A pesar de las violentas reacciones que ha originado el tema del derecho al aborto por parte de los sectores más machistas y conservadores de la sociedad, seguimos firmes no sólo en el apoyo a las compañeras argentinas por la legalización del aborto sino que también exigimos este derecho legítimo para Bolivia y toda la región.
Te esperamos mañana miércoles 22 de agosto en el Auditorio de “Marcelo Quiroga Santa Cruz” de la Facultad de Derechos y Ciencias Políticas a las 19:00.
Martes 21 de agosto de 2018
La lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito que se ha venido dando en Argentina los últimos meses ha encendido una llama en toda la región. A pesar de la reaccionaria resolución de la cámara de senadores que votó en contra de la voluntad de millones ahora más que nunca sabemos que la guerra -contra las instituciones machistas y retrógradas que quieren privarnos de nuestro derecho a decidir y que naturalizan y refuerzan argumentos dogmáticos y misóginos para denigrar a las mujeres con insultos y violencia-, continúa y la vamos a ganar.
La lucha por el aborto legal no es una demanda nueva, mucho menos una moda. Este derecho básico ya fue ganado en diversos países alrededor del mundo, el primero en legalizarlo fue la Unión Soviética en 1920 (aunque luego ese derecho fue negado nuevamente durante el régimen de Stalin). Otros países del régimen comunista le siguieron a principios de la segunda mitad del siglo XX, como Polonia, Hungría, Bulgaria y Checoslovaquia, además de Cuba que legalizó esta práctica ya en 1965. Luego, a partir de la década de los setenta en adelante, se empezó a legalizar en diversos países: Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Austria, Suecia, Alemania, Dinamarca, Holanda, Portugal, España, Bélgica, Grecia, entre otros.
En América Latina, la lucha se sigue dando como hemos podido observar en las últimas semanas, ya que se nos sigue negando un derecho tan básico como es el decidir sobre nuestro propio cuerpo. Los únicos lugares donde se permite el aborto legal, seguro y gratuito en nuestro continente, además de EE.UU y Cuba, es en Uruguay y Ciudad de México.
Desde Bolivia y otros países de la región, hemos seguido la lucha de las mujeres argentinas y la hemos asumido como propia también. No hace mucho se ha estado discutiendo sobre este tema en nuestro país a raíz de la ampliación de causales para realizarse un aborto; pero además vemos como se sigue violentando a las mujeres desde distintos espacios de la sociedad, criminalizando a mujeres y niñas que optan por poner en peligro su propia vida en clínicas de aborto clandestinas porque no poseen las condiciones materiales para hacerse cargo de un hijo o hija.
Ante la realidad de las cifras que se estiman sobre la cantidad de abortos por año en el país (alrededor de 80.000, CIDEM), y el evidente hecho de que la ilegalidad del aborto no impide en absoluto que las mujeres sigan abortando (sólo aumenta la cifra de muertes por abortos mal practicados), todo el bagaje machista, violento y fanático de la sociedad sale a denigrar esta lucha. Desde quienes tratan de imponernos sus creencias religiosas hasta los que directamente se valen de insultos y violencia verbal para atacarnos, hemos constatado que nosotras, las mujeres que exigimos y peleamos por nuestros derechos, somos una amenaza para este sistema que busca perpetuar las condiciones de sumisión y opresión de un género sobre otro.
Toda esta serie de insultos que hemos recibido a raíz de esta lucha no nos detiene, al contrario, los vemos como un indicador de que vamos por un buen camino. Nuestras convicciones son firmes y nuestra lucha es legítima, lo que nos da el impulso necesario para seguir librando esta guerra y, eventualmente, ganarla ¡El aborto será ley!
Parece ser que, ante el fanatismo y la violencia de estas personas, de nada sirve el explicarles que el derecho al aborto legal es parte de un programa que incluye una educación sexual científica y laica, y el acceso a anticonceptivos, siendo el aborto la última opción; de nada sirve volverles a recalcar que el aborto es una práctica que se realiza todos los días, pero que son las mujeres pobres y vulnerables las que pagan las consecuencias de la clandestinidad; es cansador repetir que las creencias religiosas son personales y no pueden aplicarse dogmáticamente y menos imponerse como asunto público. Por último, ya no tiene sentido explicarles por qué un embrión no es un bebé y que cada niño nacido tiene el derecho de vivir una vida digna, que no es cuestión sólo de preocuparse de que nazca, sino de las condiciones en las que vivirá.
Sin embargo, estamos seguras que este sector de la sociedad, el más machista, despiadado y violento, el más antiderechos, y el más ignorante, es una minoría y que sólo se sostiene por el poder del dinero de las iglesias y del Estado. Sabemos que existen mujeres y hombres que quieren conocer más sobre esta lucha y su importancia fundamental para la emancipación de las mujeres. Desde Pan y Rosas, hemos venido manifestándonos por este derecho desde hace muchos años, al igual que nuestras compañeras en diversas partes de la región, y por eso exigimos el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, contemplado desde la salud pública, porque nosotras, como feministas socialistas, tenemos el objetivo de soldar las demandas de género con las económico-sociales, y sabemos que las mujeres trabajadoras y pobres son las más vulneradas al no poder pagarse un aborto seguro.
Estos y otros temas serán abordados en la cátedra libre de Pan y Rosas “La lucha por el derecho al aborto en Argentina, Bolivia y la región”, que se efectuará el día de mañana, 22 de agosto, en el auditorio Marcelo Quiroga Santa Cruz de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, a las 19:00 hrs. Si quieres conocer más sobre este debate, te interesa informarte sobre este tema y porqué luchamos, te invitamos a que no faltes.
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