron paso en su objetivo a pesar de que las autoridades guatemaltecas dieron la orden de no permitir su ingreso al país.
Silvestre Maldonado, agente de la Policía Nacional Civil de Guatemala, dijo a los migrantes que debían respetar las leyes, además de explicar que harían una mesa de diálogo para resolver la situación. Sin embargo, lo que intentan ocultar los gobiernos centroamericanos es la situación estructural, donde la pobreza extrema y la violencia del narcotráfico son las principales causas del éxodo centroamericano.
La Caravana Migrante se da también en el marco de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos que se llevará a cabo del 23 de octubre al 7 de noviembre, con acciones de búsqueda y de protesta por 12 estados del país cubriendo casi 4,000 kilómetros de extensión y con la confianza de impactar a la sociedad mexicana a la que piden solidaridad con su lucha.
Mientras Donald Trump avanza en militarizar la frontera México-Guatemala para asegurar el control sobre el flujo migratorio con medidas como el Plan Alianza para la Prosperidad y el Plan Fortaleza, se orquesta más despojo y represión para los pueblos en la frontera de México y Guatemala.
Organizar la resistencia tendrá que venir de la mano de la respuesta y solidaridad internacional contra esta medida, recuperando la más amplia movilización. A su vez, es fundamental que esas luchas sean protagonizadas por sectores de trabajadores y contundentes acciones de masas que puedan dar pie a nuevos procesos en México y Centroamérica para echar abajo los planes dictados desde la Casa Blanca en Estados Unidos.