Ante el despido de Medardo Ávila Vazquez por comprarle la medicación a un niño con leucemia, son cientos los ejemplos de solidaridad obrera. También vemos replicado por miles el despotismo patronal. Una batalla que está en curso. Son ellos o nosotros.
Domingo 21 de junio de 2020 11:30
Me levanto entre diarios y las redes, con la noticia del despido de un médico pediatra tras comprarle el corticoide a un niño con leucemia. El peque venía de 300 km, con su abuelo, sin un mango. Lo diagnostican, y como es costumbre entre enfermeras, medicas y medicos, trabajadores de limpieza, se dividen entre quien trae ropa, juguetes y en este caso también la meprednisona, sacando del bolsillo los $470.
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El despotismo patronal se enoja ante la solidaridad, y aprovecha a despedir a un médico referente en la lucha contra los agrotóxicos, quien levanta el reclamo de les residnetes, y se niega a firmar la declaración jurada que afirma no tener covid solicitada por la empresa (la clinica Caraffa) acompañado por todo su servicio.
En segundos un sin fin de relatos se me cruzan, es que tanto la solidaridad obrera como el despotismo patronal, tienen ejemplos sin límites. “se aprovechan de nuestra nobleza, pero algún día tendremos que levantarnos para defender nuestra dignidad” es el final de la carta de Medrado.
Trabajo con niñes sin familia, sus tortas de cumpleaños, el hipoglos cuando falta en farmacia, las zapatillas cuando no hay de su talle, las colitas de pelo y el perfume, es toda solidaridad de quienes trabajan en su cuidado. Me acuerdo de la llegada de un compañero residente con un mp3 de regalo para un nene con diabetes de 12 años internado sin familia en el hospital de niños, acompañado siempre de un truco de magia o el arte de la globología. Quien no haya sacado de su bolsillo un mango para la sube de un paciente que no tiene cómo volver a la casa o para la amoxicilina en alguna oportunidad, posiblemente no haya transcurrido los pasillos de un hospital público o centro de salud. Ahí también se atiende la solidaridad obrera.
De la mano de enfrente el despotismo patronal tambíen da de comer, carroña. Echar a un médico referente por comprar medicación tiene las mismas raíces que los dueños de la clínica de el talar que echan a Ester Galarza mientras está internada requiriendo oxigeno por padecer covid 19, por ponerse a la cabeza de los reclamos por medidas de seguirdad en la clínica el talar. Es el mismo despotismo patronal de empresas de comida rápida, que invitaban a les niñez sin familia que viven en el hospital en el que trabajo, a comer y jugar, pero le daban tan solo el juguito mientras veían la comida en las mesas vecinas. Son esos que despiden sin límite, que le mandan una condolencia por whatsapp a los pibes que mueren pedaleando sin un misero derecho laboral.
Son ellos o nosotros. Intereses antagóncios de una humanidad que hoy cruje, donde los usos y costumbres de todo lo establecido parece de a ratos estar en el aire.
Hace siglos la sociedad estadounidense está basada en la racialización, con un historial interminable de afroamericanos asesinado en manos de la policía, pero George Floyd ya no fue uno más. Hay una sociedad atrás que ya no puede respirar.
Será tiempo de mover los músculos antes de que haya signos mayores de hipoxia. De organizarnos contra ese despotismo patronal que está ahí, todos los días, organizándose e intentando avanzar paso a paso por sobre nuestros intereses, amparados en sus policías, jueces y funcionarios. Esa irracionalidad para la mayor parte de la sociedad que tienen que escuchar que el sistema de salud de la Provincia de Buenos Aires va a colapsar en días, por parte del ministro de salud bonaerense, cuando no se a reconvertido la industria ni centralizado el sistema de salud, y se pagan millones de millones en una deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta.
Sabemos que en el marco de esta crisis económica mundial, que desde el 2008 en adelante se encontraba agónica y sin defensas para enfrentar una pandemia global, una vez más buscan descargar la crisis sobre las y los trabajadores. Su plan es que aumente la pobreza y el desempleo. Para eso se organizan. Contra eso nos organizamos, y por más. No queremos sólo el medicamento, queremos terminar contra las condiciones de miseria y contaminación que enferman.
En la Región de La Plata, Berisso y Ensenada, este Sábado 27 de Junio hacemos un plenario virtual, de todos los luchadores, organizaciones, trabajadores estatales, de la industria, la salud, los jóvenes precarizados, las y los estudiantes, porque las vida trabajadoras importan. Sumate a ser parte de organizarnos contra todo eso que nos da tanta bronca.